miércoles, 18 de agosto de 2010
Nurit Kasztelan
Las leyes de la materia
Tiene siete versiones
del mismo poema
y no puede descartar ninguna.
Lo difuso la excede
necesitaría una imagen
para explicar qué le pasa.
La cansa estar en pose,
algo imperceptible
la delata siempre;
la posición incómoda
del omóplato, el codo izquierdo
que endurece el brazo
de forma antinatural.
Aspira y exhala
exhala y respira,
pero aparece el ahogo,
la interrupción
del equilibrio.
Del aire no se tiene memoria pero de la falta sí
No me enseñaron a respirar
de la manera correcta.
Me queda el gesto
de acapararlo todo
de una sola bocanada.
No me dejaron conocer
la forma del límite.
Todavía me resuena
una frase de mi abuelo
con ese complejo de guerra:
comete todo el plato
la comida no se tira.
El miedo siempre
de que en el futuro falte.
No es tu voz
Estás cansada
de dejarte decir por otros.
Tu voz se disuelve y se transforma
en una mera propagación de sonido.
Te están mirando
pero quisieras volverte avestruz y hundir
la cabeza en un hoyo
y que no te asuste tu respiración.
Química de las esporas
Cuando la ausencia
se vuelve orgánica
me convierto en espora
si entro en contacto con algo vivo
cambio de estado,
reacciono químicamente.
No me sirve entender
no me sirve
la palabra consuelo
necesito creer en cosas menores.
Nota:Nurit Kasztelan nació en Buenos Aires el 16 de septiembre de 1982. Publicó Movimientos incorpóreos (Huesos de Jibia, 2007). Es una de las organizadoras del ciclo de lectura La manzana en el gusano.
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