domingo, 28 de noviembre de 2010

Gabriel Impaglione



Che aquí allá


¿quién habrá de juntarte otra vez?
- Juan Gelman



He visto tu boca
multiplicarse en la caravana de los libres
en ollas callejeras fábricas forestas
y tus pies en los senderos del surco urgente.

He visto tu brazo fértil tensar futuro aquí allá
y tu brazo de agua alargarse a los hombres de la tierra.

Tus ojos en la noche cerrada: en la violenta
noche de las injusticias.

He visto en el centro del día tu corazón al galope
un palmo de tu piel
componer la cicatriz del compañero.

He visto bajo gastadas camisas
tus pulmones cansados
y en las orillas de los rumbos
las flores silvestres de tu silbo.
Y en cada niño tu sonrisa amurallada de ternura
y tus manos trepadas a herramientas al cielo
en llamas al viento ingobernable
a las campanas del siglo.

He visto
en cada uno de nosotros
un gesto tuyo que nos hermana.

¿Quién casa por casa llamará a componerte
en la hora infinita?





Jack contra la máquina
A Jack Hirschman

Nueva York huele a pólvora y orín,
nube de carbones que parece noche
la ocupa como un regimiento
aerotransportado
desciende - oh dioses violentos- sobre los techos
y asfixia el aliento de las rosas
que sueñan en el piso cientoveinte.

Washington huele a fosa común y fósforo
- luto de lejanías que los muertos que matan
cargan en sus borceguíes de regreso a casa-

es el vapor de la máquina del lucro,
engranajes macizos
estridentes feroces trabajan a destajo
liberan vapor de sangre calcinada
que se condensa y cae -- polvillo sin pausa--
empantana la música pegotea la voz
hasta cambiarle el sentido a las palabras.

Tu país, Jack, se ha llenado de dolores ajenos.

No hay pequeño pueblo sin llanto importado,
no hay mirada sobre el parque
que no reviva la extraña flor pisoteada bajo balacera.

¿Porqué no escuchan la voz de los poetas?

Otros senderos de lágrimas se abren en la tierra
empujados por la avidez y los fusiles.

¿Porqué no escuchan la voz de los poetas, Jack?

¿Qué heroismo la repugnancia?
¿Cómo se dice basta en tu país?

Jack... pisa punza aplasta la máquina
sangra te tajea te desangra de miedo y luto cada vez.

¿Vale un hombre unos gramos de bronce?
¿Quién gana una guerra?

¿Porqué ha de ser el niño
que juega en un parque de San Francisco
el próximo muerto que mate y muera?

El Mississippi lleva en sus entrañas harapos
de niños rotos que descarga en el mar
como manifiesto incontestable.

Y en Washington ese vapor...

constante corrosivo lleno de dientes
huele a fósforo, es polvillo
que mata las hojas de la hierba
le cambia el sentido a las palabras.

¿Porqué no escuchan las voz de los poetas, Jack?








Codicia


Diluvio de óxidos donde barca alguna salve nada
agua roja de tajo de cañón y de billete
agua roja para la amapola y los grillos
agua roja para el niño y la mujer y para el río
sobre todas las casas y los campos
sobre cada paloma y cada palmo de ay y de socorro
un diluvio caliente de óxido con hueso quemado
sobre tierra dividida sobre manos caidas
colibríes peces algodón manzanas
sobre cada refulgencia ahogada en sí misma
sobre silencio fragmentado y alertas inútiles
sobre las hojas de los diarios impunes y los impunes
sobre las huellas en la arena y la hierba de las plazas
un diluvio caliente de terminante óxido
alzando vapor de hachas bocas rotas
sobre el viento de piedra de maquinaria negra
sobre refugios llantos refugiados
diluvio caliente de terminante óxido oxidófago
que completará la nada hasta que polvillo luego
como larga noche lenta y muerta
se acumule espeso brutal lleno de dientes
asfixie el sueño del humus borre cauces
grietas senderos cada vestigio de la historia
hasta establecer su gobierno de oquedades
el hueco de la metáfora destruida..




Acta de Defunción

La muerte de un infame

Se murió el gran gusano el cretino la gran hiena
ahogado en su propia baba de bilis antropófaga
se murió el capitán de cloacas y lavabos el nefasto
ahogado en su mar de venenos en su gran ola de muertos.
Se murió el genitor de esmas el patrón de la mierda
el húmedo árbitro de vidas y vuelos de la muerte
se murió el palmípedo voraz el emplumado fósil
ahogado en la viscosidad de su saliva tóxica
una diarrea con moscas muertas se le agolpó en la boca
de comulgar y compraventa y le asfixió las órdenes
los dictados de tortura y bala de picana eléctrica
se murió la bolsa de basura el vejete extorsionador
relleno de soberbia pedazo de la bestia carnívora
ahogado de tanta sangre ajena de tanto festín
putas delirios de grandeza oh todopoderosa cría
del infierno! Se murió ahogado el decrépito rapaz
el violador el gran escupitajo del último círculo
se murió de un derrame infecto el verdugo
el desaparecedor el capo del espanto
en la cama de un hospital el muy secuestrador
tan cama pozo negro alabado por ratas
y malnacidos tan rodeado de un muro
de pura luzmemoria que le mordió los huesos.

Massera, el ex verdugo, murió reo el 8 de noviembre 2010.





Nota:Poeta, narrador y periodista argentino.
Morón, Provincia de Buenos Aires, 15 de enero de 1958.
Reside actualmente en Sardegna.- Italia.
Ha sido traducido al portugués, italiano, sardo, francés, catalàn, gallego, inglés, rumano y búlgaro.
Publica en innumerable cantidad de revistas literarias electrónicas y en papel de todo el mundo.
Dirije la revista electrónica de poesìa Isla Negra.
Blog de la revista Isla Negra: http://isla_negra.zoomblog.com - http://revistaislanegra.blogspot.es
Blog personal: http://gabrielimpaglione.blogspot.com
Es Co- fundador y organizador del Festival Internacional de Poesía “Palabra en el mundo” que se desarrolla cada año, durante mayo, en cientos de ciudades del mundo contemporaneamente

viernes, 26 de noviembre de 2010

Mónica Angelino


Sin vuelo

Encontré una mariposa en mi ropero
murió disecada con una pestaña
colgaba de una percha
se ve que tenía frío
intentó cubrirse con mi bufanda
y solo alcanzó a cubrirse la mitad del cuerpo
la retiré de la pestaña
la sostuve entre mis manos
tenía escrita la palabra sueños
y las letras se le caían silenciosas de las alas
tengo muchos cadáveres en mi ropero
cuelgan de mis perchas
amortajando sueños.





Aún es posible

El camino es tortuoso
la mano busca des-esperadamente
el ovillo de hilo

alguien golpea la puerta
una luz indecisa se cuela
por el escarpado camino de penumbra

y permite ver que aún
es posible encontrar
peces de colores
en el mar muerto.






No quiero

Cuando venga
que traiga careados los dientes
la quiero presta robusta enérgica
colmillos filosos de grandes bocados
la saliva atenta furiosas las garras

si es hombre
los tenga bien puestos
si es mujer
no tiemble
no ande flirteando
que le meta ovarios

y si tiene estómago
que no tenga dispepsia
porque tengo vinos
que aún no he probado
porque tengo en frío
litros de cerveza.





***





Mías
mías son
mías son las voces

a veces no escucho.






La que no se ve

Esa otra que me habita
tiene manos de agua
ahogando su nombre esdrújula

muertes viejísimas

surcos
que fue sembrando
-a veces semillas buenas -

tiene mordidos silencios
tinta entre los dedos
un abecedario torcido
tierra
y lágrimas de rodillas

una loca que camina
y que grita por lo bajo
arrancándose las liendres
cuando todo está dormido.








¿…con vos?

¿En qué pantalón
te olvidaste los bolsillos?

¿ por los agujeros
de la camiseta
se te escapó
tu sonrisa?

¿qué pasó con vos?

¿qué te hicieron?

¿le pusieron trampera
a tus pájaros?

¿te vendieron los grillos?

dicen
que la calle está dura

el pan de antes de ayer
hoy te lo comiste

es mentira

dura es la piedra
que mastica el hambre.









Es tiempo

De sacar las patas de la olla
mover los molinos de momias oxidados
sacudirse las pelusas del bolsillo
tirar a la mierda los trastos que no sirven
patear la soledad para el costado
gritar a todo ovario la voz del desacuerdo
romper el sobretodo que llena los pulmones de afonía

cargar con todo

subirse al elefante de la lucha
pelear a labio partido

es ahora
es hoy

me planto en la vereda del quiero

y me pongo la casaca de guerrera
armada hasta el calcáneo
de poesía.


Nota:angelino nació el 5 de septiembre de 1959 en Gral. Rodríguez - ciudad en la reside -, provincia de Buenos Aires, la Argentina. En 2007 publicó su artesanal “El vuelo” (poesía de bolsillo). Fue incluida en las antologías “Sinfonía abierta”, “frente al espejo”, “Poetas y narradores 2007”, “Universos diversos 2009”. Desde 2008 edita el cuadernillo de distribución gratuita “Poesía pan caliente”. Su último libro de poesías “Ruidos de la sangre” fue editado también en forma artesanal en 2010. En Gral. Rodríguez, junto a otros escritores coordina el café literario Caza poetas. Es socia fundadora de UDER (Unión de Escritores Rodriguenses).

jueves, 25 de noviembre de 2010

Sergio de Matteo


En la mirada toda la luz posible

Yo, en cambio, nací en el pueblo y sufrí en el pueblo. Tengo carne y alma y sangre del pueblo. No podía hacer otra cosa que entregarme a mi pueblo.

