sábado, 9 de junio de 2012

Virginia Negri




llueven tipas
y las hormigas
están contentas

guardan pedacitos
de flores para
más adelante

llueven tipas
y es lluvia
hermosa de
flores amarillas

mi poesía es incorrecta
desprolija, mal escrita
tiene errores
ni yo misma sé
si son poemas

las tipas que caen
dejan colchones amarillos
para teñir mi primavera solitaria

mis poemas son malos
porque no los dejo ser buenos
no quiero buenos poemas
quiero que la poesía
me regale su compañía

el día que escriba el mejor poema
si alguna vez pasara
que justo yo,
amante de la mala poesía,
escribiera la poesía más increíble de todas,
si eso pasara...
vos, poesía,
¿me abandonarías por alcanzar la perfección?



***


una foto
tuya y mía
en la virgen
una foto de vos y yo
en la virgen
una foto de nosotros dos
bailando una noche de invierno
en la virgen
en la virgencita
que está en el barrio militar
el barrio de mi infancia
la virgencita a la que iba a rezar
cuando era chica
tipo 9 o 10 años

de la noche en que
nos sacaron esa foto
me acuerdo muy poco
y de lo siguiente
no me acuerdo
pero seguro pasó:
debo haberle pedido a ella
que te mantenga cerquita
que te mantenga a mi lado
debo haberle dicho:
virgencita, ojalá que sea amor
ojalá dure, ojala sea
y para mí que un poco me escuchó porque
esta manera que tenemos de coger
para mí que si no es, es re parecido al amor





XXX


un desarmadero
litoral contemporáneo
hice ese puente túnel subfluvial
mi vida con los putos
yo un puto más
mi vida con las putas

un sentimiento
de revolución inminente
nueva educación
revolución
vamos a dar una vuelta
que está re fresquito
mucha cosa que ya escuchaste
o ya viste
te juro que no lo digo por vos


Bio: nació en Nogoyá, Entre Ríos en 1980, vive y trabaja en Rosario desde 1999. Es licenciada en Artes Visuales por la Universidad de Rosario, poeta y gestora cultural.

Publicó: “Te espero conectada” ed. Belleza y felicidad 2009; “El libro de los sms de txt” 2010; “Fuego de Noche” ed. Iván Rosado 2011; “Desnudo total y escándalo” ed. Iván Rosado 2012.
Tiene un blog que actualiza de vez en cuando : http://mensajesdetxt.blogspot.com.ar/
Algunos de sus poemas fueron publicados en “Danke”, “Proveedora de droga” y Ludwig Ediciones.


domingo, 3 de junio de 2012

Sebastián Bianchi


Los pedazos



Un tenis melancólico yacía y supuraba viscosidades nauseabundas
en mis señoras de los placeres anestesiados con su chorro negro de lenguas
de lagarto que buscan imperiosamente lamer válvulas hasta volverlas osos que se
desorientan de tu mano con el vapor rosa del efluvio.
Yo te seguía, a tontas, cuando desenroscabas la serpiente
entre las carpetas de mis últimas producciones,
y encontraba un trozo de tu cuerpo para sonreírle a cada instante.
La mínima luz de una mesita me hacía estremecer hasta caer borracho.
Fumaba en las esquinas o veía al viento pasear cogoteando.
Los ojos de una vecina eran rojos y helados.
Tras la araña que formaban los olores con los miles de hilos
de sus fragancias insondables, nuevas al respirar a todo lo largo del verano,
más frescas que el árbol de donde cuelgan los delfines que no se operan,
tus pedazos vagaron solitarios por mis heridas que se abrían como hebillas.
Y a una señal, en el misterioso carrusel de las modificaciones, se hizo una espiral.






1° Oda matrimonial



Ensimismado, junto al mausoleo
de los esposos, en el rancio
almacén -en el corazón
poetizado al mango- un Hölderlin
de Avena yéndose con el viento
de las amapolas.
Petrificados, mármoles de
granaderos, voces que escriben
las lápidas.
El camino de los vates solteros, quemados
en la fiebre de su solo cuerpo
que se deforma… ¡Y van
a parar, cada tanto, en la temporada
en que la más lampiña mejilla
renace, del púrpura al violeta, alegres
tras el tornasolado monóculo!






La novia del futbolista



Cuando la muchacha vampiro
vio que el sol asomaba entre las nubes,
una infinita tristeza anegó su corazón
y de sus ojos cayó una lágrima.
El futbolista yacía con el cuerpo desnudo en su regazo;
lo acarició lánguida, calladamente
y dejó guardado un beso en el labio superior.
El joven despertó con la conciencia aún velada por el sueño.
Hizo esfuerzos desesperados por levantarse,
pero de momento parecía dominar la modorra.
Ésta, con imaginarias cuerdas, lo sujetó hasta el mediodía.
Es cosa sabida en la naturaleza que al tomar el sol mayor altura,
mayor es la temperatura que proyecta con su luz.
Los animales, enterados de la situación,
aguardaban en sus madrigueras.
Las plantas doblaban los tallos para buscar protección.
Y las piedras indefensas,
¿a quién esperaban en medio del calor?
El futbolista dejó que la tarde se extinguiera
y salió con la pelota hacia el campo enemigo.
Pasaban a su lado árboles de pasto a gran velocidad.
Lo que producía fricción con el viento,
sacaba viento a los costados
El césped, así, onduló suavemente.
Una torcaza silbó compañera.
El cielo se cubrió de blanco.
Un sol parecido a una torta
y un niño que parece que se lo come.
Es dios,
está contento e inventa una nube.
El viento mostró en harapos lugares del cielo.
En su lastimadura titilaron plateadas las estrellas.
La luna, trepada al alambrado,
no sabía cómo hacer para bajar.
Para manifestarse el sentimiento requiere de sus partes.
Entraron en uso,
fueron abandonadas a la espontaneidad
que la vida se cuida de guardar en sus criaturas.


Bio:Nació en Buenos Aires en 1966.Libros: Segunda Interpretación al Médano de Arena (1998), Atlético para discernir funciones (1999), El trazado Luro-Matanza (2000), El resorte de novia y otros cuentos (2002), Manual Arandela (2009), Poemas Inc. (2010).