La nieta de
Carolina
Dicen que
la viuda de la esquina ya está bien
que, ¡qué rápido se olvidan las viudas del marido!
la viuda de la esquina ya está bien
que, ¡qué rápido se olvidan las viudas del marido!
dicen que
el vecino, de jovencito se drogaba
y que se juntó con una minita a los veinte
el vecino, de jovencito se drogaba
y que se juntó con una minita a los veinte
dicen que
el viejo al que mataron el año pasado
andaba en algo raro
el viejo al que mataron el año pasado
andaba en algo raro
dicen que
hay pica entre Ernesto y Nicolás
y que es por la rubia del Renault gris
hay pica entre Ernesto y Nicolás
y que es por la rubia del Renault gris
dicen que
el pitbull de otro vecino le mordió la pierna
al pibe de la esquina porque estaba entrando a afanar
el pitbull de otro vecino le mordió la pierna
al pibe de la esquina porque estaba entrando a afanar
y cuando volvía del colegio
escuché que una señora le comentaba a la que iba al lado:
¿Viste Rosa,
lo que le pasó a la nieta de Carolina?
escuché que una señora le comentaba a la que iba al lado:
¿Viste Rosa,
lo que le pasó a la nieta de Carolina?
dicen que
a la nieta de Carolina, el gato le arañó la frente
justo el día de la foto del jardín.
a la nieta de Carolina, el gato le arañó la frente
justo el día de la foto del jardín.
Entonces llego a
Dock Sud,
y me hago referencia
a doce años atrás
cuando el viejo y
yo
mirábamos por la
ventana del departamento
y él me explicaba
no sé qué de los barcos.
Todavía hay algunas
palabras flotando,
barrio,
buque,
dársena,
humo,
gris,
enorme,
dársena de nuevo.
Paso por el puestito
de choripan que está entrando al barrio,
ahí en la vereda
nos sentábamos con
el abuelo los domingos.
Torre cuatro,
los edificios están
desordenados,
pero sé que el del
viejo
es el que le sigue
a la cabina con la cara del Indio Solari.
No hay gente entrando
ni saliendo,
las puertas son
horribles,
adentro está oscuro
y helado.
Los ascensores
tienen espejos.
me miro en ellos,
tengo ojeras, como
siempre
y ganas de llorar,
pero está bien.
Llego al piso doce
y
a penas doblo a la
derecha, lo veo.
Él parado ahí, tan
igual,
tan esquelético.
Me mira,
empuja el labio
inferior hacia arriba,
junta
las cejas,
sube
los brazos
despacio,
me acerco y miro
cómo se le mojan los ojos
celestes atrás del
vidrio.
Abrazo su grupo de
huesos,
en un abrazo que
dura doce años
y una columna de
lágrimas sube desde el pecho
con fuerza
y
aunque las cosas
estén mal en todos lados,
Dock Sud me sigue
gustando.
*
Es increíble cómo
se puede hacer tanto
en la vida
y que el mérito sea
tan poco,
como ese nene
que va sólo al colegio
que carga en la espalda
a demás de la mochila
todo el peso
del siglo XXI,
como quien es poeta
y sabe que
la propia poesía
es una bomba,
que no va a explotar
ahora
ni va a explotar
mañana
sino el día
en que ya no espere nada.
en la vida
y que el mérito sea
tan poco,
como ese nene
que va sólo al colegio
que carga en la espalda
a demás de la mochila
todo el peso
del siglo XXI,
como quien es poeta
y sabe que
la propia poesía
es una bomba,
que no va a explotar
ahora
ni va a explotar
mañana
sino el día
en que ya no espere nada.
Las miras
Otra
vez hay problemas
en los departamentos
donde vive mi abuelo
donde vive mi abuelo
esos
chicos
son como las abejas:
si nadie los molesta
ellos no molestan a nadie.
son como las abejas:
si nadie los molesta
ellos no molestan a nadie.
El
disparo salió
desde una de las torres
y alcanzó a un policía
en el peaje de Dock Sud
según el diario.
desde una de las torres
y alcanzó a un policía
en el peaje de Dock Sud
según el diario.
Diez
días después
el peaje ya no existe.
el peaje ya no existe.
Desde el puerto
y con largavistas
se puede ver a los chicos,
infantes concentrados,
apoyados
en los vértices de las ventanas
atrás de las miras.
y con largavistas
se puede ver a los chicos,
infantes concentrados,
apoyados
en los vértices de las ventanas
atrás de las miras.
A veces te imagino
subiendo
por la rampa de la estación
te hago zoom
te escucho respirar.
Entonces me acuerdo de la terraza,
del color de tu cara
o de los ojos que se cruzan
tomando una taza de café.
te escucho respirar.
Entonces me acuerdo de la terraza,
del color de tu cara
o de los ojos que se cruzan
tomando una taza de café.
Ahora estás en el andén
mirando y
jugando con tus pies
después con el cordón de la campera,
con el cierre de la mochila
y así
hasta que llega el tren,
y vos subís
y dejás solo en la estación
al sol,
que rozaba tu mano cuando la arrastrabas por la baranda de la escalera
que rozaba tu sien cuando dejabas de jugar y subías la cabeza
que rozaba tu boca
como la rozan
mis ojos
cuando no me mirás.
mirando y
jugando con tus pies
después con el cordón de la campera,
con el cierre de la mochila
y así
hasta que llega el tren,
y vos subís
y dejás solo en la estación
al sol,
que rozaba tu mano cuando la arrastrabas por la baranda de la escalera
que rozaba tu sien cuando dejabas de jugar y subías la cabeza
que rozaba tu boca
como la rozan
mis ojos
cuando no me mirás.
BIo: Nació el 18 de Julio de 1996, en Monte Grande. "El efecto es malísimo", publicado por La Carretilla Roja, es su primer libro.
El asunto es que no nos explote, como a esos torpes guerrilleros setentistas, la bomba en las manos.
ResponderEliminarEl asunto es que no levante justo la cabeza y descubra tus ojos acariciando su boca y ninguno sepa cómo mover.
(El asunto, bien por él, que parece saberlo, es no sacar el celular en la estación y quedar regalado al manotazo preciso del punga).
El asunto es querer decir algo, pero no encontrar nada mejor que esto, porque las palabras "me gusta" se las apropió Zuckerberg y ahora suenan a poco.
Otra vez hay problemas en las torres.
ResponderEliminarLeí esta noticia y me acordé de este poema
https://www.pagina12.com.ar/301120-asesinan-a-una-bebe-de-cinco-meses-durante-un-tiroteo