lunes, 2 de enero de 2017

Fernando Christian Rodriguez Besel




Para Carla, que se lo merece


En nuestro refugio privado
donde vemos las estrellas pasar fugaces y caer.
El den, el nido. La copa del árbol para el bosquìmano.
La idea de como nadan los patos en un lago.
El sueño, anoche, entre vientos frescos y fuertes, el
silencio de la ciudad, el cansancio del cuerpo después de la paliza de fin de año.
La idea de como pinta sentado un indio sioux.
La luna a quien nada ni nadie la conmueve.
Un leve mordisco en tu hombro, caricias en tu pelo, en tu cabeza
recostada sobre la almohada/morada. La melodia cintilante.
Quemarnos en un abrazo.
Arder en nuestro tiempo dentro del tiempo de todo los tiempos.
Somos los niños de principio de siglo y hacemos danzas nuevas con arrugas viejas.
Tenemos la fugaz e intensa necesidad de sobrevivir.



                                                                         



IMPRESO EN MÌ


Una radio prendida a veinte metros
ojala pudiera caminar la distancia dos tres
cuatro pasos sobre la cola de un cocodrilo
abrirle la boca
darle un beso en la lengua
y apagar el maldito aparato

pero no es un día solo el que viene malo
es una consecutividad de los días
síglos enteros
en el dolor
las trivialidades asesinas
los inodoros manchados de oxido
o las boletas que pasan abajo de la puerta
los aparatos electrónicos que se caen a pedazos
y quedan mudos adentro de los armarios
como mini-desgracias retro catapultadas al futuro
y tu alma adentro de esas cosas
fue un error
eso seguro
pero ahí vas hacia la cocina
miras los platos en la pileta
te das vuelta hacia desde donde parece
soplar el viento
y ves afuera y hay un par de nubes plateadas
en uno de esos cielos que no te otorgan nada
y es domingo y las iglesias están cerradas
y es domingo y los cementerios están cerrados
y los supermercados están cerrados
y el paquete de cigarrillos que no se deja de abrir
y la boca de cerrar
humo penetrando la carne
pacto y silencio, no hay nada que decir que puedas decir
y es así, la boca que se llena con todo lo que no te mata
instantáneamente
y cuando la abrís, es para tomar todo lo que el mundo te permite tener
sémola, tabaco de cianuro, vino de mercurio, caramelo duro
carne de una vaca electrocutada lentamente con la picana de el tío Juan
y no me olvido de todas las locas del universo que pasaron por mi líving
ves, de eso no me quejo: no todas pasaron por mi cama
habré chupado una teta antes de invitar un trago de algo
pero seguro que mi waska no era
eso porque soy demasiado generoso como para compartir tan poco
pienso en las novias que tuve y a veces hasta
pienso en el novio que tuvieron ellas
pero eso se me acaba de ocurrir ahora que
tengo las patas transpiradas por las chinelas
y la panza colgando sobre el cierre roto del jean