Evita

En el horizonte se precipita el vuelo de los pájaros.
En cielos así se suspende la mirada de los hombres libres,
entonces, alas han de tener las utopías.

Toda memoria ilumina; se recuesta en la infancia.
Las ollas renegridas consuman su ritual cotidiano
en la escuela, en el hogar; bullen vaporosas, aromáticas,
y resuenan sobre las cocinas como coro jubiloso
alimentando el alma, nutriendo la vida, los sueños.

Del mismo pueblo nació tu designio, Evita;
y bajo la urgencia de la hora fundaste una estirpe de luchadores.
Tu voz religada al amor de los obreros y de los grasitas,
enseñoreando tu figura, denostada pero inmensa.

Las manos son portadoras de la esperanza,
sin embargo, sobre las espaldas crecen las sombras
como una patrulla enloquecida;
y confabulan queriendo enceguecer la historia.

Compañera, somos tus suplicantes
en la noche oscura, en el alba luminoso.

Has transitado irreverente y sin escalas por el tiempo,
aunque fueron implacables ambas contiendas;
lo hiciste como si viajaras en largos trenes marrones
con nuevos destinos y tareas más urgentes;
pero a tu paso has ido dejando parajes sin tristeza,
a la vez que anunciabas las estaciones para la resistencia.

Te profanaron y regresaste al pueblo,
junto a tus hijos predilectos;
más santa y más amada
que la patria misma.

Somos tus suplicantes, compañera,
con el rezo y la sangre en la garganta.

Musitamos tu nombre en la calle
llevándolo como bandera a la victoria.
Eterna es tu esfinge, capitana,
en el canto furibundo de los descamisados,
en la vigorosa pincelada de Carpani.

La lluvia todavía sabe amarga.
Los humildes han quedado huérfanos
pero con la llama enhiesta para no ser vencidos;
por eso fueron tantas las flores por tu dolida ausencia.
Los jardines se quedaron vacíos y solitarios,
con las ramas caídas, con los colores compungidos;
y esa tierra casi seca se ahogó en lágrimas:
un llanto popular en la lúgubre despedida.

Te merecías todo el sol; todos los soles…

Somos tus suplicantes, Evita,
los privilegiados de tu renuncia y de tu sacrificio.







Semillas

“Sólo desnuda da sombra la flor”
Roberto Juarroz


I
Enciende el fuego
enciéndelo,
encendidos todos los fuegos
repártelo;
pero al fuego
de los fuegos,
protégelo.


II
Entrar a la noche
para desnudar a la flor:
con ambas manos
destejer los hilos de su cuerpo.
Y en el crepúsculo
renacer desde la sombra
ante la flor desnuda.


III
A cada paso que das en el mundo
arriesgas tu luz, pero no toda tu luz.
Aunque a veces cruzas los puentes
y haces equilibrio en los andamios,
sabes que acechan siempre las sombras.
A pesar de todo, das pasos en el mundo.


IV
Un hombre sostiene en sus manos
dos corazones
como si fueran pájaros
desafiando al viento;

ese hombre rastrea pulsaciones de luz,

tiembla sobre sus piernas,

se socava y nombra.

Canciona.


V
Una mujer cautiva a un hombre
y lo sostiene como si fuera una rama
lidiando contra el tiempo.

Esa mujer apaga incendios,

su beso es el paraíso.


VI
La distancia
entre ambos resplandece,

se cierra
para ocultar la sombra,

quiebran la luz:

una noche de amor puede ser infinita.







ILYNX

“Solamente en el curso de una vida preñada de destino
se diferencian entre sí los hombres y adquieren carácter propio…”

Erich Auerbach

Sobre railes de dolor
(sobre railes de dolor y sufrimiento)
ahí llega un tren
(ahí llega un tren de largo sufrimiento)
sobre railes de dolor
(sobre railes de dolor y sufrimiento)
oh muchacha sopla su silbato bajo la lluvia

¿Quién es el conductor de la máquina?
(el conductor de la máquina está más allá)
su nombre es Memoria
(Memoria es su nombre)
oh Memoria es su nombre…
Nick Cave


Horse power
Tras el linde de la ventana
—ante mis ojos
ante esta imaginación
todavía retenida
en los reductos del sueño—
el crepúsculo diseña
la intensa lumbre del día

vide pasar los pájaros
altos altaneros ruidosos
por el cielo de otoño
y todo estaba tan triste
en el mes más cruel del año
donde se licuan las raíces
las flores renuncian a sus encantos
vide pasar esos pájaros
y estaban muy lejanos
para tomarlos en la mano

así ha de ser cada una de estas palabras
sopesadas en el habla
de mi madre de mi padre
en la historia diaria y pasada
y en la que está por venir
a sucederme
a mí
el iluso que escribe sin cesar
queriendo trascenderse en el discurso
en signos inequívocos rotulados
metaforeando pareceres y padeceres
de la carne del cuerpo del objeto
sudando instantes
ante el papel en blanco y el canon
y el corpus
tañendo un lenguaje que enciende la lengua
al convocar el único nombre posible:
poesía

fragmento de mis ansias
totalidad de mi esperanza
gangrena de mis penas y alegrías
irreductibles e irrenunciables
a pesar de que el silencio
es un templo de dignos y vivos pilares
el ego no se permite solaz
prefiere la batalla desgastante
de los símbolos propios y ajenos
circunstancias del ir y del venir
pero siempre resulta más artera
la palabra del otro
visión completa
que quema y religa las entrañas
dándonos vueltas y giros y retruécanos
en la lengua natal de nosotros
y los venidos de más distanciados lugares
recreados en versiones traducidas
se incorporan y estallan como cohetes de fiesta
en la rótula de la memoria
dependencia estimulante de las influencias
¿cómo no gozar hasta el hartazgo
un rimbaud un rilke una dickinson un kerouac
un blake un poe un eliot un dante una woolf
y tanto tantísimos/mas más?
—oh, placer del texto, dadá barthes—


Free on rail
El mojón, la estatua y el nombre
fundamentan los límites de un sueño,
ahí el instante en que se abandona el aura
para fundar percepciones de objetos reales.
La hora impone su dominio, su orden. Y de pronto
las mercancías cobran nuevo valor,
preciado valor en la lucha diaria
del hormiguero de gentes.

Feliz, entonces, el alejado de los negocios
que no cede a la usura del vasallaje.
Ha pasado la época de los césares
y de sus tropas que caían como aves de rapiña
arrasando con posesiones y mujeres,
o acaso ahora es tan sutil la conquista
que somos estafados sin darnos cuenta?
Mucho más peligroso es el veneno interno
la víscera comida por el propio hermano;
allende los salvajes el matadero la mazorca
más acá la dolida llaga de la vida puerca,
la ciudad abstraída corrupta cosmopolita,
la sangre del ojo flagelado al intentar mirar…

[Mirada extasiada con la novedad,
pensador interpretando las costumbres
de un territorio desconocido,
monóculo dorado tras el humo de la pipa
de un observador sentado en una silla de madera,
una copa de licor lugareño, y
los aromas cautivantes, hechiceros,
dándole vida al griterío anónimo.
Croquis y notas en silencio.]

Casi noche, la estación del pueblo
está desbordada como es costumbre,
y los parientes y los trabajadores
apuran su paso por el andén.
La locomotora ha pitado tres veces
anunciando su pronta partida,
manos y pañuelos alzados en aleluya
con algunas lágrimas y sonrisas
enmarcan la postal del viaje.
Los rieles se tensan y vibran
al unísono de la carrera del bólido,
la luz abre las sombras ahuyentando
a todos los animales del vecindario.
Se alejan las mercancías, las montas,
las insistentes voces de los intermediarios;
las instantáneas del flâneur hacia la metrópolis.

La soledad de todo viajero
es el alto precio de la aventura.


