viernes, 22 de octubre de 2010
Alejandro Carrizo
el vendedor de muertes vino a buscarme. le
dije que había llegado en mal momento (que
estaba acostado con la poesía pero insistió
y desplegó el muestrario: las había heroicas
soledosas inesperadas las de amor las de guerra
las diarias aquellas por autodeterminación
y la que me dejó (la de los otros. esa que
cuelga de mis sueños brota por mis ojos (ésa
por la que daré la vida
***
nunca hablamos del renacimiento. ella
era alcohólica y le faltaba un pecho
pero era hermoso verla llegar en la
madrugada con dos botellas de ginebra
bajo la lluvia diciéndome leeme algo
con una sonrisa quebrada / dejar su
prótesis gelatinosa sobre la mesa de luz
y cerrar fuerte los ojos al mundo
***
todos empezamos con la misma puta (era boliviana
creo y le faltaban algunos dientes. llamamos desde
la puerta al dueño de La Copa y le pedimos fiado.
ella sólo se bajó la bombacha hasta las rodillas
y a los cinco nos pidió premura pues esperaban
otros clientes (entonces fuimos hombres
a dos de ellos les perdí el rastro. yo me quedé
en escribidor uno es médico y el otro diputado (o
sea respetables hombres del sistema
agujeros
en el alar de la casa de mi hermano lelo
hicieron un agujero para que algún día
crezca un pino y nada lo detenga. la tortuga
apareció en el fondo (después de
ocho inviernos de agujeros. en el techo de
mi cuarto hay un agujero y entra la lluvia
a veces. en famaillá (tucumán hicieron
agujeros en la tierra para desaparecidos y
asesinados. un niño hizo un agujero en una
tabla y mira pasar la gente. los huesos de
paco urondo están en un agujero en buenos
aires ninguna placa dice “el poeta” (pero
el pino está creciendo
Nota:poeta nacido en Ledesma, Jujuy (1959), publicó ocho libros de poemas, ganó el Premio Fondo Nacional de las Artes (1986.
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