lunes, 9 de agosto de 2010

Néstor Mux


Ante La Radiografía Del Pie De Nuestro Hijo

Ahora no recordamos si el pie entonces
pateó una piedra o cayó de un árbol mientras jugaba
para quedar ante nosotros aprisionado en esta radiografía.
A pesar de no ofrecer la consistencia de la carne adherida
uno imagina una hoja seca con sus nervaduras
pugnando por flotar en las sombras de la placa.
Porque en su vida real este pie deberá pisar
en medio del amor y la desdicha,
en medio de la plenitud de la tierra y del precipicio,
luego de haber llegado hasta la casa
del único amigo que le quede en el mundo.
Y habrá de caminar con los sueños y el aliento
que tenga para construir su propia historia
complicado en la historia de los otros.
Este pie que continuará al mío
y empujará a ese otro pie que recomience
ya lejos de nosotros y del espacio breve
que ocupamos para comida del olvido.
Porque si bien la muerte y el tiempo
sólo respetarán nuestros huesos
uno no admite, mientras tanto, este recuerdo de mañana,
este simulacro pálido de la eternidad.





El espacio de cada uno

Porque cada hombre
debe continuar reclamándole
a la vida el propio espacio sagrado
que le corresponde desde el principio

probarnos a nosotros mismos
que la campana mutilada
de la razón y la inocencia

continúa volando en medio
de la infinita sordera de la tierra.






Perros atados

Es posible que ese perro atado ladre
a estrellas que lo aturden con señales
o aúlle a quienes lo dejaron vigilando,
para nadie, una casa abandonada.

Los vecinos se quejan porque no pueden dormir,
escuchar la radio o lustrar sus automóviles.

Mientras tanto yo le adivino colmillos azules
como el amor o la muerte y lo imagino altivo
como algunos hombres o como muchos perros.

Porque su sonido tiene algo de delicada insensatez
o de agonía, y ese sonido me acompaña y me persigue.
Porque su ladrido se impone por sobre las voces
desafinadas y rancias de la gente
mezcladas como al fondo de una olla.

Y porque es posible que yo esté atado también,
pero sin su convicción para ladrar y aullar
ahora que siento finalmente que me han dejado solo
vigilando una luz casi deshabitada.






Remolques y memorias

Con el cascajo llevábamos
a los chicos a la escuela;
hacíamos las compras y las mudanzas
o cargábamos las hortensias desde el río.

Un día echó un humo desinflado
y se agotó provisoriamente en las afueras. Con su automóvil, mi padre
lo traía con una cuerda
que no dejaba de cortarse
y yo insultaba a dios y al aire.
Él manejaba con el silencio natural que lo rodeaba
ya que sentía cumplir un deber más
de todos los que cumplía.

Me aseguran que el cascajo todavía recorre
los itinerarios modestos que le imponen.
Mi padre, cada tanto, me recorre
la memoria con su ausencia
y la cuerda apagada de otros día
con la que dejó de remolcarme.


Nota: Nació en 1945 en La Plata. Publicó : “La patria y el invierno”; “Nosotros en la tierra”; “Cartas intimas para todos”; “Como quiera que sea”; “Perros atados”; “Poemas”; “Poesía reunida”; “Cosas que nos rodean”; “Papeles a consideración”y “Disculpas del irascible”, antología.

domingo, 8 de agosto de 2010

Bibiana Poveda


técnicas de desamparo

názcase en el seno de la no queribilidad
y embárquese en el oleaje del desmadre
regurgítese cada inmobiliaria palabra
y enquístese en la seducción de la histeria

qué estás haciendo ahora
hecho un cíclope destetado
probándote la cara de huida

pronúnciese contra el sostén de posibilidad
y empápese con una enagua de limones
oxídese los adolescentes cienfuegos
y exímase de estruendos travestidos

recortás la alcuza de nuestra mesa
y en la servilleta, tu crucidrama,
derramás más vinagre, más

sépase que el universo no está de su lado
que el estado está de costado y no del suyo
asúmase que el amor se ahogó en un pez

cuando la luna esparza sus sales
en las calvicies de mi cama

implántese en la branquia de la noche
no se escatime ni el odio ni el simulacro
láncese una reposición modernosa de job

sabrás de mis prácticas exitosas
de los procedimientos de mis pestañas
sondeando en las nanas nunca resueltas

de los imperativos inmorales
que, hipnotizada la sábana, embeben
la sustancia del desamparo










tributo a Lucy*

(duerme, lucy. sueña evamente)

nena: hace varias muelas del juicio
que no nos vemos los fósiles
tu pelo es una duda arrinconada

te machacaron el clítoris y el fuego
¿dónde ovulabas tu sangre hambreada?
¿tuviste, acaso, tantos ellos como yo?

contame, lucy, girame una respuesta
negra negra negra de carne de punta
como tu lengua prolongada en la mía

una pena etíope te escarchó los pezones
nena: yo sé que sufriste como un diamante
incrustado en las heces de occidente

ahí está tu ombligo sin palabras
le crecieron un sicómoro y nueve velos
incluyendo hijos como muérdagos

veintisiete kilos de una mujer, lucy
no es poca cosa para reverenciarte
en un destino con adanes de nylon

prestame esas pantorrillas torcidas
y me pondré las botas animalprint
remendadas con vellos del pubis
del consorte que me hizo pagar

tranquila, lucy, ya no hay almas
estoy tan desnuda como vos
tan hecha mierda por el terror

no me pidás socorro ni mordazas
mi cómplice escombrada:
chupemos los silencios
seamos cortesanas del gusano

bebamos a tu salud, hermana






por el bien del semen esquizoide
de todos los australopithecus
que aún nos quieren penetrar
con la misma mortaja