Free along side
El pueblo ya es un punto diminuto
perdiéndose en el horizonte
—acaso en el infinito
acaso en el crepúsculo extinguido—
una lluvia oblicua de tiempo
y términos ocultan un rostro
la marchita sangre de una estirpe
heredada y malediciente
pero insiste el viento en medio de la tormenta
con sus años y jornadas de sol de polvo
trayendo retazos de memoria
fotos amarillentas descoloridas
aquellas imágenes de la fundación
historias de nunca acabarse
leyendas y fábulas de aparecidos
tergiversadas en la palabra
del que se desarraiga

el tren trepida en línea recta
por la llanura rala
huyendo de la melancólica
postal de pueblos estaqueados
en el espacio junto a esa corriente
que arrastra multitudinarias raleas
en su anagrama perenne

resuenan pasos
viniendo de más allá del pasado
los mismos pasos
que regresan en cada estación otoñal
a los andenes vacíos
caducos
porque la vida está en otra parte
en las callejuelas del sosiego
en las oportunidades del puerto grande

el viajero arroja por la ventanilla
la maleta de cartón
tan pesada como un siglo
con la prosapia de familias inclaudicables
siendo mutiladas por las feroces ruedas
del convoy rumbo hacia el muelle
que va a cierto triunfo a cierta gloria
ahora libre de sellos de títulos
rematando los últimos valores
en el agente de cambio
para comprar una habitación
alta e higienizada
en la más bella cuadra
de la ciudad
ahora es un rumor en la soledad
es toda su luz de las ascuas renacidas


Free on board
Aquestas costas has venido
pequeño Príamo
—el rescatado, el comprado
mediante rescate—
a olvidar la sangre de tus queridos
la violencia de las espadas

has llegado aquestas costas
en la noche desfondada y silenciosa
en una barca ligera
con tu bolsa casi vacía
las manos callosas de tanto pulir recuerdos

atrás muy atrás de esta jornada
permanece la figura del padre
la sonrisa dulce de la madre
el generoso ruego de la hermana
resplandecientes como el oro
entre la ingratitud de los invasores

fuertes brazos atenazan
los pulsos del corazón
arrebatado por la muerte
un hilo sujeta las heridas
los odios las maldiciones

aquestas costas menos duras
te reciben auspiciosas Príamo
pájaro sin límite en el cielo enduelado

has pagado el oneroso óbolo
al que te conduce al descanso
en la barca ligera
las estrellas se reflejan
en esa moneda sostenida por la boca
destino de mercancía Príamo
el liberado por un deseo
el descastado por la simetría
común a todos los hombres

ahora viajas tranquilo
aquestas costas sin linaje
la mano trémula
busca la avenencia de la luz final

de Estar fuera de casa (2004), inédito


Nota:Escritor y Productor cultural argentino. Nace en Santa Rosa (La Pampa) en 1969.
Durante 1992 conduce con Jorge Ferrari y Rubén Ferradás el ciclo radial de divulgación literaria “En busca del tiempo perdido” (Radio Cooperativa). En 1996 anima junto a Marcelo Aromando el programa de difusión cultural “Música de cañerías” (FM Victoria). Durante 2007 realizó la columna diaria “Somos lo que buscamos” (Radio Nacional); desde el mismo año (hasta la actualidad) conduce “El Estado de las Cosas” (FM Sonar). Con Gabriel Bardini animaron “Espacio Fahrenheit” entre 2008 y 2009.
Ha publicado las plaquetas Soles violentos (1995); Absurdo / Absoluto (1996); y los libros Ozono (1997); Criatura de mediación (2005); El prójimo: pieza maestra de mi universo (FEP, 2006); Diario de navegación (2007).
Miembro fundador del colectivo artístico “Patria de arena” y del “Grupo de la neurona poseída” para realizar trabajos de intervención cultural. Es editor de la revista Che, Artes y Culturas en Abya Yala, rebautizada Museo Salvaje (2001). Integra la editorial cooperativa El Suri Porfiado y el staff de la revista La Costurerita.
Organiza en 1999 y 2000 el 1° y 2° Encuentro Interregional de Productores Culturales, y en 2004, 2006 y 2009 las Jornadas Canto Quetral. La Poesía de Juan Carlos Bustriazo Ortiz.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Paola Daniela Cescon


Haber en deuda

Amanece tan extenso mi espacio
tan vacío el tuyo,
y la luz desmiente la soñera
porque hubo nadie amándome la espalda

sólo asestan en balance para el debe
estas mañanas baldías
en las que aborrezco despertar.



Maraña en jaula

Ya de niña quise
deshabitar el peinado impuesto,
huir de los mechones
pérfidamente trenzados

siempre a raya,
siempre al medio

peine de cola,
estilete en la nuca.





Una, en Buenos Aires, hora muy tarde
(Este poema es un juego de "enlace" de títulos de tangos)

Dejáme cantarte un tango
que hoy me cabalga el corazón
desbocado de nostalgias

yo soy la que toda ilusión
buscó esquivar del cambalache
la puñalada de letras
que escondés a media luz
en ese cuartito azul

la que soñó desvelos de Malena
debajo de tu naranjo, que jamás dio flor,
entonces, rara, como encendida,
fumando espero
en un cafetín de Buenos Aires
para decirles finalmente adiós
a todos los muchachos

devengo en la yegua del insomnio
que yira y yira
meta mate, meta yerba
(porque a mi pesar, hay)
para volver, volver,
prometiendo redención
en cada última curda

perdóname la plegaria
chiquilín,
hoy se queja demasiado el bandoneón
y aunque sabía que la lucha
sería cruel y mucha,
se dice tanto de mí
que harta de caminitos cuesta abajo
dejo de esperar el día
en que me quieras.






Gárgara de greguería

“Si un hombre le teme a la muerte,
¿por qué se mata? —Por que al
quitarse la vida,
también se quita el miedo.”

Ramón Gómez de la Serna


Mi lúgubre alma
de guionista con bajo presupuesto
monta escenas de princesa,
aunque sin trenzas ni torre
espera caballeros que ya no pretende azules,
los que asoman en el acto
desenvainan espadas de cartón
cabalgan al viento sus capas de niebla
temen a las acrobacias viriles
gritan -¡corten!- cada cinco minutos
para sacar peine,
y espejito espejito quién es,
pero el dragón no es de cuento
y yo
soy una hoguera de miedos

entonces
harta de películas de cuarta
busco aniquilarme,
ensayo ásperas cárceles
para claudicar a la corona que compré en cuotas
quimera de impagable cotización

me exilio en un reinado sin retorno
abro las piernas al infierno que me abraza
imploro un paraíso de candados
y llueven llaves
que masticoatraganto
(ya no bucearé Delfines
ya no)

me descompone hasta el escote
tanto metal en el estómago
y diabólica digestión de la mala memoria
me siento con urgencia en otro trono,
aunque esté frío,
para oler cómo una vez más
se me hacen mierda los sueños.





De profundis

Deambula en esqueleto
mi humanidad

desprovista
carga al hombro sus huesos
y gime

no hay por dónde
enterrar tanto.






Las Hermanas

A Carla y Sandra

Yo nos vi,
entre palitas y escobas, cacerolas de plástico
juegos de té porcelana made in china,
mecíamos cunas con apacible devoción
después de golpetear espaldas de trapo para que eructasen
“te presto el lavarropas si me dejás usar tu cocinita”
y ...duérmase mi niño, duérmase mi sol

yo nos vi,
montando rumbos totalmente opuestos
tanta ensueño, dijeron, empacaría el mío

yo me vi,
intentando hacer realidad el juego
meta barrer, oculté basura
toneladas debajo de la alfombra
porque esperaba el beso mágico,
leí que así era el mundo, Ceniciento de Blancas Nieves
donde un beso suyo, sólo uno, bastaría para salvarme

yo me veo
y ya no quiero verme,
infinitos amaneceres adormecida de escalinatas

exraviaron el pie para formar el par,
demasiadas brujas, zapatos desparejos,
malévolas ruecas y el dedo
que sangra y sangra

yo las veo
cabalgando ahora una ruta por la cual,
equivocada esta idiota, había optado,
parecen felices y comen perdices

a ustedes, les tocó la vida
a mí, me tocó sólo el cuento.


Nota: Buenos Aires, Argentina,26 de Febrero de 1965.
Escribe poesía, minificciones y es naradora.
Colaboró como tallerista en la web Mexicana de minificciones “Ficticia” desde el año 2000 al 2007.
Dicta taller literario de metodología virtual y es correctora de textos.
Integró las antologías literarias “La voz viene del pasillo”, “Mientras limpiamos la Jaula” y “El placard”, todas de “Ediciones de la Siesta”; la antología bilingüe castellano- alemán “Poetas de Finisterre” presentada en el congreso “Diálogos de cultura” Austria 2008; participo y colaboró como compiladora en la antología bilingüe italiano – castellano “Italiani d´Altrove” editada en Milán por “Rayuela Edizioni”. Formó parte también, junto a poetas mexicanos de la antología “Poetas en la Red”, editada en México en formato CD.
Co-condujo en Buenos Aires durante tres temporadas el ciclo poético “Las vacas Sagradas”.
Cuatro de sus libros: “Mutilar Princesas” y “Yerba,hay” (poesía),“Minimoanimaldemente” (minificciones) y “Ardenhembras” (cuentos cortos) no han sido aún editados.
Actualmente se encuentra trabajando en su primer novela, de título tentativo “Pan y mortadela” y guionando su libro “Ardenhembras” para teatro.

martes, 23 de noviembre de 2010

Juana Bignozzi


Soy una mujer sin problemas

Todos lo saben
y entonces buscan mi compañía para charlar por las noches.
Sin embargo yo conozco a alguien que quiere morir en paz consigo mismo
y me produce estremecimientos, insomnio, soledad,
porque la paz conmigo misma sería una guerra sin fin,
dos o tres asesinatos inevitables y alguna entrega desmedida
que no entra en mis planes.
Sin embargo yo sueño por las noches
con un jardín inmenso donde los muertos se levantan para saludarme;
yo sueño con un hombre que me inquieta y como lo ignora
me habla amigablemente del resto del mundo
y de mis múltiples amores, tan simpáticos,
tan apropiados como tema de conversación.






