sábado, 18 de junio de 2011

Rosa Machado


Ceremonias suntuosas

Si todas las personas del planeta
se bañaran todos los días
se acabaría el agua potable
Por eso los pobres limpian su alma
en otras aguas
y de este modo soportan
el lujo de esa otra parte del mundo
Todo lujo esconde algo vulgar



Los Guardianes

Entre los millones de fragmentos
dispersos en el universo escrito
los que el poeta invoca acuden
cuando levanta los ojos pidiendo una respuesta.
La inteligencia del camino
tiene guardianes atentos.
Paisaje oracular que hace del poeta
un visionario traspasado por los tiempos,aunque lo expone a la más ingrata
de las intemperies materiales.

Golpeado por los vientos


Los hermanos vinieron a vestirlo
en la muerte
Jugaban con él como de niños
Tentaban sus piernas de bailarín
del siglo pasado
Trajinaban el cuerpo heroico
del dios ingenuo
Lo alzaron como a un niño
para que la madre no lo viera
dormido en la vereda
Una camisa blanca, un buen traje,
mocasines, corbata
Libre de la prisión de la materia,
le llenaron los ojos de alboradas
y se quedaron con todas las palabras
Resuena su voz en la memoria
Su risa, de reírse hasta el enojo,
y el canto humano del hermano


Nota:Rosa Machado nació en Salta en 1954. Sus libros publicados son “Canción de la ballena” (1993), Fiesta de mandarinas (1999) y Salmos domésticos (2001).

jueves, 9 de junio de 2011

Dorilda Pereyra


3

Lo sé
no quiero ver.
Me interno en este río
que canta
busco piedras redondas
las acaricio
las dejo en su lugar.

La primavera
llenó la casa de jazmines.
Dejo que su perfume
me vuelva inofensiva;
lavo mis manos de la sangre de ayer
y me siento a mirar como aparecen limpias
las estrellas.




4

En enero escucho a pájaros hambrientos
posarse en la higuera
lanzar gritos agudos
y luego el sonido de higos que caen
indefensos.

(La higuera se balancea indiferente con sus ramas pesadas.)

El tiempo pasó
y ahora cocino ese verano en almíbar
con el perfume áspero de febrero.




11.

Calles grises, el olor a abandono,
La tristeza, el caos, todas esas derrotas.
Y el frío. El frío.

Rara lluvia de Julio sobre el patio
de entonces

Aquel pacto no hablado que nos unió.
La astucia y el amor con que inventamos
la esperanza.


17.

Llueve en La Bolsa, un gallo anuncia el día.
A distintas distancias
los pájaros arrojan sus cantos al voleo
y enlazan las ramas dormidas.

Yo miro cómo la lila
aún sostiene sus racimos de flores,
miles de insectos
susurran un motivo prudente
parecido a sí mismo,
un sonido que me envuelve de dicha.

La vida ha fermentado una dulzura quieta:
mi alma, como el pasto, la tierra,
las hojas de los árboles
elabora sus jugos.


Nota:Nació en 1932 en una zona rural entre Arroyo Cabral y La Palestina, en la Provincia de Córdoba. Tiene inéditos libros de poemas y de cuentos. Veinte gansos es su primer poemario publicado y a él pertenecen los siguientes poemas.