(sueña, nena, con flores paleomagnéticas
y que se joda la horda)

*Lucy es el esqueleto de una hembra perteneciente a la especie Australopithecus afarensis, de 3,5 millones de años, descubierto por el estadounidense Donald Johanson el 24 de noviembre de 1974 a 150 km de Adís Abeba, Etiopía, mientras escuchaba “Lucy in the sky whit diamonds” de los Beatles.





ad hoc

control, las medias de tres cuartos, la visión
la chaveta.
como el ala de barro con almíbar
el ad hoc, los dos dedos de espalda, el pajar
el cajete.
como el raspasuelas sin welcome
resolución, el timo, las asanas
la suerte.
como el tándem del karma colador
hambre, el aviso de retorno, el áloe veraz
la bombacha.
como la costilla flotante en un sufragio
turno, la escara del pudor, el permiso

como el vicio que ungía la simpleza:
he perdido
el tiempo

y tu reloj que me indicaba
la ocasión.





nudos

(pilato, pilato, la cola te ato)

nena ordenada, que me vagás por las fechas
atrapá mis latidos, llorame las injurias
soplá un globo de versos
y
pinchalo con un diente de leche
mientras los bichitos de san antonio
te cortan las uñas de los pies

(pilato, pilato, no seás pacato, hacé lo tuyo)

fui cambiada por un collar de sequedades
por un pitojuán, por medio litro de bencina
fui robada de mí, hubo una quemazón
y
me perdí en las vértebras de un sótano
al que llamaban hogar.

(pilato, pilato, ¿sí o no?)

aunque tenga un asterisco entre las piernas
me dejo las canas verdes antes de que toqués
el bestial desamparo de mi signo
y
te niego con un nudo
de rabos de conejo marca acme.

(¿pilato?)

sé que me quieren de a pedazos
y me apedrean cada intento
de reparar algún sueño de colección

el amor, en fin,
necesita el pontius de siempre
que se lava las manos después
de la eventual meada
se da la vuelta
silba bajo
y sigue
con sus estrictas funciones
de tarado público.

(no te desato)






pulsión número cero

no iré de campanarios ni palomas
los badajos me parten las índoles
me castro con moscas los oídos
antes de implorar un nuevo lazo

en esta capilla de cacareos varios
declaro ser un siendo en valva
y no la hostia de yogur sanitario
que comulga peinada
con el bucle de ignominias

me hicieron vomitar en primer grado
mamá me mima - pero hoy está nerviosa-
mejor le doy franquicias para obviarme

entonces más turbo más y foso abajo
un guaraní dotado me encapota las nalgas
lanzando un rojaijú a este mucoso hábito

un columpio con tintines de fémur
hamaca a la infanta reumatoide
crecida de bruces entre tentáculos

incapaz de otro rito más perverso
juego con el fracaso de helena
mi muñeca peptídica
hastiada de esperarme

le pido perdón por las polillas
que recorren sus trenzas

y por las pulsiones que me debo.





casi


tendrás tu casa de dos aguas, templada de perros y alacenas.
macetas de concordia y un limonero para colgar tu hígado
entregado a los domingos.
llenos tus peces y tus títulos, el mercado de pifias
el carneo de gatas insurrectas y la risa de canesú
para cobardes
a rebaja.

tendrás las cucharitas bien edulcoradas, el sofá emputecido
de almohadones. los platos sin cachar, la fruta casi entera
a excepción de las uvas.

la inconciencia que precede a la vida.

las palmas en un cuerpo repetido. la dócil harina amasándote
el soborno. el tablero licuado de jugadas.

la solución irremediable del siempre más
más
más
de
lo
mismo.

tendrás lo que quisiste
y lo que no:
en cada octubre recibirás el látigo que hinque los espejos
de tu buenaventura
y vuelva a mi mano espolvoreando
los barrotes tullidos de una cuna.






de bruces


ni un nombre apropiado para autografiar el boletín de fiebre. tampoco un perfil que limite con el color cardumen de mis ojos.
no habrá dopajes para entrever mentiras
ni cargaré lengüetas que se abran en el concilio
de las vengatrices.

un dedo entinto piafando sobre el timbre de mi casa:
el número del pecho
de las lanzas y el talismán de magnolias volcándose
en el éxodo.
ahí
que busquen el suceso de los zánganos oblicuos de mi sonrisa.
ahí
la fe arrendada a un cenicero. la servilleta de harpía
que me observó en la libación de la última súplica.

esta matriz de saldo y arruga de los nuestros. el reposo
de un hombre.
su cabeza oculta entre quehaceres de arena y castillaje.
las cuerdas desenredando nanas de deudos imprevistos.

el anillo que todas quisieron sajar en su índice
y que mi alpiste dejó
entre las palomas
chorreadas en el tul increíblemente disfrazado de aceptación.

la ironía de bruces, por fin, penetrada
por la honorable cámara de
buenos sentimientos.