Aristocracia obrera

Las casas que vimos construir tienen años
las amplias labias son sólo discursos de mitómanos
charlas de magisters
cátedra de confusión
no hay olvido ni paz sólo alguna entrevista pendiente
una carta por escribir
la distancia siempre llegó demasiado temprano a mis fiestas
mucho más de lo que amé ha caído en el vértigo de lo ridículo
la poesía es una señorita esquizofrénica que delira al après-midi
los que ostentaban la escoba de la historia
cuidan la limpieza de sus legajos
yo sonrío aunque no haya laúdes con qué
acompaño a la gente hasta el ascensor
abandonada, perro de umbral en las tardes
viejo pecador converso jamás en silencio
a ver
líneas de las manos
de venus destrozada de apolo inmejorable
alegrías que no le quitan profundidad a mi pensamiento
pero sí lo aligeran
recuerdo algún cementerio sentimental
cierta felicidad de un viaje nocturno
enloquezco con estilo
mientras los dueños de esta luz de domingo a la mañana
con un sentido de la realidad muy argentino
jugados a la precariedad y a la historia
sobreviven en tensa vigilancia
ignoran la tranquilidad de las siglas
no se tranquilizan con ajenjos marchitos
ahora que todo empieza a terminar
confiemos en la diferencia de nuestras muertes
nada las cambiará
menos estas alianzas pasajeras
las maravillosas delicadezas y sus culitos pateados
cada vez que muevo esta mano
cambio de lugar un objeto
aparto algún rostro
como en un triunfo de mis peleas y de mis muertes
o una felicidad de mi final
sé que mis hermanos desconocidos no me olvidarán

-
Desesperada ya como gente que conoció ciertas cosas
verdades que no borran ni el vino
ni los juegos con los que reemplazamos el amor
con mucha delicadeza mucho cuidado
buscamos como niños no ya tréboles de cuatro hojas
no ya la vida plena los golpes definitivos
para acortar los plazos ensayamos fracasos que no duelen
pequeños triunfos que provocan nuestras sonrisas más dulces
bajo mi sueño mis enemigos
–cuidados por mí como por nadie–
entre el ruido de juana
sus grandes actividades y la ternura que me provocan
tenemos ideas fijas obsesivas
verbos que no conjugamos
verbos de acción de sentimiento
verbos para algún momento que creí
cercano próximo imposible
gente que estaremos casi muertos cuando pase algo
no mido lo que falta ni lo que se fue
duro
defendiendo el pedazo justo para estar de pie

-
Ahora que tanta gente llama por teléfono
y tengo invitaciones saludos en la orilla del camino
he dejado de ser la presa mayor en una cacería que
después de todo
protagonizaba
he dejado de ser trágica
a veces soy definitiva
con la edad, simplemente, estoy cada vez más enojada

-
Era fácil quedarme sola brillante intocable en mi agresividad
tirar los pedazos que aún valían entre gente conocida
cartas prestigiosas de desprestigiados
disimular el paso de los años
su asqueroso pelo infiltrado
con frasecitas jactanciosas
pagar la buena conciencia con reuniones de seudo peligrosos
dedicarme a la solidaridad difusa
era tanto más fácil
que entrar a patadas en esta turbia y compleja realidad
si toda vida es un reemplazo y no existe el lugar en blanco
el sueño de estar a la vuelta de esta historia
con aquellos viejos ácratas revolucionarios principios
es el crujido de la muñeca de madera en la noche

abandonen la hermosa escena familiar
no hablen más de un ciego retrato en colores
sobre él ha caído una permanencia
la de la sangre

-
Yo te agradeceré eternamente aquel diálogo
donde vos hablabas y yo preparaba mi historia
yo te agradeceré eternamente
haber señalado con un hecho
que la palabra existe
vos hablabas a nadie que luego fue este animal sin garras
solo en un claro que se llamó JB
quiero decirte que este animal de una aldea
o de aquel lujo de vivir que fue Buenos Aires
sólo escucha a través de lo que amaste en mito
Pére Lachaise fuentes de Roma
a aquella niñita que te escuchaba sin poder contestar
le enseñaste la palabra
que a veces ahora no sabe dónde buscar
este animal no trata de repetir los sonidos de la tribu
sino tus sonidos y tu voz





Educada en el vicio de los hombres

voy a la cocina y me siguen
voy al baño y golpean la puerta
me despiertan en la noche para preguntarme si duermo
llaman por teléfono en todas mis ciudades
para avisarme cuidado con el vino y la vida literaria
no he perdido padre ni tíos ni ahijado ni amigos de juventud
por no perder no he peridio ni editor
ni ese hombre
que ya sombra aún cuida mi paso en las esquinas
no me han dejado caer de su mano de su vicio
de su pes
de mi corazón

Nota:nació en Buenos Aires el 21 de septiembre de 1937. Es autora de los libros de poemas "Los límites", "Tierra de nadie", "Mujer de cierto orden", "Regreso a la patria", "Interior con poeta", "Partida de las grandes líneas", "La ley tu ley" y "Quién hubiera sido pintada".

lunes, 22 de noviembre de 2010

Arturo Borra


Los ahogados

Saltaban unos sabalitos cerca mientras achicábamos los charcos que se iban acumulando en el suelo de la canoa. En medio de La Setúbal, oíamos algún sirirí, el motor de una lancha antes de la agitación del agua. Al sol, remábamos hacia alguna isla, sin importar cuál.

Nos deteníamos a escuchar el sonido de los remos hundiéndose, las gotas cayendo sobre nuestros brazos. Incluso esas sombras arrastradas desde la tierra quedaban atrás. Más lejos de la superficie calma, luminosa, casi interminable si no fuera por algunos árboles que percibíamos, diminutos, en la costa.

Hasta que llegaron los ahogados. Flotaban, amoratados y desnudos, traídos por la corriente, troncos putrefactos enredados a algún camalote de la crecida.

Boca abajo, esos cuerpos desfigurados todavía navegan al cerrar los ojos, cuando la laguna moja la frente. Los ahogados, que vienen desde dentro, como un remanso de la memoria.





Sin cielo

Ni ángel ni redención: promesa
desde el derrumbe.
Sólo entonces,
arriesgar la apertura, dejarse
herir por la noche, recomenzar
sin dios todos esos credos resquebrajados,
vencerse ya a la súplica más íntima
y los ojos vuelvan a interrogar una altura
que calla
ante toda esa desesperación
de abajo.







Entonces escribe“…se sienta a la mesa y escribe”Juan Gelman

dime qué hago dice y no sabe
dime cómo miro dice y tampoco sabe
qué hace cómo mira en esta pendiente
oscura como un silencio o un llamado
desconocido

y no sabe sigue sin saber –y entonces escribe
cuando ya no puede decir más no sé no sé no sé:
escribe entonces como un silencio un llamado
y la pendiente oscura cae sobre sus ojos
y la pregunta es un caballo que corre sobre
regiones blancas

dime por dónde sigo dice –y no hay respuesta
que no sea fuga
y no sabe
y entonces escribe:






Casi todo

Más tarde supe: sobra
casi todo.

Esta escritura sobrante
sobrevive como una especie
que agoniza. No sé qué lenguaje apagado
invoca. En una grieta
me asomo hasta las últimas luces
y nada veo.

Sólo el desierto es consistente.






Acopio*

Sobre niños sedientos se derraman ríos
blancos. No beben: tienen sus labios
cosidos. Un duraznero se consume
aguardando la sequía augural.

También la fiebre acopia
vanamente
un futuro. Mientras
disparan una promesa falsa
los mandatarios acumulan paraísos
sobre la indefensión de los tejados.


* En 2001, mientras morían decenas de niños en Argentina por desnutrición, muchos tamberos optaron por arrojar cientos de miles de litros de leche para evitar que caiga su precio.


Nota:Arturo Borra (Argentina, 1972) se licenció en Argentina en la carrera de Comunicación Social (UNER). En la actualidad, realiza el doctorado en Estudios Interdisciplinarios de la Comunicación en la Universidad de Valencia. Ha participado en las antologías poéticas Aldaba (2003), Cuadernos Caudales de Poesía (2007) y Los centros de la calle (2008). Es autor de los poemarios La vigilia del deseo (1998), La sombra del mediodía (2001), Esplendores vulnerados (2004), Figuras de la asfixia (2007) y Umbrales del naufragio (Baile del Sol, 2010), así como de la prosa poética Anotaciones en el margen (MLRS, 2005), la plaquette Cielo partido (Zahorí, 2009) y el libro de cuentos La reinvención del mundo (2008). Colabora en revistas de Argentina, México y España.

http://arturoborra.blogspot.com

domingo, 21 de noviembre de 2010

Marcelo Dughetti


Folkner deja de escribir

Con mi hija
construimos un barco para escapar
al centro de la tierra

Todos los domingos le agregamos detalles
mi madre
encerrada en su urna de hueso
suele desearnos suerte
nos prepara un te de odio
y lo sirve envuelta en su capullo.

Cuando llega la noche
y el lunes muerde con su pan de furia,
miramos con ternura el barco fantástico
la cruz de palo santo
el osito rojo en la cabecera
la dulce mortaja
que cubrirá el futuro.



***



En varios idiomas existen palabras bestiales
que repiten los poetas como si las hubieran vivido.
Existen imágenes que voltean la taba de culo

Yo riego la maceta para que el arbolito crezca
después le corto las ramitas,
que no se extralimite

Soy un marica japonés
kimono
alma
bonsái

Arigato.



***



juegas
los dados de hueso sobre un manto santo
bajan el mástil quemado de una cruz en la tormenta.
¿izaremos la bandera del amor imperturbable?
digo que afilemos un cuchillo de acero contra la piedra.
y si ves que chispas de oro surgen en la sangre del condenado,
ni se te ocurra colgar tu brazo para mañana.
mañana será tarde y el tendrá una tumba abierta.
una madre buscando su cuerpo ciego.
el pálido traidor colgando felíz
de la rama envilecida.



