sábado, 5 de febrero de 2011
Lucas Britos Sánchez
El hombre gordo
habla solo pero no está solo
lo abruman las cartas de oyentes
la nicotina
y quién sabe qué otros demonios, dulces y agrios
de la duda.
Corren los ‘90 y por el micrófono invita
a pensar motivos para vivir
ha hecho una lista cursi, la lee.
Hay un puente muy delicado entra la dicha
y la desgracia.
Muchos se espantan
cuando la vida les sale como quieren.
Despertar
con una sonrisa idiota
duren lo que duren
inventarios para vivir.
El hombre gordo ríe y fuma.
Invita a los oyentes a andar en bicicleta,
ver dormir a un hijo, perder el tiempo.
Puede ser.
(Inédito)
***
Un perro tuerto
entró a la clase de periodismo
y enseñó
cómo se lee entre líneas.
***
Mujer entra a una farmacia
pide dentífrico, toallitas, leche en polvo.
Mujer entra a un velorio pide chistes,
algunos parientes, pide dioses.
Mujer entra a un hombre
y pide lo imposible.
***
El hombre que entra a esta historia
sabe lo que quiere.
Es, quizá, una mentira ridícula y necesaria.
No lleva traje.
Tampoco bigote.
Hay poetas demasiado preocupados
por el alimento, el vestido y las medicinas
y nada hermoso
nace de la lástima.
Nota:Publicó tres libros de poesía en ediciones de autor. Sumando esos experimentos nació su obra más conocida: Los perros y las cosas (2007). Participó en tres antologías: Re(in)sistencia poética (2006); 10 poesías inconexas (2006, Asunción del Paraguay); Ida y Vuelta (2007).
Nació en Resistencia, Chaco, en 1980. Es periodista. Escribió para el semanario El Yacaré (Paraguay), y el blog www.isabelaveneno.wordpress.com/. Colaboró en el suplemento Acá (de elDiario de la Región); en las revistas Cuna y Chacú, y los zines April y Sr. Alelí.
lucasbrito24@hotmail.com
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