y todos los libros del mundo en la biblioteca nacional
hay para todos los gustos
yo me iba ahí a ver el río
a leer a pizarnik y no entendía nada
y si hoy agarro un libro sera para tildar el ampli para arriba
y pisar el pedal y quedarme mas sordo
y mas ciego y mas tonto y mas zumbado que la mierda
porque los lucidos están todos muertos en las bibliotecas
o en los talleres de literatura y teatro
o en la Facultad de Letras
leyendo a Balzac
(ya suena a ñoñez desde el nombre nada mas)
y yo no quiero leer a Balzac
no creo que me pierda nada o casi nada
cuando escucho sobre un libro pienso, ahhh, diinero!
y cuando pienso en papel pienso en la mugre arriba del papel
y si pienso mucho tiempo en papel
pienso en una imprenta que estaba en la cuadra de mi casa
hace mucho tiempo en otro lado
imprimían todo tipo de cosas locas
como por ejemplo ir y ver que todas las figuritas que
coleccionábamos los pibes del barrio las imprimían ahí
y nos sentábamos sobre las resmas de medio metro de alto
con la tinta aun impregnando el aire del verano verde
y nos babeábamos sobre el papel y nos preguntábamos
eehhh, me tiene que dar una plancha ahora mismo
pero nunca nos daban una
así que nos la robábamos en un tris
y salíamos corriendo
y a la semana volvíamos a juntarnos alrededor de las resmas
y olían taaaan bien, tan lindo
y ahora que no pienso mucho en el papel
porque casi todo lo que esta impreso esta muerto
pero algunos dicen que el amor vive y que puede estar ahí
pero eso lo tengo que hacer yo y nadie me puede ayudar
y lo que tengo que poner en el papel
y esto es lo que me dan unas terribles ganas de llorar
es que todo lo que voy a ver se va a morir
llamalo existencialismo o un pesimismo acérrimo
las cosas de este mundo
mi retro tu retro, todo el futuro en la punta de mi lapicera
en tu impresora en tu bolígrafo en tu pluma en tus uñas
arañando la superficie del reloj ahí en la pija de Dios
y todos los empleados de las imprentas del mundo
y todas las viejitas jorobadas con las bolsas del supermercado
pero ya ni viejitas ves caminando por la calle
ahora son hurañas pendeviejas con sus celulares en llamas
la calle donde vivías ya no esta mas ahí
los amigos que tenias crecieron y se hicieron monstruos
o dealers
o drogones
o locos
o putas
o borrachas
o están muertas
jovencitos lobotomizados con gorritas de Nike
con sus recién nacidos en sus cochecitos
no paran de cojer no paran de morir no paran de comprar en cuotas
y todo esto a través de un corazón que a los treinta y seis ya dice basta
un respirito nada mas solo un poco menos con la altivez
y mi corazón es un corazón del odio
y esto lo se y odio aun mas no puedo parar
odio que todo pase odio que todo no se resuelva
odio que no haya una central atómica cerca de mi barrio
para ir y sacarle el tapón de la pileta y acabar con toda la desgracia
yo quería ser malo y malvado
yo quería dar lo que me daban porque siempre fui bueno
yo quería ser un cisne negro
yo quería ser un fucking cisne con una Uzi en la mano
yo quería ser amigo de Tony Montana
pero Tony Montana is Dead
lo mataron en Flores de cuatro tiros
una bandita de sicarios de Villa lugano
y Sebastian Katz esta muerto
se tiro abajo de un tren o se dio un ultimo pico
con agua podrida de la calle
o se lo movieron los violines de la puerta de
El Infierno De Los De Al Lado
Martín debe de estar muerto
Mariana debe de estar muerta
Juan el bicicletero esta muerto
su mujer sin dientes también esta muerta
se llevaron todas las bicicletas rotas y oxidadas
a otro lado para que las lloren otros niños viejos
vos que lees esto también tenes los dias contados
es la regla de uno solo
estar acompañado de la desgracia de unos cuantos
te acordás cuando eramos pendejos y coleccionábamos
los muñequitos de He-Man y Star Wars y G.I. Joe
y nos encantaban todos pero los malos, solo los malos
tenían ese componente extra de veneno que nos
hacia hervir la sangre cuando los poníamos entre las plantas
y los mirábamos ahí tan tiesos y tan vivos
y las plantas no se morían
nuestros padres no se suicidaban
los viejos tenían memoria y aguantaban
los funerales solo eran autos-cosas que pasaban por la calle y se iban
nuestros padres y madres cocinaban cosas sustanciosas y ricas
y los grandes reían y comían y se contaban grandes portentos
los dientes no se picaban
las niñas usaban cintas azules en el pelo
y diamantes rotos en los ojos
buscar trabajo era para otros
estar enfermo era para otros o si llegaba
hasta estar volando de fiebre era interesante
ser un cerdo en un llano en llamas
solo significaba un poco de justicia en un mundo
donde las calles estaban pavimentadas de caramelo
y libertad
las bicicletas eran naves acorazadas que rompían
LA CARA DE LA MUERTE
en los diarios había noticias de que la democracia
te hacia mas grande
incluso a los mas pequeños
que venia el Papa
que había discos de rock n roll que te partía la cabeza
que tu pared estaba escrita con crayones
con formulas matemáticas para partir el cielo de Tycho Brahe al medio
que en el amor no había componente de locura alguno
que mamá te esta esperando para levantarte en un abrazo
tan emocionante que temblabas de solo pensar en
llamarla por teléfono

que algún día papá y mamá iban a esta juntos otra vez

que te ibas a sacar una foto con ellos juntos

que el amor nunca muere.