***




en la grupa
de esta yegua maldita
cien cuchilladas en los ojos de pobre cristo
saludable secuencia del acabar y matarnos al galope
y toda esa espuma, toda esa espuma que nos rodea.
las espinas de tu corona amor, tan ceñidas a tu tierna sien
como va el dolor prendido a mis manos en la urgencia de lastimarte,
sangre enloquecida mezclada con el mineral del sudor.
sal, sal ,sal sal, entre tus piernas y mas allá a la altura de tu alma muerta,
sal y otra vez sal amor, sal sin mayores meritos que succionar la esperma vital
y urgir la sed para mas dolor.
estas sobre el mástil mayor empalada hasta la nuez y sufres.
desde tu cruz de carne ves a los romanos jugarse tu corpiño
en un golpe de dados
y estas crucificada al revés
como un demonio.




***



escribía
con la soga al cuello,

Con la soga al cuello
compraba tomates y cebolla,
armaba la ensalada con la soga al cuello.

Con la soga al cuello salaba su carne,
ponía la mesa, exprimía un limón, prendía el televisor, besaba a su hija,
y sonreía
con la soga al cuello.

Todo eso
y más,
sin que nadie viera,
el elemento,
la sustancia,

Cuando la soga
trepo a la viga
todos golpeaban su frente
como si hubiera sido posible salvarlo.

Nota:Nací en Villa María provincia de Córdoba llanura sojera envenenada con glifosato donde se levantan palacios con el excedente de la tierra. Palacios que en la costanera del rio hablan de lo mucho que nos costara volver a ser justos. Vivo en un barrio perimetral con la gusanera abierta al cielo como si dios hubiera dado vuelta el cascote hirviendo al bicherio. Belleza: una hija, una esposa que pueden verme volver de cazar lechuzas inexplicables en los ramajes corvos de un monte que aun aúlla. Tengo cuarenta años que se pueden resumir en infancia cruel, adolescencia tardía, juventud de izquierda y entrando en la edad justa pensamiento peronista de izquierda. Trabajo de maestro en una escuela primaria. Mi brújula ética son las madres de plaza de Mayo. Escribí algunos libros perfumando mi capa de cierto poder de la palabra que se totalmente nulo. Obtuve medallas con las cuales juega mi hija Algunos libros decía: La joroba de bronce(2003),Donde cayo esta muerta 2003, El monte de los arboles sogueros(2007) La bicicleta Roja (2008) Los perros del loco torriglia (“009) Los caballos de Isabel (2009).

viernes, 19 de noviembre de 2010

Laura Forchetti


la música

bahía blanca
el baño está pintado de rosa

cuando veo mi rostro
en el espejo
pienso
en el libro
de marguerite duras
que leíamos ayer
junto al mar

sabemos que cierto final
es inevitable

en algún momento
del encuentro
en el hall del hotel
ella podría ir al baño
mirarse al espejo

entonces
vería los rasgos
como los vi

la pequeña brasa
con su luciérnaga

sobre todo la mirada
me parece

una línea de noche
descorre
la banalidad
de lo que se dice

después del amor
y del infierno
las cosas suceden
en la corriente del agua

la intermitencia
de abrir y cerrar los ojos

el relato requiere
una primera mentira

afuera
son actos ordinarios
cruces del azar

deseo
la alegría
y el miedo

manos
lengua
que no se conocen

el filo
de volver a desnudarse
temblando

¿me pide que le cuente
la felicidad?

vuelvo a la mesa
las cabezas inclinadas
sobre los platos
las suaves
sonrisas
el diálogo
hecho de palabras
materiales

quisiera preguntarle
si me ha sido infiel
alguna vez

al sentarme
veo a la mujer
en el delicado gesto
de cerrar persianas
antes de dejar la casa

sus ojos
a través de ese movimiento
una vez más ahí
después
ya no

soy la única
que te está
prohibida




recreo
qué vino a buscar
el vuelo
del cabecita negra
esta tarde
después de la lluvia
en el patio
de la escuela


sobre las pequeñas
flores
del campo
sus patas livianas
el amarillo
del corazón


qué vino a buscar
pienso
a través de la ventana
en la rueda de las maestras

mis ojos
ocupados
en el inquieto
movimiento
de su pico

cuando cuelga
de los tallos altos
y arranca con destreza
las semillas

deja en el aire
una nube de pelusa
y briznas

cómo vive el día
sin la belleza

devora vuelo y notas
con la avidez
del desierto

queda esa nubecita
tras la fila de dientes


ya no sigo
mi pensamiento

lo pierdo de vista
entre los eucaliptos
la capucha
y la garganta
de terciopelo


olvido el secreto
y vuelve
ondulando
entre las hojas

se detiene
canta
sotto voce
para mí


latido oculto
bajo los párpados


pero alguien más
lo ha visto


señala
y nombra


entonces
el cabecita
se posa
en los hilos
de la conversación

un insecto dorado
prendido
a nuestra pelo
como una joya
o pequeña
señal


al volver a clase
serán los chicos
quienes pregunten
por el nido






aguas de marzo

son las aguas de marzo
cerrando el verano
bon jobin


sobre el final
del verano
que duerme
adormece

los días tendidos
a nuestros pies

densidad
de la luz
que no agita
la sed

pero si viene
la lluvia
la esperanza
suave
del agua

hunde piedras
descubre raíces

vuelve la vida
húmeda
los dolores abiertos
el frío
en las astillas
del aire

¿cuánto dura el otoño?

¿cuánto tarda
en disolver
el rojo?

una espina
delgadísima
en el párpado

el mundo recupera
sus detalles
cenizas

quiero escribir
eso






fasto

me regalaron
un repasador
con almanaque

no sé dónde ponerlo

-dije un almanaque en un repasador
ustedes también tienen uno
hermanas-

puedo colgarlo
como un cuadro kitch
en la cocina

o comprar
lápices indelebles
uno rojo
y uno negro
hacer círculos
entorno a los días

con el lápiz rojo
los días felices

pero es más fácil
aceptar
la condición utilitaria
de los objetos

entonces
seco los platos
como si creyera
que hoy es domingo
seis de enero


Nota:Nací casi en la primavera de 1964 en Coronel Dorrego, Pcia. de Buenos Aires, donde todavía resido.
Publiqué los libros: Cartas a la mosca, Edit. El suri porfiado, 2010; Un objeto pequeño, Vacasagrada Ediciones, 2010 y Cerca de la acacia, Edit. Vox, 2007.
Participé con mis poemas de las antologías Poetas Argentinas 1961-1980 (selección de Andi Nachon) de Editorial del Dock, año 2007 y 23 chichos bahienses, de Editorial Vox, año 2005.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Eduardo Pocztaruk


Generación

Toma su ginebra Miguel y flota
en el aire del bar, las caravanas
siguen su marcha las luces
laten y no encandilan.
Retornan golondrinas de su vieja
agonía con cantares que no se olvidan
mientras de nuevo la aguja
lo conecta a la vida.

Flashes en cubo de la vieja Kodak
cierran poesías incompletas
ilusiones puras compartidas
en un vaso de agua aún vacío.

Todo lo que gira en torno irradia
alegría sonrisas desencajadas
de otros tiempos que perduran
y el cuerpo en tiniebla se esfuma
entre nubes rojizas y se pone de pie
para saludar la ronda
que ya no continúa y Miguel
se hace Pedro se hace Juan se hace Marcela
se convierte en Cristo para volver a la vida.






En medio de la vida
A Joaquín Gianuzzi: “Por alguna razón”
Compré cerveza fría
me aseguré que en la guantera
la vida me esperaba.
Viajé
bebí
y ahora estoy de vuelta.

Puse mis pies en el sobrante del asiento
condenado en la noche
clamé tomé
salté asalté caí
salí.

Podría ser otro
y soy yo
es toda la respuesta
que me puedo ofrecer.


Sobre la cama mi sombra
escupe decepciones
y reclama.

Quizás nadie resuelve
un destino privado

me queda tan solo eso.

Una parte de mi vida
se cansó al empezar
un resto
que por alguna razón
nunca me atreví a apurar

hasta el final
perdura.


Nota:Nací en Carmen de Areco en 1962, vivo en Bs. As desde que vine a estudiar en la Universidad.Soy Contador Publico, Poeta y Murguero.Etos poemas inéditos forman parte de mi primer libro de próxima edición "En medio de la vida"

lunes, 15 de noviembre de 2010

Claudia Ainchil


De repente

De repente un megáfono de palabras liquidas
una excomunión de aire entrecortado
una canoa solitaria trepando por filtraciones
de otras canoas solitarias
que solo abarcan silencios...
de repente mi voz trepidante
en desorden,inabordable
invisible para el galope del caballo..
de repente la complicidad con las horas no impresas
los pasos torpes
los vericuetos de un cráter sin frenesí
vuelto hacia su propio espejo
..en las inmediaciones hacen señas, sin embargo
la neblina es tan extensa..