y lo que nunca aprendí a abandonar

esta diadema caníbal que desecha de mí
cualquier otra
descendencia:

la misericordia de la palabra





cama adentro

eunuco por contrato perpetuo
no controla su esfínter ante mis medias tintas
adereza los embutidos de mis imposibles
hurga mis penas atropelladas en el tráfico de bombachas cola-lost.

retuerce los pechos de venus: piensa que soy yo
les cauteriza la erección con un pijama de franela.

con el diario del domingo (sección cultura troche y moche)
me soba la pelambre de campesina opulenta
con los editoriales rasquetea los callos de mis acrobacias liricoidales.

lustra la foto del año del búfalo dotado
en el que fui arrestada por practicar la histeria alternativa.

me enternece con un gesto absolutamente pletórico:
ponerme la mantilla de escrúpulos
cuando se me revientan los abscesos de mentiras

me mece, me escarnece
cama adentro y maior domus

este miedo:
vive chamuscándome el flequillo
cada vez que intento encender la sombra de una resolución.






romanza

migran los redondeles ópticos
hacia la partitura
de la losa adhesiva

espuma de pólipos la nariz
que cada mes a mies
sesgaba el trigo genital

uñas con pena de tecla
rascan los líquenes de la hoz:
hosanna en las bajuras

un babero le blinda el tórax
miseria de naftalina
membrana sin crujidos

pero escucho en su mordaza
la púa sobre el absurdo
disco que me raya la lengua

no hacía falta su muerte mía
para presumir de vitrola
expectorando la romanza
de esta puta ausencia.






irritable

¿lo encriptado?
el moco la cera en el oído los polígonos
el puñado la glotis el foso en mis escritos
los que encriptadamente joden
¿o los coprofiliados?

el concepto de onda:
la ropa onda yeah el escritor de onda
la onda retro post pre par punk pin
y la que te parió

el psedomarginal con su cu-logoteta
su huevito oligárquico su malamado odio
travesaño político su himno de pajero
su escabechina oral

¿la desgracia con suerte?
el pito de la suerte suerte que sos soltera
pirucha para el tipo la suerte de la fea
y la que te faltó

la cadena del ángel la de san expelido
la del baño del perro de la rosa aconchada
la de los condenados la del favor perdido
la de los cien lamidos

hay cosas que me irritan:
escardar cebollinos
y
lo que me pudrió.

Nota: Vive en Mendoza.

sábado, 7 de agosto de 2010

Paz Levinson



Ella dice yo tengo dos libros publicados
pero allá son más gordos no como acá
que los libros son finitos

poetas de libros flaquitos en Argentina
libros gordos y rubios en Alemania
con el plus de sanos y vegetarianos.





****





almorzando con calor y sola
siento que algo más grande
que una simple mosca entra
y girando como atontada
sube al ojo de luz

interrumpo mi rutina
para tirar en el aire,
veneno para insectos

veo cómo caen miles de ínfimas gotas
y casi todas caen sobre mí, el bicho sigue ahí

entonces, guardo la comida
cansada y de mal humor
duermo siesta donde tengo
pesadillas, calor y dolor de cabeza

me despierto, es hora de irme
veo, en el piso, el cadáver negro
rastreo mis anteojos por la casa
y me doy cuenta que era mucho más
que una simple mosca

pienso en las cosas que mato sin ver
no sólo por la miopía de los ojos
sino por lo corto que ve el corazón
cuando está encapsulado o tachado.





Yarará

Las atrapaba
no solo de gusto
sino que le hacía
un bien a la comunidad

había adquirido la destreza
no sé cuando
ni como
gradualmente
de agarrar yararás con un palo
y lento, muy lento
meterlas en los frascos grandes
que siempre llevaba en la chevrolet c 10
un deporte de alto riesgo
para hacer en el medio del campo

Después envejeció
los problemas se le escurrían
y no podía encerrarlos en frascos
para extraerles el antídoto






Vizcacha

Una noche en el campo
esta bastante oscuro afuera
y de repente alguien grita
de una casa a la otra
una vizcacha!
Agarra un cuchillo de la cocina
y sale a enfrentarse con el animal,
la vizcacha parece gorda
tal vez tenga cría y esta asustada
pero no hay tiempo para pensar en eso
le da unos tajos y la tira por ahí.
A la mañana vamos a visitar
el cadáver de vizcacha que mi tía
brutalmente, valientemente
destrozó.



Nota:María Paz Levinson nació en 1978 en San Carlos de Bariloche. Publicó Ojos o Luces (1999), Blume (2001) y una traducción de El Bailarín de Hilda Doolittle (2000) en Ediciones Deldiego, Un catálogo de todo lo que hay (2006) en Gog y Magog, Cartas a Cactus, Ediciones Belleza y Felicidad (2008) y dos ediciones de autor: Estancia y El modo del sueño (ambos en el 2009). Actualmente reside en Capital Federal donde estudia Letras (U.B.A.) y trabaja como sommelier. Coordina el blog www.inventariodeunavitrina.blogspot.com, y www.ocurrecadatanto.tumblr.com junto con la fotógrafa Ana Armendáriz. paz.levinson@gmail.com

