Atrapo el ego
Lo abollo en mi bolsillo
Saco unas monedas
Caras secas en mi suerte
Encogida en tu falda vieja
Me cosquilleo con la pluma
Cantamos frase
Visto abismo
Corriendo los caballos
Deslizo las herraduras
Hasta estas manos
Me las quito
Y en su lugar planto
una ceniza
No son nada estos paisajes
Cuando disfrazados de sentido
Tropiezan fuera de los dedos
árbol cielo verde
hueso río vórtice
fantasma
gato gris
atardece lágrima
pido sangre
ojo brillo
reflejo paciente en cama
suelo filtro o ceniza
grieta pelo mugre o
colmillo
la lengua desierto aproximación
del duelo
barba masa adicción
relación
cabeza caballo salvaje
agua que hiela sol
ausente margen
héroe tierra salida
llave rojo útero
escucho café
espera mesa
rencor impide entrepierna
grito ahoga boca diablo
te estremece instante
silencio sueño corte
viaje estertor aullidos
luna la sábana
por razón animal humano
joven codo
mugre o colmillo.
Ruedas se deslizan en las manos de la tierra.
Ojos que tocan el extremo ausente.
El espejo horizonte abriendo el cráneo
del viejo jinete que en corcel de madera
viaja a la dimensión humana
trotando lo vil
carne viva
Como este
rugido mecánico te alcanza
el labio capturado barrotes de vida
Inexorables apariencias cubriendo
los regazos
de aquellos
que alguna vez sintieron
el mover de la muerte
bajo los pies
Y ahora tan oscuro y denso
el párpado interno
la atormentada cadena de los libres
sufrimiento
avanza el espíritu del dulce canto
de los sepultados
Memorias apuñalan
se oxidan
se renuevan en otros
La circunferencia finita de lo que
girando lo lleva más lejos de la materia
más cerca del recuerdo
amaneciendo las primeras luces
bañando de incolor lo viejo
y la luz que es vieja
antiquisima
como sus muchos años más
de lo que dice
amaneciendo me arroja
me trajo
me devolvió
lo bello de lo alado
y siento lo que olvido
abrazo un nuevo paraíso
calor
media rosa
ahora me tengo que llorar
rozarme más cerca
¡que mi tejido sea ojo!
quiero verme hacia dentro
experimentarme buena conocida
ver si estás haciendo tu nido
que se corren
se aproximan
en el espacio de una noche atardecimos
de lejos me fui
en plan de no-existirme
más allá
y volví de
mangas rotas.
no puedo escribir
por miedo a
mentir
no mentir
confundir las palabras en las que desconfío
en las que
tiemblo y que esperan
todas juntas si podemos llegar
a vos
para que me creas
para que me quieras
tanto
no puedo escribirte
no tengo el valor para trazar
todas las
líneas
todas las cosas que te quise
me dijiste
que siga
loca
como si pudiera desaparecer
como grafito borroneado bajo los pies
de antiguas presencias
dejarme sola como separándome
de tu
llegada
adentro en mí y tus papeles me reconcilio
y te escribo
porque
no te puedo
mentir
no nos puedo cuando ante mí te esperé
y busqué en
caras que no estaban
las caras
que se disfrazaban de vos
del papel
cuando eran mero aire
una gota
y te escribo
porque
estuviste
tu mutismo me enfermó hasta obligarte
reclamarte que estés
que aparecieras y me digas escribrime
pero
encerrado en las jaulas de retinas
te escribí
te quemé
Concepto
atrapé en la bóveda celeste
para que seas libre de verte
aunque amaneciendo en todas partes dejé
de escribir
también la luz que caminan las paredes
el techo mi cuello tu pierna
y un ojo a través de la ventana
lo que el cuarto habita también
lo blanco de mi luna bañando
tiempos de noches
los
kilómetros
centímetros en el cuerpo
la musa que grita y va a venir
y venis que yo
te esperé tantos años
tantos cuartos
en mi habitación
y lo que el cuerpo habita
también las ruedas
que se desarman
el sueño de mi sueño
el abrazo
también
esprame que
estoy a minutos
del silencio
del nacimiento de mi cuerpo
demoliendo
para que entrés
hagas y rehagas
pero esperame
también
porque llegué antes
esperame
estamos
a minutos donde siempre.
Bio: Nacida en
Buenos Aires en 1994. Diversos poemas han sido publicados en diversas revistas
literarias de internet y en el Fanzine Manda
Rines (Buenos Aires, 2012) Actualmente se encuentra trabajando en su
poemario “El rincón que grita”.