Acróbatas

Las rodillas le molestaban
el desborde de los pasos faltantes
ocasionaba sobresaltos imaginarios
tantos lenguajes en embarcaderos poco usados
por el abrazo de su pies..
Primero creyó que era una broma
el discurso insomne de un paraíso simbólico
el aliento como aguardiente ejecutando catálogos
de vida,sobrevida
kilómetros de jazmín silvestre, semblantes de aguas
dijo, nunca se cruza dos veces el mismo río…
lo repitió para convencerse
igual titubeo…
desoyendo las leyes inmediatas de lo que debe hacerse
se inundo de alegría repentina
tomo las láminas que sostenían la armadura de escamas
y lentamente se despojo de equipajes paradójicos
que paralizaban el vuelo..
paso a ser equilibrista, contorsionista
ya no necesitaba el espacio telúrico de sus rodillas
somos acróbatas me dijo
somos, le conteste.




No màs

no más palabras escritas
ni verbales
no más malabarismos de itinerarios compartidos
invento de soles que visten al personaje
y se disipan al instante.
Es tan pequeño el sorbo que atropella con retórica
los registros de la ilusión...
tremendos impulsos
tu silueta en espera eterna de bailes ajenos...
palabras huecas...es media tarde...
de pronto las replicas del sincericidio..
y corro..




El cuento

De pronto el cuento del pastorcito
el cuento del lobo
el cuento del cazador que apunta a la presa
sin importarle nada más que el dominio sagrado
el cuento sin cuento que nos deja absortos
el cuento del mugido
del ladrido
del intermitente silencio en el desplante de ideas
el cuento del capricho con heridas
que explora cada hueco y hace temblar cimientos
reaviva crisis al por mayor
en tiempos de mirada insomne
el cuento de los anillos mágicos
y solo dos retinas expuestas
intentando seguir pese a todo
el cuento de esas manos extendidas
...sólo un cuento...
cuando más se necesita protección
el cuento que involucra a la mentira
horrible palabra
tan opuesto a la búsqueda del corazón real
el cuento que me dejó pensando
y sin palabras.


Nota:(Argentina-Buenos aires-1964)
POETA-PERIODISTA Cofundadora de la Sociedad de Escritores Inéditos e Independientes de Argentina (SEI). Socia de la SEA. Seleccionada en 1º Juegos Florales del Siglo XXI (concurso conmemorativo que se llevó a cabo en Montevideo, Uruguay con el tema 1804-2004, los versos de la Patria Grande, convocando a poetas de habla hispana y portuguesa de América, España y Portugal). Libros Publicados:COMIENZO DE COMIENZOS ,SON COSAS DE ANGELES , AMORES SIN ZAPATOS ,REMOLINOS A BORDO , PUNTO DE ARRANQUE.
Los poemas son difundidos por distintos medios en: España, Cuba, Perú, México, Francia, Italia, EE.UU., y Chile entre otros; así como también en suplementos culturales de diarios del interior de Argentina.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Jorge Ariel Madrazo


Parole

Deja a aquellos poetas ufanarse de revelar una
mancha la mosca desecha en la pared dejalos que
digan: la mancha la mosca desecha en la pared el
cigarrillo una
arbitraria sensación déjalos
creer que las cosas los albergan
sin la adecuada palabra -objeto verbal- para
balbucear
la insondable
orgía del
cosmos




Maravíllate
si cierto displicente relato de la lata
botada en la playa
su mera
regurgitación
sus
fluorescentes
jugos esconden
alguna
monodia espiritual


Déjalos en bandada prestarse sus
rescoldos
clonar a carver a bukovsky
-ponge williams ginsberg
no se dejan
calcar-


Deja a esos poetas calzarse el sombrero de
moda:
La exacta palabra no tolera
la bulla de indolentes
timadores






Si en la sucesión de las fotos


si en lo trivial -y confuso-
te guiña cierto indicio
y tu dedo inquisidor se detiene
igual que en un film cuando
habráse ido o dormido en su silla
el operador, y a la vista del fotograma inmóvil,
con regocijo al comienzo, con ira más
luego -el operador se ha ido o dormido-
a patalear
el público comience pues
se haya ido o dormido aquel operador,
así, al caer las hojas del pesado álbum
por años olvidado en la gaveta
abierto el cofre del recuerdo
(magma de imágenes
manchadas):
esa muchacha cuyos ojos
tiemblan.

Moverás
en el aire del verano la foto,
indagarás su nombre de mujer
hoy sepultado
a cuatro palmos bajo el suelo.
Puede la muchacha lucir un flequillo,
corre ella por el prado y
siéntase a mirarte; el café revuelve
humeante.
Al reir: la punta de la lengua.
Los ojos, espiando al sesgo, dejan ver
el borde de dorada
pupila
Ojos de ella para ser mirados, los miras
sabiendo
que hay aquí un feroz
malentendido
(pudiste haberla amado, tomar
su mano a la luz del
atardecer)

Va ella y viene sobre su bicicleta:
ágil rodilla, falda voladora.
y mirar juntos el álbum de tapas de
cartón
pesadas como el tiempo.
Mirar el mirar de la muchacha, frágil
como el tiempo
Mirar a ella que viene y va sobre
la muerta bicicleta.
Mirar el tiempo:
su aguja de oscuro
destejer.

Nota:nació en Buenos Aires, en 1931. Es poeta, narrador y traductor. Entre otros libros publicó los libros de poesía "Orden del día", "La tierrita", "Espejos y Destierros", "Blues de Muertevida", "Cuerpo Textual", "Para amar a una deidad" y "De mujer nacido", . Recibió el Segundo Premio Municipal Ciudad de Buenos Aires (1987) y el Premio Fondo Nacional de las Artes (1998).

sábado, 13 de noviembre de 2010

María Teresa Andruetto


Ahora que viene el tiempo de los pájaros

Ahora que viene el tiempo de los pájaros
y de los brotes en las ramas y la blancura
del almendro,

ahora que salgo al aire por las tardes
y riego plantas y veo cómo la tierra bebe
el agua,

ahora que se agitan las polleras
al murmullo de la brisa,

ahora que los niños conquistan el baldío
y construyen refugios y saltan vallas,

ahora que en el barrio las mujeres se sientan
a la sombra de los fresnos y toman mate
y hablan,

yo miro a cada instante hacia el Oeste, hacia
tu casa.




Kodak

Yo miraba,
tras la lente de una Kodak
con la que él sacó fotos de la guerra,
antes que la muerte disolviera
sus pupilas y delegara en mis ojos
el dolor de mirarme devastada
por la ausencia.





Hamaca

Estoy en cama
(la enfermera
se llama Erminda)
Por la ventana que da al patio,
mi hermana pasa a bordo de una hamaca.
Pasan también las moras, el verano,
las chicharras. Ha de ser octubre,
como esta tarde, o tal vez noviembre,
y el calor agobia, porque mi padre
que llega del trabajo, se ha soltado,
cosa extraña, la corbata. Yo estoy
en cama. Y Ana que pasa alegre,
viva, a bordo de la hamaca.
Habrá sido de vidrio el aire,
como esta tarde.



Instantánea con caballo

Tu cuerpo de muchacho
tira las riendas: la pierna
avanza y es bonito el caballo,
te diría, con su pelaje oscuro.
Tal vez sea una yegua mansa
porque hay niños sobre el lomo,
sin cabalgadura. Tu hermano
se ha vuelto hacia el fotógrafo
y están los otros en el cogote
y en la grupa.

Es una foto de blanco
y negro, con los bordes ajados,
te diría (causa gracia esa remera
de banlon, sobre los pantalones
nuevos). Tu madre, escondida
tras los niños, sostiene todo.
Veo las piernas y la pollera;
es su fuerza lo que miro,
te diría.





Visita

Hoy vino mi madre a visitarme
y caminamos las dos por estas calles.
Hablamos de mi hermano,
de los hijos, de las chicas del Sur,
de mi cuñado. Otra vez yo critiqué
al gobierno y ella dijo otra vez
"¡Es un país tan grande!". No quiere
que me queje: "¡Este país generoso
recibió a tu padre!" y rodamos las dos
hacia una zona de tristeza, en silencio,
hasta que se detiene y dice: "Ayer
hice dulce de duraznos" y yo digo
que hablaron de mi libro
en el diario.



Nota: nació el 26 de enero de 1954 en Arroyo Cabral,
En los años setenta estudió Letras en la Universidad Nacional de Córdoba.
En 1992 su novela Tama obtuvo el Premio Municipal Luis de Tejeda. Publicó las novelas Tama (Alción 2003), Stefano (Sudamericana, 1998), Veladuras (Norma, 2005), La Mujer en Cuestión (DeBolsillo 2009) y Lengua Madre (Mondadori,2010), el libro de cuentos Todo Movimiento es Cacería ( Alción, 2002), los libros de poemas Palabras al rescoldo ( Argos, 1993), Pavese y otros poemas (Argos, 1998), Kodak (Argos, 2001), Beatriz ( Argos, 2005), Pavese/Kodak (Ediciones del dock, 2008), Sueño Americano (Caballo negro editora, 2009) y Tendedero (CILC, 2009), la obra de teatro Enero (Ferreyra editor, 2005) y numerosos libros para niños y jóvenes, entre otros El anillo encantado (Sudamericana, 1993), Huellas en la arena (Sudamericana,1998), La mujer vampiro (Sudamericana, 2000), Benjamino (Sudamericana, 2003), Trenes (Alfaguara, 2007), El país de Juan (Anaya, 2003/Aique 2010), Campeón (Calibroscopio, 2009), El árbol de lilas (Comunicarte, 2006), Agua cero (Comunicarte, 2007) y El incendio (El Eclipse, 2008).

viernes, 12 de noviembre de 2010

Cecilia Olguín


Destiempo

destiempo
en el dibujo quieto
la línea de llegada siempre tarde
como una espina de mi ritmo




La palabra exacta

La noche desgarra su espalda
quieta en el silencio
y empapa la puerta
inunda las valijas hechas.