jueves, 5 de agosto de 2010

Agus Taboada


SUSURROS

Susurros. Murmullos, murmurios, bisbiseos, mi casa no linda con el cielo, mi casa es vecina del infierno, espectadora del caos, esta lejanía en las calles, este revoltijo en las plazas, la caldera ardiente en los bancos y en el ánimo y en medio de todo yo, a solas en la tierra desolada, el cuerpo sazonado, las palabras rudas, las intenciones exactas, los momentos huecos, mis días y mis noches, disolución de espacio, mi hija abre la puerta, dejame dejame escribir, el libro de Oscar Wilde, la cama cálida, y vos, y yo, recuerdo todo lo que tengo recordar acá en este crisol de experiencias, y veo el día gris por la ventana, el cemento mojado y yo a solas en mi cuarto, el gas cortado, ligera fetidez que no podré eliminar, suprimir quitar descartar, el baño está helado. Monedas al aire. Monedas flameando en el aire, flotando ondulando en el aire, reemplazan la voz de mi conciencia ... las frías letras amarillas, fulgurantes relucientes en el estrato negro me dicen sí, mi hija que abre la puerta, las teclas de esta computadora, el libro de Oscar Wilde, mi cuerpo que sangra, renovación de útero en esta confusión de sangre y coágulos, su espíritu enlazado al mío, ondeando en el aura rosada, su espíritu ayer desandaba, preso de demonios, de culpa y recelo...

Culpa. Crisol. Palabras fundidas en un molde, este recurso me cura, este refugio me alivia, por este remedio río y bailo y me pongo una peluca plateada y la sombra ovalada de mi cara y el verde de mis ojos velado, río mientras la tarde cae y en el cuadrado cuadriculado la tarde gris y el cemento mojado, el colectivo y el señor aislado, los comercios vacíos, los bancos cerrados, lunes a la tarde, soy dichosa o desdichada, muy contenta o desgraciada, venturosa malhadada, desastrosa o atinada, apocada afortunada, oportuna infortunada, eficaz desventurada, esta es mi rutina, mi ruina. Mi uniformidad, mi igualdad.

(de S/titulo editorial La Bohemia, 2002)




NOSTALGIA POR EL JARDÍN DE EVA

El ritmo es circular
se mide en tiempo

se muestra en el óxido
de la materia
que cambia las tonalidades
del verde al rojo del rojo al negro.

Los frutos podridos,
retornan a la tierra y todo es

cíclico
transmutación de la carne entre
humus espeso
metamorfosis
en un árbol
de hojas angostas
repletas de oro.

El mar,
matriz de la tierra
su útero gesta
mis trances místicos
mi cordón umbilical se pudre
y cae
ya Eva es expulsada del Edén
por su pasión de mula ciega
por ser ángel caído
soberbia y arrogante
Eva frente a Dios se rebela
a obedecer la orden:
"No comas el fruto
del árbol de la sabiduría,
no me preguntes,
déjate guiar”.

y Eva dijo:
"¡No, por qué, quiero saber
soy como Dios!",
y Dios la dejó sola
en su pasión de mula
ciega en su osadía
vagabunda esencial por sí misma
Eva vagó y fue Venus
entrando a la rueda del tiempo
el óxido mutó su materia
ya que antes de eso
ella existía fuera del ritmo
sonriente en el número 12
de la Avenida del Paraiso.





EL LLANTO DEL FENIX

“La altivez del pavo real es la envidia de Dios” (William Blake)


Me duelen las alas, se queja mi cuerpo
del peso que lleva, lo aplasta
me ahoga el canibalismo
de los otros
no abro los ojos
del miedo a verme despierta
en medio de la curva
peligrosa de la muerte.

Me duelen las alas
Y oxido mi garganta por no hablar
con voz al volumen del trueno
y añoro un origen de leyenda

clonada por las hadas

y no lo que pasó
mi madre es una extraña
mi padre que era un héroe
del semen de un dios bravo
fue de verdad
también un extraño
un hombre indiferente.

Me duelen las alas
se queja mi cuerpo
así es esta senda
ya surgen
rosales en las zarzas
euforia
el viento abre mis alas
y planeo sobre el valle.

II
alas rotas
los patos vuelan bajo
los pavos vuelan poco
vuela mariposa
que morirás pasado un día
vuela mota de polvo y serás
un arco iris tornasolado
las motas suspendidas en el tiempo
bajo un haz de luz de sol

corre caperucita
que están abiertas las fauces
del lobo feroz

llora tus lágrimas
de plata
Ave Fénix
llora y regenera con tu bálsamo
mis alas rotas.


de Nostalgia de Eva, Poemas 2006.




ADICTOS A LA BELLEZA
(Geografía de Barcelona)



Acto I

esta vida sin repuesto
anímate mujer

morir de glamour
me he quedado sin pase
mis universo es dominicana
¿por qué no lo diste todo?
sea como sea pase lo que pase
¿no era tu redención morir por mí?

Crac crac
las tripas apretadas
crac crac
camina sobre mi estómago


Acto II

Cambio brusco
a un estallido de verdadera felicidad
en la imaginada preciosidad de la ciudad
recupero el equilibrio
si detrás de los abismos hay colinas
la escarpada garganta del diablo
trepé por ella y estaba Dios.
Desde el abismo
una mujer imaginada
bella como un sueño
y minusválida para la emoción.


Acto III

Adictos a la belleza
y al vértigo del amor.
La silueta de los edificios góticos
y los maniquís de Paseo de Gracia.
La caída del roce de tu mano
y una pupila clavada en otra
al mediodía por la ciudad.

