miércoles, 26 de mayo de 2010

Ignacio Uranga


Anulado

21 hs Buenos Aires: canal 58: la chica del momento
sobre las costas de Méjico en una lujosa habitación
que exige el caso, con vistas al mar bebe un zumo de
frutas especialmente traídas del corazón del Amazonas
para que la dieta no opere en contra del paradigma de
belleza: es la manera completa de hacer entender, fijar
y calar hondamente la doctrina: el medio para distribuir
y alimentar con el actual parámetro de la estética
mentes estacionarias: barroco: la etimología es muy
oscura: en cualquier caso no hay duda de que su origen
oscila entre la palabra portuguesa barro?co, con que se
alude a determinadas perlas de forma irregular, y
barocco, nombre con que los escolásticos designaban
una de las figuras del silogismo: al mismo tiempo nos
sentimos animados de otro impulso que nos mueve en
sentido horizontal hacia lo terreno, la realidad, hacia lo
humano: no podemos quedar indiferentes al descubrir
bajo la vestidura del estilo el íntimo drama que vive el
hombre de la época: supone sentir en carne viva la
angustia de lo humano, porque el tema por excelencia
del barroco es el desengaño, el sueño opuesto a la vida
la máscara a la verdad: luego reconocemos no ya una
nueva manera o técnica sino una nueva estética, de un
distinto concepto del objeto artístico radicalmente
contrario al ideal clasicista de belleza: esto: 47 emisoras
abajo: canal local: el mundo en directo: en los basurales
del chaco argentino despreocupados del marketing y de
las cámaras de televisión hombres y mujeres disputan el
menú por la salvación de la vida individual: el grito del
barroco: el grito de la naturaleza desordenada: los del
canal 58 leen estas imágenes desde la pedagogía de un
jesuita del siglo XVI, padre Bonifacio, que refería sobre
la recepción del planctus mariae: lo de los desmayos
hay que interpretarlo piadosamente diciendo que son
meras hipérboles que no tienen otro fin que el de
exagerar la grandeza del dolor(…)para que los niños
y la gente ruda puedan de alguna manera sentir lo que
padeció al pie de la cruz: barroco: conciliación de
opuestos: partes que la única proporción que guardan
es la oposición: cadena televisiva: barroco siglo XXI


Interacción comunicacional

Sí, dijo esa noche con el vaso de ron vacío, después de
la conversación que derivó en temáticas no adecuadas
para el fin sexual que la reunión tenía como propósito:
porque después del diálogo, después de comprar el diario
de madrugada al chico de 6 años, después de años de
no comer monedas de chocolate, después de ella y de mí
es decir después de nosotros que parecíamos para siempre
la idea de llegar hasta su cuarto a desordenar las sábanas
empezaba a convertirnos en objetos: quizá por eso la deci-
sión de tomarla de la mano en calle Mitre y caminar hasta
Alem, para subirme al colectivo y dejarla ahí en la esquina
parada, diciendo ahora con la mirada un auténtico sí, un sí
legítimo: el sí que había sido no empezaba, con sus íconos
gestuales o metalingüísticos, en el momento menos indicado
a ser sí: la palabra del otro, el habla ajena introducida en otro
contexto, sea cual fuere la exactitud de su transmisión, se ve
sometida, siempre, a determinadas modificaciones semánticas:
cuando yo recupero el sí que dijo, inevitablemente dejo fuera
una constelación de lo que también dijo con sus ojos: quiero
decir que el lenguaje nunca tuvo la facultad de ser la forma
absoluta del pensamiento: lo supe después, cuando ella quedó
sola en la esquina diciendo sí, mientras yo me preguntaba
sobre la ventanilla de la 500 cómo se lee una mujer


El ella real

Decididamente sintomáticas y divididas mi mente y psique
por el límite producto de la involuntaria violencia
ordenadora que estructura y jerarquiza sin tenerme en
cuenta, y sin piedad ensueña y golpea, golpea y ensueña
al punto tal de dolorosamente situarme a luz plena subalterno
indefenso frente al ella real y la pre-mujer, temporalmente frágiles
ambas; desesperadamente amando no la totalidad sino mínimas partes:
me refiero claro a ésta que no es no es: y no es: que canta no cantando
cuando extiende y no extiende sus manos que no son manos y
las abre cerrándolas para despedirse sin irse ni haber llegado
para luego finalmente lejana hacer las típicas señales del adiós
hasta que yo mucho más allá de lo inevitablemente preciso
incierto como la letra, como lo oscuro a los ojos, vuelvo arrodillado
a la construcción escritural, a dar sentido a esta vida, fundando un
territorio en el que comprensión y pregunta se desleen: como aquélla
que ni canta ni extiende ni cierra ni abre porque no hay ni canto ni
llegada ni manos para las típicas señales del que puede partir:
han fundado una y otra dialógicamente dis-cordia en mi pobre corazón


Nota: Poeta argentino. Nació en 1982 en Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires. Estudió licenciatura en letras. Publicó “El Ella Real” en Ediciones Hemisferio Derecho.

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