Afuera
sobre el pasto y las lilas
espera el brillante abrazo del mediodía
la medida,
la palabra exacta.





Belleza

Todas mis esquirlas están latiendo demasiado
¿recordarán tus manos la curva exacta de mi nombre?
Lo importante: poetizar hasta las ventanas rotas.




Verdad

Fue una verdad a la tarde.
Abrazada a una taza de té amargo
como si estuviera mi madre
con una pizca de sus dolores.

Es otra verdad ahora.
El deseo gritado en silencio
no marca al hombre deseado.

¿Será la misma verdad mañana
de quién limita el futuro
con verdades perennes?

La verdad fotografiada en un poema
-del límite, de la marca, del té oscuro-
puede aspirarse en ritmos de frutillas y cenizas.
Quizás alguna mano la acaricie
como a un sabor azul entre los versos
golpeandose contra la piedra ácida del punto.

Pero el cuerpo del poema
mantendrá su agua límpida
ajeno como el poeta en la torre de marfil
a cualquier incendio del oído.




Huida

sobre las lunas de júpiter o marte
armaré mi viaje
no te puedo amanecer de este lado del río.
no hagas el fernet en su punto justo.
no me sugieras siquiera
el mate y las tortas fritas para el domingo lluvioso
no pienses en degustar mi carne lacerada.
no me esperes en el grito,
ni atiendas al crujir de la moneda
que con su canto nos resuelva aquel instante.
no generes la brillante lata de celofán,
ni me pidas esa panera hermosa.
no me expliques la piedra lanzada hacia el techo de vidrio.
no des la frente contra los fragmentos del espejo arrugado
no me muestres la provocación para el paso adelante.
no lo hagas.

apenas soy esto que nunca terminará de caer.




Tribunal Diario

Buscás moldear lo humano
de quien morirá contento en un barranco
con dos tiros azules en el pecho
y en el segundo antes de morir
si pudiera elegir de nuevo
optaría por lo que enmudecerá su canto.

En tu libertad para usar etiquetas,
rótulos y marcadores
movés la lengua sin acercarte al barro.

Tus anteojos para juzgar de cerca
son tan de cerca tan de cerca
que solo ves arena distorsionada por tu propio aliento.

Si las comidas con hormonas produjeran mutaciones
quizás Macdonalds o el whisky adulterado
anulara de rebote
tu dedo índice de eclipses ajenos.

Creo más probable que bajemos a patadas
esa imagen de intachable y tu tribunal del mundo.

No cierra el ascensor con vos adentro.


Nota:Nací en 1976 en Neuquén. Pasé mi infancia en Madrid. Córdoba me otorgó, universidad mediante, una licenciatura en Comunicación Social. Escribi, jugué al basquet, escribía, participé en organizaciones politico-sociales, escribí, trabajé en radio y revistas, mas ad-honorem que pago, escribí, organicé eventos culturales, escribo, doy clases, escribo. Publiqué autogestionadamente tres plaquetas. La primera, Armas de Fuga (2008). Luego me encontré con el arte de Hernán Ganuza, profesional y artista, quien embellecio desde el diseño y la gráfica tanto “En nuevo barro, vieja lucha” (2009) como “Ella dice que escribe” (Abril 2010). Resido en la actualidad en Córdoba Capital. Escribo habitualmente en el blog "Ella dice que escribe" (www.elladicequeescribe.blogspot.com)

Cecilia A. Olguin
www.elladicequeescribe.blogspot.com

jueves, 11 de noviembre de 2010

Valeria Cervero


Fotografía de Catalina Boccardo



a veces uno no sabe lo que es
como si el apuro de los pájaros hubiera carcomido ese punto
íntimo
en que cada día nos vestimos de azul y sabemos
no llorar
no pedir más pan
que el que comimos
sólo dejar que los huesos se acomoden bajo el propio peso

y la mudez recuperada para siempre
se despoja de razones y roces
para demandar lo suyo
para saber que el fuego deja únicamente su tilde
ante los desprevenidos

acaso cuando lleguen tus ojos a saberlo
quieran volver sobre la podredumbre
adecirtunacimiento


……………………………

sonata de río sobre lo que era

tumba
sobre
tumba:
el agua en su ofrecer de finales

siempre el fondo tan lejano,
y el aire,
un deseo más arriba


……………………………

a penas
nada

de cada acá
escucha
ríos

y sola vez
se estanca
en

lo que no ve
de cuerdas
aguas

un pacto
pleno
de estar

ahí


……………………………


perdida gesta
quisiste.
en este abrazoavida
mi voz te dice
no.
me
descuerpa
el
seguir
sintactoparasaberdelasjusticiasinlagrimaspararrodarencadangustiasin
lastimadesísindesperdiciosincrucifijosdedeseostantosincarnesflamean
dobajolunasinlarrespuestasintiemposinellasinolvidosovillosin
y
nada retumbaen tu pedido
demorir ayer
en cadapalabraver de lagonía cuesta.



Los tres primeros poemas pertenecen a la serie cadencias y el último a NoVenTas.

Nota:Nací en 1972 en Buenos Aires, donde vivo. Formé parte del grupo de poetas Abriendo la boca, que dirigió la primera época de la revista Boca de sapo. Coordiné talleres de escritura para chicos en centros culturales de la ciudad. Desde hace años realizo tareas de corrección y edición para diversas editoriales. Tengo varios poemarios inéditos. Mi blog es mordiscos: www.vc-mordiscos.blogspot.com

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Mirta Rosemberg


La desazón

La desazón, el agotamiento, la razón
que da el silencio y la presencia
inevitable del corazón que late
tenso en el estable aliento
del extenso trayecto de la vida,
renacida en el proyecto
de morir mejor cuando haya tiempo
de dolor, de falla interior
y de deseo: al ir allí en el intento
de abrir la boca
de la marca, ser, la loca y desdecir
lo que el monarca
ha instaurado en mí de su adorado
esqueleto de dominio, de razón,
de altísimo respeto y de tesón en el ahora
y el aquí que nada insume, pero resta
el tiempo de decirlo, cuando el mirlo
se ha posado, al fin, sobre esta rama.




***


Un rábano...
Un rábano me importa, y la figura de las santas
ascendidas de la nada. La nada como ultraje
superior; el amor, sin duda una cuestión
salvaje. ¡Oh el seguro sereno
de quedarse en casa, en el oscuro corredor
de persianas entornadas, y vivir como las plantas






Retrato terminado

Es una manera de decir
quiero quedarme sin palabras,
perder sin comentarios.

Hasta cuándo voy a hablar
de lo que ya no está.

De la que ya no está
viéndome escribir de ella.
¡Y con esos ojos!

También yo de noche los abro
y miro el silencio
en la oscuridad
donde el retrato termina
sin que lo alcance a ver

y pienso
y pienso
y pienso

en temas como vos
que no parecen tener
vencimiento,

en tu deseo de llegar a casa:
con la llave preparada,
aferrada a la puerta del taxi,
te dejabas caer en tu puerta
casi con la voluntad incierta
de una hoja en otoño,

esa clase de vencimiento,

y esos ojos más bien dorados
de los que decías en las descripciones
ojos verdes. Para mirar
cada ocasión con buenos ojos
que no me miran más,
aunque los recuerde.

Y ahora
quiero quedarme
sin palabras. Saber perder
lo que se pierde.

O eso parece.

Parece que las dos
nos hemos quedado sin madre:
yo sin vos
vos sin ella,

y sucesivamente,
como eslabones perdidos,
y encontrados por un rato
con los padres,

pero ésa es otra historia
que está mejor contada
en la foto de casamiento
para la que palabras
nunca tuve,

como si fuera anticipo
de mi propio vencimiento.

De los padres decías que el tuyo
tenía ojos verdes,
como vos, tu nieto Juan,
y nadie los tenía del todo
aunque merecían tenerlos:
tu manera
de embellecer el retrato
era tu manera de verlo.

De ella decías en cambio
desde su muerte no fui la misma,
y ésa sería tal vez tu manera
de no terminar el retrato.

La palabra no.

Lo mismo digo yo.

Aunque también se diría una ocasión
más bien vulgar: en general,
todos nos quedamos sin ella,
y esa ausencia de la luz parece
descansar los ojos
sin vaciarlos. Los anima,

o los vuelve hacia la oscuridad,
que es donde el retrato termina.

Dijo mi padre de la suya:
nací con ella y ahora
voy a tener que morirme
solo. Y después
lo hizo.

Dijo mi maestro de la suya:
me pasé toda la vida para tener
la letra de mamá. Y después
la tuvo.

Era un dolor perfecto:
hablando de ella,
hablaban de sí mismos.

O eso parece.

Parece que perder
no es un arte difícil:
los muertos de verdad de uno
son víctimas amadas de los vivos.

De lo que cada uno dijo.