Adicta al espectáculo del mar:
una ventana abierta
y en el cielo del otoño
una banda de gaviotas
llevando en el pico los peces del mar.

Adicta a los cuerpos enlazados
por la noche y a la lujuria
del terciopelo de una piel
contra otra piel.

Adicta a vos.

Adicta al mar y al color
de las hojas del bosque
en los atardeceres sangrantes
del verano.

Adicta a retener entre mis dedos
aprisionar
revivir
recordar
el sabor metafísico de la belleza
y de ese deseo al cual le decimos amor.

Acto IV

adrenalina
euforia
aviones
trenes
aterrizaje
despegue
cambio constante
cambio continuo
cambio adrenalínico
extensiones gigantescas de desierto
en la noche cerrada del alma
donde llegamos al limite
vos y yo




VUELO RASANTE

te gustan mis frases tontas?
esas que saco en cualquier lugar

recorren las letras
tu sinuosidad

lo sinuoso
de la ruta de las curvas

me siento bien
tengo adentro a todo
oh estos remolinos!
el pelo al viento
el barco que sube y baja
como en un parque de diversiones
una tortura
que
nunca acaba

en vuelo rasante

lo huelo
de cerca
su aliento me silba en la nuca
muy cerca
del neón de la salida
para no mirar atrás
para no enfrentar sus ojos
y gritarle dejá de seguirme!
Dejame en la oscuridad
hace frío en el bosque
cuando los ojos están abiertos y no ven nada
porque las hojas de los árboles
que en el día son verde esmeralda
de noche
atrapan dentro de ellas la negrura.



Nota:-Nací en Buenos Aires en 1971. Empecé a escribir un diario a los 10 años que sigue engrosándose hasta el día de hoy. Escribí dos novelas que están inéditas, Ysatis (1994) y Freak Out (1998), una recopilación de prosa poética “S/titulo” por Editorial La Bohemia (2002) y el poemario Nostalgia por el Jardín de Eva (2006).
Amante del mar, residí por temporadas en Brasil, Barcelona y Mar del Plata.
Soy tarotista profesional desde el año 2002.
Actualmente vivo en Buenos Aires con mis hijos mellizos y dirijo el Arcanos de Luz, un emprendimiento espiritual que nació en Internet en el año 2007, aplicando el lugar donde se gestan arte y mística.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Rodolfo Godino


Para escribir el poema

The poem
is complex and the place made
in our lives
for the poem.

WILLIAM CARLOS WILLIAMS


1
Esta es la ley callada:
por más que escandalice,
la verdad interior
-que traba la lengua y anda por su túnel
resistiendo a sí misma-,
debe ser descubierta.
Eso no daña el prestigio
del corazón multiforme,
que debe insistir
y ser escuchado aun como culpa,
omisión,
error, miedo, memoria
o sed inconfesa del cuerpo:
la historia de una combustión
siempre acorralada.
De lo contrario sólo se alumbran
fenómenos de oficio,
ningún animal completo.
Esas reticencias glaciales
consumen su invalidez, y su sanción
es muerte verdadera.
Aunque suene
trágico, no hablo del infierno
sino de palabra estéril.

2
Sin las cosas no hay poema.
Un hombre bajo hechizo
registrando una revelación personal.
Esa es, aunque no pueda
ser probada, la ley de lo creado
infinitamente repetida:
podrán engarzar el cuerpo
en los viajes de la savia, de la luz,
filtrando violencia y acidia
en las crisis graduales de la carne
no humana del mundo natural.
Amándolas, sin alegorías,
serán parte, maderas, flores,
unidos en los cambios
y en el renacimiento, en los ciclos
de silenciosas convulsiones.
Nunca la vida pequeña
será suficientemente expandida.

3
Con escrúpulos no hay poema.
Cuando la realidad cuestionada
se retire, lo ambiguo crecerá
en el exceso de conciencia,
sin discreción, aceptándose a sí mismo.
Mientras el mundo se disipa
y aun inclinados a lo juicioso,
retengan: lo fantástico se ajusta
por la razón; el gobierno
combinatorio de lo mágico se ejerce
puertas adentro
Lo que merezcan
y lo que alcancen no serán tormentos:
la humillación del oficio siempre guarda
un rédito solemne.
En la pelea
con la palabra inhábil, partes
del corazón y la verdad se pierden;
la imprecisión del espíritu
será imprecisión en la palabra.
Sin artificio no hay poema.






Una lejana conversación
In memoriam Carlos Mastronardi

El arúspice del río Gualeguay
me dijo "no hay objetos en sus poemas,
ninguna alusión al mundo visible".
(Durante años, cada vez
que sus auras dominantes se insinuaban
en la vecindad del poema,
temía por ese peso excesivo. Palabras
como plátanos, convoy o piernas
se sometían, precipitándose
hacia sustituciones y descarnaduras
que no ensombrecieran el fluir
del alma, su destello).
Cierto y no cierto, dije. En el comienzo,
lo que venía incrustado en las palabras
era real.
Pero también eran gemas
de ambiguo fulgor en la garganta.
Quizás por servir a un amo aún difuso
errantes naturalezas las regían:
en parte conductores eficientes,
en parte chispas aventadas,
golpes casuales sobre el fuego.

