confesión/
tres[1]
Decido
contarlo todo.
Decir
que traigo el río,
el
bosque, la montaña.
Aquí
y ahora,
porque
ahora pero no aquí
el
río me está trayendo.
I
Porqué
este abismo incomprensible
en mi corazón…
¿cómo hago para dejarlo ir?
llorar, llorar, llorar, llorar,
llorar, llorar, llorar
hasta que
mis
lágrimas
sean
nubes…
¿Por qué duele tanto el amor?
Placer
Dolor
Amor
ES TODO
TAN parecido
II
si todo esto que
me aprieta el pecho
fuera a parar a otro lugar
¿a dónde estaría ahora?
no pretendo comprender
pero tampoco
hundirme sin sentido
¿estaré alucinando?
¿seré yo la que te abraza
en mi cama?
¿seremos nosotros?
Ahora vuelvo.
Descubro lo frágil
de la mente,
la fortaleza de mi
piel sobre tu piel.
“¿Cómo será tu piel
sobre mi piel
cardo o ceniza?
¿Cómo será?”
III
Conservar por un rato
la sonrisa, la sorpresa.
Conservar el llanto adentro
de un frasco o de un helecho:
sólo para humedecer la piel
en los días de sequía.
Reír de nada, reír como niña
o como rana, reír a llantos.
Separar un poco los hombros
de la cabeza, o de la silla:
bailar más seguido en el
supermercado
y cantar más fuerte en la calle.
Volver en bici, volar, llorar
sentir la prisa del viento y
pedalear un poco más despacio.
Viajar. La cabeza en un globo.
Creer siempre que voy a
encontrarte
a la vuelta de la esquina,
aunque sepa que estás lejos,
creer, y sonreír siempre antes
de girar.
Flores y peces
El sol
se chorrea en la nuca
de
quienes caminamos.
La
tarde cae sobre los techos de Constitución
y en
los andenes corremos
porque
alguien más corre.
Las
filas enormes de gente dibujan
serpientes
en la plaza.
El día
cae sobre las espaldas apiladas
y en la
esquina un semáforo rojo
entrechoca
y esquiva pisadas.
Entonces,
la siesta no buscada
los
SÚPER panchos,
los
heladosenvasotressabores a ocho pesos
las
monedas para los hijos del hombre que tiene SIDA! (grita)
y las
mujeres con bebés a upa, pasando por cada asiento
las
gaseosas
los
pebetes
y el
chipá -calentito, caserito, el chipá-
la moneda que pido honradamente porque no me
dan trabajo
El sol
entra de costado por los perfiles en la ventana
que
miran allá, que no miran
o sólo
se sacuden con el vaivén del vagón
como
nos sacudimos
con
cada final de día, los sueños de la mañana.
Entonces,
la parada
la tuya
el
camino hasta tu puerta, el hilo
de agua
que aún corre por la espalda.
Unos
segundos antes, me paro en el estribo
veo la
luz de la ciudad
que se
disputa con la noche.
El
cielo que no dice nada
me
invita
a
dejarme llevar por la luna.
Un
señor reparte un fragmento de la biblia
y
anuncia
la
llegada de Cristo
después
del diluvio.
Habla
y su
voz se funde con el freno.
Mientras
tanto,
me
crecen
flores
y
peces.
Escalofrío.
Aunque las piernas
pesan, corro.
¿hasta dónde
soportaré?
no miro hacia los
costados
no miro
hasta que la
cadena me tire del cuello
voy a soportar,
hasta que el dolor
sea más potente
aprieto los ojos,
aprieto el corazón
con violencia
y sangra como un
árbol, mutilado
¿hasta dónde
seguiremos así?
escribo porque la cabeza
estalla
porque mi boca
besa pero no dice
no digo
mientras tanto el
invierno pasa
como pasó el
verano y las hormigas.
Los pájaros me
vienen a buscar,
quizás… me vaya
con ellos
corro, un poco
vuelo.
Siento un temblor
acá
no de mis latidos
no de mis risas.
