lunes, 23 de agosto de 2010
Carlos Barbarito
Debe existir un modo, una forma...
Debe existir un modo, una forma
de recoger lo perdido,
de apropiarse de todo aquello
que devino externo, separado.
Pero, cómo superar lo que uno es,
la bruma que uno es,
la vaguedad que a uno lo habita.
Cómo, me pregunto,
tornar sólido lo que el día licua
mientras paso, como tantos otros,
de la luz a la sombra
y de la sombra a la luz
mientras los pájaros anidan
en techos que la lluvia y el viento,
inexorables, desgastan.
A la voz acude una gota que cae,
un párrafo difuso,
un humo que oscurece el vidrio,
un sabor neutro, sin espesor, en la boca.
Debe existir, en tierras lejanas y altas,
otra manera de calzarse,
de abrir la puerta,
de correr la cortina para ver el cielo,
de dormir, soñar y despertar.
Qué somos al final de los días, cuando...
Qué somos al final de los días, cuando
cada cosa enmudece y se encoge.
Nadadores, tal vez, pero en un agua
que se va quedando de a poco sin sustancia.
O, tal vez, lectores del Gran Libro
del que, pese a cuidados y afanes,
nos salteamos párrafos enteros
y de su contenido, que todo lo abarca,
apenas si vemos un perfil, un vislumbre, un recorte.
Si le acercaran un cobertor, un bálsamo...
Si le acercaran un cobertor, un bálsamo,
un capítulo sin dolencia ni crispación,
un vientre de recobrada pubertad,
una espalda blanca capaz de soñar y despertar
sobre el lado celeste de la piedra,
sobre el lado terreno de la lluvia.
A qué nacer con sal en lo lastimado,
con lenta muerte que el dolor devana;
a qué acudir en días de vinagre,
de gusano perforador del pan,
de cuartos rotos, de horas harapientas
en los que la única rueda que gira
es la que mueve el cobayo,
en los que la única visión
es la de escarcha a la que nada raspa ni conjura.
Lo sé, qué lejos, ahora, su mínimo alimento.
Qué cerca, ahora, su hambre infinita.
Si le procuraran una voz repujada,
una sólida viga en su techo,
un renovado despertar
con vista al amor, el alba, los gorjeos...
Nota:Carlos Barbarito nació en Pergamino, Argentina, el 6 de febrero de 1955. Su obra literaria comprende diecisiete libros de poesía y dos de crítica de artes plásticas. Premios y distinciones: Premio Fondo Nacional de las Artes, Premio Dodero de la Fundación Argentina para la Poesía, Premio Bienal de Crítica de Arte Jorge Feinsilber, entre otros. Sus textos sobre arte y literatura y su obra poética están traducidos, en parte, al inglés,al francés, al portugués, al persa, al catalán y al holandés.
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Carlos: me gusta tu blog. Hay muchísimo material de excelente nivel. ¿Te interesa que algunos poetas tucumanos, cuidadosamente elegidos, te envíen sus trabajos?
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