Nota: nació en San Francisco (Córdoba), en 1936. "El visitante" (Díaz Bagú, Córdoba,1961) .Publicó"Una posibilidad, un reino" (Colombo, Buenos Aires,1964), "La mirada presente" (Tiempo Nuevo, Caracas-Buenos Aires, 1972) ,"Homenajes" (Alfa Argentina, Buenos Aires, 1976) ,"Gran cerco de sombras" (Corregidor, Buenos Aires,1982), "Curso" (Antología 1961-1982, Corregidor, Buenos Aires, 1982), "A la memoria imparcial" (Tiago Biavez, Buenos Aires, 1995), "Centón", (Ediciones del Copista, Córdoba, 1997), "Elegías breves",( Ediciones del Copista, Córdoba, 1999) y en numerosas antologías. En 1994 obtiene el Premio de Poesía "La Nación ", otorgado por un jurado compuesto por Nicolás Cócaro, Jorge Cruz, Roberto Juarroz, Angel Mazzei y Octavio Paz.

lunes, 2 de agosto de 2010

Esteban Moore


Viejos papeles

Un sábado por la tarde
dedicado a la limpieza de la baulera a poner en orden trastos viejos
descubrí entre unas cajas de cartón un paquete envuelto en papel madera
atado con grueso hilo de cáñamo
oscurecido -----empolvado por el tiempo


Al abrirlo
encontré algunas cartas de mi abuela -recetas de cocina
facturas amarillentas de comercios que ya no existen
prospectos médicos
recortes de diarios
-principalmente de la página de avisos fúnebres
-estampitas de santos
[entre otros tantos registros
de su ordenado universo doméstico]
y varios cuadernos
correspondientes a sus últimos años de vida
en los que anotó en prolijas columnas
sus gastos --semana a semana
en el mercado --la panadería
-el pago del periódico
las cuentas de medicamentos
-del pedicuro
-del oculista --de sus médicos


También estaban asentadas las sumas que donaba regularmente
a la parroquia de San Patricio
a estas entradas les sigue la leyenda:
" le dejé una botella de whisky al párroco"
y el precio correspondiente de compra
Testimonio fáctico de una estrategia personal para ganarse un lugar
en el cielo






La fotografía

El marco de plata trabajada de unos 14 x 10 cm.
estuvo olvidado dentro de un sobre
en uno de los cajones de un mueble
vaya a saber cuántos años


Hasta que un día fue descubierto por una de mis hijas
quien sacó de él una vieja fotografía
lo limpió --le dio brillo
y lo utilizó para colocar la foto de su novio
-ya no recuerdo cuál-


Esa fotografía antigua -de color sepia
de una mujer joven y una niña
con largos vestidos --abrigos con cuellos de piel
sombreros --de fines del XIX o muy de principios del XX
botines acordonados - tacos casi imperceptibles
anduvo dando vueltas por la casa
--habitó rincones sin luz


No se quién volvió a encontrarla y la dejó sobre la mesa del comedor
entre un montón de papeles



Una tarde de domingo con lluvia
decidí poner orden y archivarlos
entonces llegó mi turno de enfrentarme con esa imagen
la miré detenidamente
-----me inquietó la adustez de los rostros
la tristeza en sus miradas



En el reverso mi abuela había escrito
/era su letra no había dudas/
en tinta negra y con pluma fuente
" Tiíta Flo y Helen Kathleen,
quien murió de fiebre escarlatina,
a los once años de edad, en St Cloud , París"
(Aunty Flo & Helen Kathleen, who died when 11 years old,
of scarlet fever, in St Cloud, Paris)
Tenía también el sello algo borroneado del fotógrafo
Gilbert Frères (peintres photographes)


Quiénes eran
esa mujer joven y esa niña
retratadas en las afueras de París
Qué hacía esa fotografía antigua
entre los recuerdos familiares
--ya desaparecida
la generación de nuestros abuelos
nunca llegaré a saberlo


Quizás alguien en un suburbio dublinense
o en algún pueblito en el condado de Longford
tenga una vieja fotografía de una joven pareja
sonriendo ante la cámara
en un estudio fotográfico de Buenos Aires
o en la rambla de Mar del Plata
y se esté haciendo preguntas similares a las mías






"Mirá eso, pronto no lo volverás a ver"

El sol arde en los rastrojos de trigo
rebota en la ruta ---------------forma espejismos en la distancia
Estábamos saliendo de la curva anterior al cruce de la laguna
la cupé se afirma decidida en la larga recta
repentinamente mi padre comienza a bombear los frenos
antes de clavarlos
Las cintas chillaron en las campanas
las gomas quemaron caucho
y casi me golpeo contra el parabrisas
cuando con un volantazo firme
bajó a la banquina poceada
casi gritando: “Mirá eso, pronto no lo volverás a ver...”
Eran Martín Gálvez y Degregori –el viejo- como lo llamaba don Cancela
reseros de oficio
montados en caballos bien mantenidos -un colorado de troncos
negros y un tobiano
Arreaban por la cuneta una tropa de vacas gordas -30 y pico o quizás 40
-algunas machorras en el lote
“Las llevan a lo de Cardoner...
hoy -hay remate especial...”
dijo mi padre al tiempo que levantaba su brazo para saludarlos
luego de ser correspondido
se calzó con firmeza el panamá de ala angosta
acarició dos o tres veces con la punta de la bota gastada
el acelerador de la Chrysler
-----una baturé descapotable del 36 – 6 en línea
-con radiador de aceite
y llantas de rayos----------------
que rugió ronca antes de morder nuevamente el concreto de la 205
Primera ----segunda --el bramido del motor flotaba puro
en la mañana caliente
tocó la palanca de cambios -punto muerto --aceleró en vacío
-antes de enganchar la directa
me da un golpe de vista y comenta satisfecho
que estaba tirando los cambios sin usar
el embrague
clava los ojos en el cemento y el cielo de nuestro horizonte inmediato....
.......y nos perdemos hacia el futuro