Me detengo ante la
puerta
no quiero abrir
cerraduras,
voy a esperar… una
semana más.
Aprieto mi cuerpo
contra sí mismo,
me abrazo, me beso
y me voy.
Ex[3]
abrazo
ex
terminado
del
mediodía
ex
abrupto
del amor
besos,
bocas,
canciones,
éxtasis
dejados
en un ex
-tiempo
-periencia
ex
traviados
placeres
hablar
de lo que
no
del extremo
opuesto
del
sí,
quiero
tan
complacida
por lo
que no
fue
que me
dio este
sí,
quiero!!
así,
hoy
no beso
así
no
bailo asá
no es
no como
con
mis ex.
para
ellos,
estas
líneas
quienes
me
plantaron
en una
plaza
me
enardecieron
me
olvidaron
me
quisieron
y no lo
sé
me
engañaron
y me
enseñaron
los
trucos
del
amor.
Sábado de mayo[4]
9:37
La poesía es mansa en la mañana
es pomelo, cereal y chía
los ojos brillan, profundos
como si se les hubiera metido un sueño.
Cuando la mañana me encuentra
a la mitad de la cama
la poesía es aroma y remanso
pestañas, pies tibios.
Por la noche sacudí mis letras
apretadas yacen por el piso
hojas de mi otoño
que barro en la mañana.
La poesía en la mañana
es casi un olvido
es risa, mates y
medialunas
es en su esencia más
verdadera:
aquella que no
permanece.
19:18
En el otoño el sol se cae
temprano, estirándose
las piernas de la noche
sobre mis hombros.
Las letras de la tarde
están cargadas de segundos
del tiempo-invento
que tuerce mi espalda.
Son las siete y no
espero a nadie
casi no ha salido
palabra de mi boca
todas cayeron al fondo
visceral
del sábado a la tarde.
Estuve comiendo
fósforos
de a uno, de a
montones,
con dulce de membrillo
para pasar el mate
lavado
(me entibia un poco el
cuerpo)
22:18
Por la noche la poesía
es atroz
(y aún no son las
doce)
como ya devoré todos
los fósforos
tendré que cenar
calabazas.
Ahora sí espero algo
que me sacuda
el cuerpo, las manos
después de ver a la
distancia
esta mesa revuelta de
libros,
sólo me queda aire
para amar.
Los pies atados a la
cama
y la luna que se pasea
burlándose de mí
de esta cabeza
encerrada.
¿Encontraré la llave
antes de que desaparezca la carroza?
[1] Poema que es parte del libro “Cardo” (Club
Hem Editorxs, 2013)
[2] Poema que es parte del libro “Cardo” (Club
Hem Editorxs, 2013)
[3] Poema que es parte de la Antología Relámpago
(Pixel, 2014)
[4] Poema que es parte de “Mestizaje de pájaro y
papel” (Estrellas de Cordel, 2011)
Bio: Nací al sur del continente, entre
árboles, montañas e inviernos largos. A los 18 me mudé a La Plata para estudiar
Antropología y acá me quedé.
Colaboro con varias editoriales independientes
y autogestivas: Estrellas de Cordel, Club Hem, Kula Antropología y La Caracola.
Hace dos años que coordino un espacio de literatura y otras variedades
crecientes, el Ciclo Semilla.
En el 2010 publiqué mi
primer libro de poesías de edición casera: En
el transcurso, en un proyecto de producciones artesanales “Estrellas de
Cordel”, en la misma editorial publiqué en 2011 “Mestizaje de pájaro y papel”. En el 2012 fui seleccionada para
formar parte de la antología “El último
día del verano”, coproducida por Club Hem y Pixel Editora y en 2013 se
publicó “Cardo”, uno de los 6 libros de lanzamiento de la Serie Ojo de Tormenta
de Club Hem.
Gestiono dos
blogs: http://colombinaybuho.blogspot.com.ar/ y http://www.lacolombina.blogspot.com.ar/
No hay comentarios:
Publicar un comentario