NIÑOS DE SATANÀS


La pared estaba demolida
y de la pared se escapaba la tierra
de la demolición  a la vereda
como un animal de desventrado
tirábamos piedras a un viejo televisor Zenith
despacito, teníamos miedo de que
reventara el tubo y
nos lastimara

sabíamos que venían a buscarnos
se iban a llevar nuestras casas
la integridad física y mental de nuestros padres
algunos los odiaban
otros los atesoraban
otros los sufrían porque no les importábamos
y venia la merca y el crimen
sabíamos de viejas leyendas de compadritos y gitanos
sabíamos que no nos importaba mucho la escuela
a veces salíamos a robar relojes a los pendejos
que salían de la escuela
andábamos en autos robados
transábamos con los bagayos del barrio
nos robábamos entre nosotros
guitarras y revistas porno
no nos gustaba ver mucho televisión
jugábamos a la guerra y nos dábamos palazos
nos tirábamos piedrazos y nos cagábamos
a trompadas rompiéndonos la ropa y la jeta
y en los baldíos crecíamos entre la basura y las ratas
encontrábamos tesoros en la miseria obnubilando la noción del tiempo
y cuando caía el sol aun teníamos un tipo de fé retorcida
por la angustia y un tipo especial de atracción compulsiva
hacia el lado exactamente contrario de todas las voces que
nos prevenían del diablo
no funcionaba la catequesis
no funcionaba la escuela
no funcionaba nada
excepto la velocidad de la perdición
y lo diré de vuelta
la velocidad de la perdición
era lo único que nos llevaba con adrenalina hacia
adelante en un cuelgue melancólico o en una risotada cínica
y tengo evidencias de que sigue siendo igual
ahora mismo

tengo cuarenta años
ya me han puesto una pistola en
la cabeza dos veces
y una de esas veces
el que me apuntaba
yo pensaba
que era
mi amigo

y se
reía.



MAMÁ PATA Y LOS PATITOS


Los normales no me interesan
y te digo, en tono privè,
que los normales son los que mas
me hieren
vienen sesgando el viento
desde todos y cada uno de los
arrabales
los puedo sentir intensamente
me evaden desde lejos
extasiados en neutralizarme
yo extiendo la mano y casi los rozo
se ponen duros
ni que tuviera una navaja

los que mas me gustan
vienen a eso de las doce del mediodía:
tomados de la mano prolijamente
reconcentrados en su vitalidad zumbada
van de la mano porque se cuidan, son como hermanos
son ocho o diez
algunos con gorras de colores
algunos son inesperadamente viejos
están muy vivos y muy hermanados
con la lengua afuera
remera y zapatillas debajo del sol
gorras debajo del sol
remera y gorras y zapatillas adentro del sol
son
el único sol que puedo ver
a esa hora del día

a ellos no les doy volantes
no lo necesitan
son una melodía grata en si mismos
tienen piés y manos y amigos
tienen esperanza
están encendidísimos como en llamas

no necesitan aprender a tocar
el blues
aunque bien podrían enseñármelo
a mi

y los veo irse
como los patitos detrás de mamá pata
y entonces me doy vuelta y vuelven las otras
caras
los maniáticos
los sin música y las amas de casa neurasténicas
los deprimidos y los oprimidos y los preocupados
evadidos por el temible dólar
los que han pasado una vida entera
bailando con la tonada equivocada y
se han dado cuenta demasiado tarde de
que los han cagado
las colegialas tan suntuosas aprendiendo
a sacar las garras
y los líderes de empresas líderes que
sospechan podrían no ser tan líderes
por más que se tiñan el pelo
dejando una prolija patilla canosa
a los costados

y un gomia sin corazón que viene y
me dice
- no sabés si enseñan guitarra?
Mi hijo es un hijo de puta
le compré una batería y me rompe
las pelotas todo el día el
muy hijo de puta

- cuantos años tiene?
- ocho.
- que tal si le compras una guitarra
criolla?
- no se, pero quiero que me deje de
romper las pelotas, pendejo hijo de re mil
puta.



YIRO!