Instantáneas de fin de siglo



“Questi son gli occhi della nostra lingua.”
F. Petrarca


De los ojos –todos- el que perdura
en su brillo de agüitas
percibe de los sonidos el ofrecimiento
esta lengua que nos habla –lo propio
de los contrarios
alzados espectros flameándose en la aridez
del horizonte patagónico
paisajes
elementos en descomposición
excrementos –pedazos-restos-automóviles-
heladeras-
viejas máquinas inútiles
abandonadas en la frontera imprecisa
de las grandes ciudades
monóxidos carbonos-
relaciones de incertidumbre
Umnbestimmheit
fórmulas e.g. ( p.  q  h /4 ) 8
en la que los símbolos
auguran visiones /músicas/ suma de cosas en la sombra
–nombrándose
del eléctrico rolar de sus partículas
minima naturae –guijarros- corpusculum
corpúscula
la piedra
extendiendo de su golpe
suaves ondas en el agua quieta
círculos crecientes
presagios que vendrán-
el turbio ojo del temor
asomado a la mirada de Dédalo
mientras observamos a Ícaro
desplegarse en alturas-
cacareos
-ojos-
ésta nuestra ciudad
feble
esplendoroso espejismo
flotando el todavía opaco vapor
de las sombras
el gas de su veneno/
círculos violáceos
máculas –brote multiforme
estrellitas rosadas-
sarpullidos de ese otro cuerpo
apropiado en la profundidad de lo dado/
la mirada de vidrios de aquella mujer
blando pezón erguido
contemplando de su cielo la gradación del vacío
-ojos-
boquitas de pintura-
del peróxido el intenso rielo
en la cuidada cabellera de la rubia atlética

que solitaria macera
en el trabajado mármol de sus pechos
la leche agria del consuelo –la obsesión del tamaño
uñitas del esmalte-
-ojos-
las manos -el tacto de tus dedos
la tierna substancia de las esponjas
partes mínimas
sí…
y las palabras nunca y siempre
taladrando los muros del olvido
la voz extraviada de los cuerpos
lamentándose
en la madrugada que orea su escarcha
yuyos secos -ojos- aguas orinadas
las bocas unas con otras
el rumor de su búsqueda
unas a otras
voces que tantean en vano
las medidas de un cuerpo
que les quede
los cuerpos persiguiendo
de su nombre el lejano eco
la simple inscripción
en una lápida inexistente-
el deseo
radiante de él
aguardando a los verdugos
en el cadalso de la historia
bhutas
mutaciones
/la mierda de las palabras
/la máscara de tus labios/
los aromas del fuego
¿ anunciaciones ?
-ojos-
Heisemberg y Popper calzando guantes
en el círculo central
de un cuadrilátero sin demarcar
el grave trino de quién
anuncia a los contendientes:
“los Se…Ores Hissssember y Púper”
Pound, Eliot, ¿Valery? [Multiple choice
your choice based upon facts ????]
quién recuerda las reglas
del Marqués de Queensbury
su fecha de nacimiento
la luminosidad de la energía latente
en los cables que abrazan el foco encendido
quién predice la verificación de hechos
que jamás
serán registrados por la memoria de la especie
y… sí los ojos =siempre=
y de ellos ése que ante el iridiscente claroscuro
de fugaces estallidos
donde fluyen
en su representación tanta y multiplicada
todas las cosas
harto ‘de ver
por un espejo y obscuramente’
es seducido
de aquella abundancia