martes, 7 de junio de 2011

Valeria De Vito



ESTRELLA POP
La primera noche del campamento en las Sierras, chicas y chicos arrimamos nuestras bolsas de dormir. Llovía a cántaros y nos juntamos todos bajo el tejado de un quincho. A los pocos minutos de apagarse la luz alguien empezó a silbar y cada vez más, intensamente… El cura se levantó, prendió la luz y nos gritó: “A ver si la cortan malparidos”. Y al apagar la luz, otra vez ese sonido encendió al cura.
A la mañana siguiente, vos y yo nos besamos detrás del baño que escondía el ombú. Fui la estrella pop del fogón guitarreando cada noche algunos salmos clásicos y otras de Faby Cantilo. A la hora de bañarse, conocí los cuerpos perfectos de las chicas de la iglesia, que se paseaban en tetas de ducha en ducha para prestarse el jabón. Era la primera en salir. Quería terminar rápido para que toquemos las de Led Zeppelin.
Volvimos juntos de Tandil a Retiro y de Retiro a la villa con nuestras guitarras en la mano. “Y ahora qué” preguntaste nunca respondí.
Después de tantos días al aire libre, de compartir las historias de amigos y la misa de las siete, de las estrellas en la noche, las caminatas y el campamento, aprendimos a tocar juntos “Escalera al cielo”.
Nunca entendí tu forma, no la conocí. Las historias de los pobres son milagro ahora si las cuenta el Papa por TV.



ASUETO
Hoy no trabajo. Aún así, estoy sentada sobre el andén. Me gusta escuchar el momento exacto en el que llega el tren mientras suena la campana. Los vagones flotan sobre un sinfín de acordes los rieles chillan y una sirena de policía tapa la sinfonía que diariamente me acompaña. Esto es el oeste: cualquier día es todos y muchos no hacen uno. Día es respirar sol, perros, helados de crema a tres pesos, la calesita de la plaza. Vos corrés acelerás el paso y a mi me toca ir detrás. Llego a la primera avenida después de dos horas de viaje en hora pico un poco más y estaría en la playa. Esto es el oeste: cualquier día es todos y muchos no hacen uno. Día es ver la playa con vos mate, agua helada en los pies, primaveraverano, nadie me pregunta qué hago. Me cuelgo mirando a través de la ventanilla y escucho tu mensaje: “No me esperes, estoy cansado.” Es la llamada perdida que nunca sonó. ¿Por qué no suena el celular? Abono fijo, abono intuición. Si existiera, bajaría el ringtone de la campana que anuncia que el tren llega.
Vuelvo acá. Ayer mataron a un vecino, quien le disparó tenía veintidós igual que él. “No entiendo cómo pasó” La mujer policía explicó en el noticiero. Mi abuelo siempre me decía: “Poné el noticioso a ver qué pasa” y a mi me daba fiaca levantarme de la otra punta de la mesa para prenderle la tele que no tenía control remoto y sobrevivía a varios ataques de él. Una vez vi cómo le revoleó un sifón a la pantalla enojado por algo que le pasó; mi abuela lloraba, mientras limpiaba el piso. Antes yo quería ser la mujer maravilla defender del mal a las personas, perseguir el crimen; Ahora no se cómo cuidarme de quien tiene miedo, igual que yo


NECESIDADES BÁSICAS
El frío quiebra todo, te hace perder oxígeno, te hace sentir solo. Empieza el otoño y con él la angustia de la tierra reseca y las hojas amarillas.
Bien temprano se oyen los tacos de las chicas del barrio que van a trabajar. La neblina no deja distinguir más allá de la vía ¿La cajita feliz o la caja del pan? Contemos calorías y saquemos conclusiones.
El kilo de yerba a $46. Me queda la fe y notar cómo va creciendo tu pelo o cómo servís el té llenando mi taza de ideas.
El noticiero de las seis AM no muestra cuando nosotros nos besamos en el furgón del Belgrano Sur, ni que te cepillás los dientes con el dentífrico de Spider-man, das risa.
Mientras tanto, me crecen alas. No sé muy bien si para volar o para levitar el tiempo. A veces, las alas son como los párpados suben y bajan lentamente al compás de la respiración. Cubro las necesidades básicas para no perder el ritmo.


Bio: Valeria De Vito nació en diciembre de 1977 en Buenos Aires. Estudió Castellano, Literatura y Latín en el profesorado Joaquín V. González (CABA). Coordina espacios de lectura y escritura creativa. Trabaja como docente de lengua y literatura. Dirige el sello editorial El ojo del mármol (poesía latinoamericana actual). “Colección de fantasmas” es su primer libro.