No habían demolido todo en el barrio todavía
y no me habían demolido a mi tampoco
yo apenas me estaba despertando

salíamos a jugar con los pibes
y pasaba la flaca esta y gritaban

YIRO!

yo no entendía

pero yo también gritaba

YIRO!

flaca
media un metro setenta y cinco
el pelo corto salvaje anaranjado
morocha cara de mandril
un sacón de piel rantifuso
tacos aguja
y un metro y medio de piernas perfectas
enfundadas
en unos hot pants de lycra
color bronce

nos escondíamos detrás de los arboles
riéndonos

YIRO!

los muñequitos de He-Man me estaban empezando
a quedar chicos y yo no podía entender por
que se veían tan tristes

Y Sebita me contó un día que la Yiro
lo invitó a tomar una taza de té con galletitas
y la Yiro lo hizo debutar
a los diez años

A vos ya te saltó? - me
preguntó

después Sebita se metió en la droga
a vender y a tomar
pero creo que fue antes lo que le hizo mal
porque la selección perdió el campeonato del mundo en Italia 90
y Sebita lloraba en una esquina
abrazado a un semáforo
llorando por la gloriosa
pero creo que también
porque la Yiro
hacía tiempo
se había ido
del barrio.




y se
reía.



...Y ERA MEJOR QUE NOSOTROS


Tenia la porra crecida y encima era cabezón
el pelo de un rojizo que se realzaba con la melena cortada
a la taza
pero el corte siempre le salia mal
era tan grande la cabeza que ni siquiera le decíamos eso de que
cuando terminaba el juicio al peluquero

era demasiado amable, se entregaba demasiado y había
llegado al ultimo año de la primaria
era despierto pero un tanto extraño
no encajaba
era como un muñeco de torta
demasiado bueno
demasiado extraño
demasiado entrañable
para un colegio donde todos los chicos y chicas
eran los hijos de los capitanes del proceso
y las hijas de las porteras

y este tipo tenia doce años
pecas
los dientes grandes
pelo rojo
casquete de pelo
la corbata azul
torcida
los zapatos negros
y quería unirse al grupo
pero nosotros nos conocíamos de varios años
y ya no había más lugar

su segundo nombre era Atilio
Emilio Atilio Gimenez

no lo busques en facebook
no está
no lo necesita

era demasiado bueno
lo gastábamos a mas no poder
a el y al gordo Pablo
y una vez
Emilio quiso estrangularme por gastarlo
y en los ojos no tenia un brillo asesino
sino el brillo de quienes sufren
de quienes son castigados
manchados por la violencia
de otros

Y cuando dejamos el colegio me lo volví a encontrar
ya de mas grande
seguía siendo cabezón pero era mas
alto que yo
veinte kilos menos que yo
seguía vistiendo de manera muy formal
pero estaba VIVO

Se paraba en la ventana de un kiosko
hablando con la kioskera
una morocha delgada y fina
de rasgos finos y voluptuosos
una morena argentina
que estaba casada
con un idiota con
cara de bulldog
y el coeficiente intelectual
de una aspiradora

nunca bebía cerveza con nosotros
no lo tratábamos ni lo
dejábamos de tratar
no eramos amables
o violentos con el

El se paraba ahí afuera de la ventana del kiosko
y le hablaba a la mina
con una mano en el marco
tal vez cruzado de piernas
de vez en cuando mirando hacia otro lado
por la tarde
hasta que caía el sol
mientras las viejas casas
del barrio eran demolidas y reemplazadas
por lofts para yuppies

mientras nosotros nos mudábamos
mientras los rubios nos echaban
el hablaba
y hablaba
y supongo que a la kioskera
no le molestaba
y al marido
tampoco
o no podía hacer nada al respecto
a su
determinación

Ese idiota al que nadie quería
que se devanaba el seso por las noches
descifrando
aburridos circuitos electrónicos
en su delantal gris
que pensaba acostado en la cama
por la noche
una noche que era toda
de él
que no tomaba alcohol
que no fumaba cigarrillos
o marihuana
o necesitaba escuchar canciones de rock
se ganó a la mejor mina
del barrio
se la mandó a guardar al kioskero
y se echó un polvo por amor
genuino
cosa que nosotros no habíamos
hecho nunca
mandando a cagar a todos los idiotas que
pensaban que eran muy
"rock and roll"

yo incluido.