Nota:Buenos Aires en 1952. Poeta y traductor. Ha coordinado la Colección de Poetas Argentinos Contemporáneos del Fondo Nacional de las Artes. En su condición de cronista urbano ha dado a conocer: Librerías de valor patrimonial de Buenos Aires, (Dirección de Patrimonio, Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, diciembre 2003) y la reciente Pizzerías de Valor Patrimonial de Buenos Aires, (Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Junio 2006); ambos volúmenes realizados junto al artista plástico Horacio Spinetto.
En poesía ha publicado: La noche en llamas (1982); Providencia terrenal (1983), Con Bogey en Casablanca (1987), Poemas 1982-1987 (1988), Tiempos que van (1994), Instantáneas de fin de siglo (Montevideo, 1999, mención Honorífica Premio Municipal de Buenos Aires), Partes Mínimas (Mar del Plata, 1999); Partes Mínimas y otros poemas ( 2003, segundo premio de poesía, Fondo Nacional de las Artes); Antología poética ( 2004, Colección Poetas Argentinos Contemporáneos, Fondo Nacional de las Artes) y El avión negro y otros poemas (2007, Fondo Metropolitano de las Artes y las Ciencias de la ciudad de Buenos Aires).
Ha realizado la traducción de diversos autores de lengua inglesa: Lawrence Ferlinghetti, América desierta y otros poemas, Colección de Obras Representativas de la UNESCO (Ediciones Graffiti/Unesco, Montevideo Uruguay, 1996); James Laughlin, Los poemas de amor, (Editorial Martín, La Pecera, Mar del Plata, Argentina, 2001); Craig Czury, Tecnología Norteamericana y otros poemas (Papel Tinta Ediciones, Buenos Aires, 2003); Charles Bukowsky, Una de las más ardientes y otros poemas (Ediciones Laberinto, México, 2004); Lawrence Ferlinghetti, Los Blues de la procreación y otros poemas (Alción Editora Córdoba, Argentina, 2005), Sam Hamill, Ojos bien abiertos y otros poemas, (Dirección de Cultura, Universidad de Carabobo, Valencia Venezuela, 2006).
Asimismo tradujo a Joy Harjo, C.K. Stead, Liv Lundberg, Patricia Jabbeh Wesley y Chirag Bandel para la edición del XVII Festival de Poesía de Medellín (2007); Freedom TV Nyamubaya, Nguyen Bao Chan, Bassem Al Meraiby , Joe Woods y Gulrokhsar Safi; XVIII Festival de Poesía de Medellín ( 2008) y a Fatinah Quandil; Lenrie Peters; Fadhil Al Azzawi, XIX Festival de Poesía de Medellín ( 2009); Anne Waldman, Caroline Bird, Quamruzzaman, XX Festival de Poesía de Medellín, 2010.

En ensayo publicó: Primer Catálogo de Revistas Culturales de la Argentina (Ediciones Revista Cultura, auspiciado por la Secretaría de Cultura de la Nación y la Federación de Revistas Iberoamericanas, Buenos Aires, enero 2001) y ha dado a conocer en revistas y diarios textos sobre la obra de Alberto Girri, H.A. Murena, Horacio Salas, Lawrence Ferlinghetti, Allen Ginsberg y la poesía argentina contemporánea, reunidos en Versiones y apropiaciones, de próxima aparición.
Ha participado los festivales de poesía de Medellín, Colombia (1995, 2005 y 2010); Montevideo, Uruguay (1993); Rosario, Argentina (1994) Festival de Cali, Colombia (2005); Encuentro de Escrituras, Maldonado, Uruguay (2006, 2007, 2008 y 2009), Semana de las letras y la lectura (Rosario 2007), Encuentro Internacional de Poesía de Valencia, Venezuela (2006); V Semana Poética (Universidad de Dickinson, Carlisle, Pennsylvannia, EEUU) y fue invitado a la escuela de poesía The Jack Kerouac School of Disembodied Poetics, fundada por Allen Ginsberg, donde inició un proyecto de traducción y a la Schüle fur Dichtung in Wien , Viena Austria, donde expuso sobre poesía y traducción. En 2005 y 2010 dictó en la Escuela de Poesía de Medellín seminarios sobre la poéticas de los Beats.
Colabora con publicaciones del país y del extranjero. Su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, italiano, alemán, lituano, portugués y Albanés e incluida en diversas antologías

domingo, 1 de agosto de 2010

Ana Miravalles


1
Las calles agitadas por el viento
vuelven, otra vez,
a ser polvo arcilloso y detrás
de las máscaras de estuco
que, con ceño fruncido, miran
desde lo alto de las cornisas,
crecen ramas

y nosotros habitantes de este
desierto inminente
vagabundeamos con los ojos
entrecerrados
mientras los ladrillos
las cortezas de los árboles
y las conciencias
se pulverizan también,
y quedan flotando en el aire.




2
El desierto sería fascinante
si tuviera infinitos
médanos de arena, ocasos
radiantes de luz, frías las noches
y oasis con palmeras y agua
fresca en el fondo de un pozo
o en el espejo

inconmensurable

del horizonte.

Pero no.





3
Aquel sol brillante
en El Cairo
aquella mañana
temprano,
aquel agobiado sol,
el que veíamos
desde la ventana del hotel,
junto a las pirámides
en la vereda de enfrente
(como si un amanecer así fuera,
- no sé en verdad cómo decirlo-,
el privilegio
de quien se asoma primero
mientras los demás duermen)
ese sol que empezaba
a ser, ya,
para él,
el último
¿es el de esta
mañana gélida
que veo ahora
a través de la ventanilla
de la 504?
¿es el que ve
esta mujer a mi lado
que va a trabajar y siente
la escarcha cada vez más blanca
el barro cada vez mas resbaladizo
o el viaje en el colectivo
cada vez más largo?

Un amanecer así es
el privilegio
de quien puede

asomarse de nuevo.





4
Las lágrimas son
regalos inútiles,

y los poemas

incapaces de dar calor

a quien
(ahora ya no)
intensamente
los deseaba.



Nota:Ana Miravalles nació en Bahía Blanca en 1965. Es licenciada en historia, y en estos años se ha dedicado tanto a la historiografía y a la literatura clásica, como a la enseñanza del italiano. Algunos de sus poemas fueron publicados en la antología 23 chichos bahienses, Vox, 2005, y en las revistas Vox Virtual y Diario de Poesía. Actualmente trabaja en Ferrowhite (museo taller), dependiente del Instituto Cultural de Bahía Blanca.