De “Teoría sentimental”- fragmento

El arte sería tocarte, un invento,
insignificante si el olvido lo demora. Lo siento
porque es ahora estallido de la rosa
presurosa del instante,
extraviada en el jardín

y devuelta por el sinfín
de las horas transcurridas: una... dos... tres...
Si te toco, ¿cómo es? Hay lo mucho de lo poco, digo
el beso, el exceso del miraje y... ¿puede ser, ahora sigo,
el encaje de tu aliento

en el reloj del oleaje? Atravieso
los celajes, el fervor, las profecías (¿el amor?
¿no será la porfía de la "máquina del dolor"?)
y llego acá: "El arte sería tocarte". Silencio. No
confundo confetti con maná

pero igual estoy perdida
entre viejas cartografías de la ruta de la seda
y la pasión como centro. ¡Ah corazón, me decía,
explícate como yo, que estoy adentro de un cuerpo
y sin embargo con vida!


No sabía
que el diamante fuera pájaro
ni tampoco que muriera
de una muerte que no fuera
natural:

un diamante
tiene la suerte del brillo
de la centella, aunque alguna estrella
se enfríe y la sal de la vida sea
lo que se lea

como novela
por el rabillo del ojo
de un gran lector
cenital. Adivinó que era amor
y se

ríe:
se pudiera, escribiría en potencial,
y si no, sería contante. Me enojo,
hago mal y digo para
adelante:

ese
pájaro se ha muerto y no es augurio
de Lázaro ni de santa ni sabbath. Lo cierto
es que yo te extraño y que es Maureen la que canta
pelirroja

con esplín,
la verdad de lo ocurrido "You'll never know
how much I miss you" You es tu, sos vos,
SOS, como un pedido de auxilio,
miss,

cualquier
daño fue anterior. Estoy a un tris
de entender (¿un diamante es doble amante,
o dos veces sin objeto o sólo un reto
a la

repetición?)
que por ejemplo otra vez, algo
me está esperando –corazón-mata-callando—
y se va, como en inglés, "sobre su ala",
vale decir,

se nos vuela.
La textura del tiempo, Vladimir, es rala,
una usura del instante y de sufrir cuando apela
a no sé qué: nunca volver es lo mismo
que

irse
para adelante. Me tocaste, ¿te toqué?
¿Compartimos un abismo? Dame, diste,
dí, diré: las facetas del diamante
son,

no sé,
mejor hablame y te creo. Así como quien reza
sin un deseo de asceta: todo poema es de amor,
toda guerra es interior, toda palabra
está presa.

Nota: nació en Rosario en 1951. reside en Buenos Aires. Publicó los libros de poesía Pasajes (1984), Madam (1988), Teoría sentimental (1994) y El Arte de Perder (1998).. Además es traductora, y como tal editó, junto a Daniel Samoilovich, Poemas de Katherine Mansfield (1996) y Enrique IV de Shakespeare (2000).

martes, 9 de noviembre de 2010

José Luis Colombini


Amanece

El cielo se abre pariendo el día
el sol vuelca su esperma de luz sobre la sierra
inundando de brillos, de vida la mañana
y amanece en los fulgores de la civilización.




Puna

El roce de nuestras manos
amortaja el tiempo.
Respiramos al ritmo de las sombras,
la tristeza nos saluda en la noche lenta
y la magia del beso
se transforma en desierto.




***

El viento,
liviano sobre una hoja,
transforma el aire
en un bálsamo de ternura.

El algarrobo florecido
aroma los recuerdos
que flotan como nubes
sobre los techos sedientos.

Hoy he nacido en el nido de tu vientre,
en la sonrisa del niño
que camina entre cardos y cadillos.

Aprieto la hoja entre mis manos
miro al árbol que emerge de su sombra
y dejo escapar los fantasmas.

Los días me traen
los sonidos del monte en primavera.

Ante el lenguaje de los pájaros
florezco en sensaciones.

Mañana,
seré otro,
y que me devore tu sonrisa.



Otoño

El arroyo le habla
de amor a la piedra.
El azul de la sierra que duerme
ahoga mis pasos
como un soplido de nostalgias.
Los ecos son enormes
y el llanto del viento, con sus gemidos,
me ocupan todo el cuerpo.
A paso lento adivino el sendero
que cruje ante mis pies descalzos.
Amanece.
El molle bebe el fuego de sus raíces
y los espinillos coronan el alba,
que decapita la noche.




Nosotros

He leído el amor en tus ojos
cuando el día comenzó a parirse.
He saboreado tu cuerpo en una caricia,
mientras el mundo escapaba
en un vaso de vino.
Sentí tu pelo acariciando mi rostro
y tus manos rasgando las sedas del vacío.
Somos sombras de ilusiones
bajo el resplandor afligido de la luna.
Acaso de tanto andar en el filo de la noche
seamos miradas que se cruzan,
dos labios que ofrecen una sonrisa,
una flor partida por la escarcha,
o un puñado de palabras nunca dichas.


Nota: Nació el 12 de enero de 1969. A mediados de los 80 participó del Grupo de Poesía Dadaísta “Los Chakales” en la ciudad de Mendoza, realizando publicaciones y recitales de poesía y prosa. Fue columnista en la publicación el Pulmonar de Merlo (San Luis).
Participó, dirigió y produjo varias revistas literarias, subtes y publicaciones undergrounds como: “Las tetas de tu novia” (1985), “La Mosca del Cuerno” (1991-1992), “La Ygwana de Cuarzo “(1994), “A través de los espejos”(1996-2007), etc… participó en la fundación de los grupos literarios: Agenda Literaria, Los cartoneros de la Palabra, Piedra Viva.
Condujo el programa radial ,”De Pies a Cabeza, Los pies para bailar, la cabeza para pensar” de marcado corte literario y cultural.(1995-1998).
Dictó charlas, sobre sensibilización poética y literaria en escuelas, profesorados y encuentros de poesía.
A conferenciado en distintas ciudades de Argentina, sobre temas de Poesías, Literatura y movimientos contraculturales.
Coordina Talleres Literarios.
Lleva a cabo Cafés Literarios, recitales de poesía, espectáculos poético artísticos.
Participa como poeta invitado en distintas ferias del libro del país (Córdoba, Villa Mercedes, Rosario, Mendoza, Villa Dolores) y en Ferias del libro alternativas e independientes.
Es miembro del Círculo de Narradores “Paso del León” y uno de sus coordinadores.
Es Vicepresidente del Grupo Literario Tardes de la Biblioteca Sarmiento que lleva mas de medio siglo trabajando por la Cultura y lleva a cabo desde hace mas de 49 años ininterrumpidos los Encuentros Internacionales de Poetas en la Ciudad de Villa Dolores.
Publica en antologías poéticas, revistas, diarios, compendios de narrativa y cuentos del país y de Latinoamérica.
Administra y coordina tres blogs que se actualizan diariamente

http://cenicientademendigosyladrones.blogspot.com/

http://grupotardesdelabibliotecasarmiento.blogspot.com/

http://plectrosvisuales.blogspot.com/

Ha publicado: Detrás de la noche (Poesía) 2001, Remolinos de sal (Poesía) 2005, Naves de fuego (Poesía) 2009.- Tiene en preparación: Crónicas Urbanas (Relatos) y Tatuajes despojados (Poesía)

viernes, 5 de noviembre de 2010

María Laura Decésare


Plegaria

En la casilla chorrea
como el agua la desesperación.
Suman tres los días de lluvia y frío,
la ropa húmeda se pega en la piel
y los pibes moquean en la tarde gris.
Doña Elsa palidece al enhebrar la aguja
y mira al santo con esperanza
por un poco de luz
para arropar a la cría
y secar la yerba al sol.
Ahora el trueno
espanta al miedo y un rayo
alienta la ilusión.

Los tres juegan bajo el arco iris,
sin frío ni hambre, como pájaros
en el jardín de las delicias.





La chica de la calesita

Cada tarde a las tres
ella sale de su casa
para cumplir con el trabajo
en la plaza de Caseros.
La calesita espera
que sus manitos recojan
cada boleto entre vuelta
y vuelta al ritmo de la música.
Con miedo toma la sortija
mientras la dueña hace señas
a esa no, a ese sí.
Cómo hacerle caso
cómo no ver la cara
de esa niña,
tal vez de su misma edad,
que pide a gritos
con los ojitos llenos de esperanza
por una vuelta más
sólo una más.





*

El eco de tu voz
implora y mi corazón
lo oye

desobedezco y giro
el rostro hacia atrás.

Una lluvia de sal
me cubre lenta
mientras la luna
refleja tu sonrisa
en la copa rota

otra boca
saborea tu ocaso.





*

Un vino fresco palpita en la garganta
mientras la espalda arde
tu mano baja lentamente por mis pechos
y la luna mareada
balbucea entre las sábanas.


Nota:nació en Rufino, provincia de Santa Fe. Estudió Ciencias de la Comunicación. Actualmente cursa los estudios de Corrector Literario Especializado en textos literarios. Publicó La letra muda (Ediciones del Dock, 2010).

jueves, 4 de noviembre de 2010

Marcelo Carnero


Y de nuestros días recuerdo
el olor de las naranjas incendiando las tardes

ahora que nos cerca la sed
su trufa de vinagre

Hemos estado por siglos contra las médulas de agua
resguardándonos del paso de la vida
como ídolos precarios

piel y hueso

Aunque nos hayan desterrado a las palabras
prefiero amanecer
bajo la lluvia.


***


Viene el silencio
y yo
un esposo lúgubre

viento decapitado de su chispa

llamo a clavar mi lengua
gruesa como una esponja bajo la lluvia

Mi santidad
es una ojiva entre las manos.


***


Hurgar con boca abierta
la usura

y no saber qué hacer con el amor

¿De la piedra
en la piedra
siempre hay una palabra?

No sólo la memoria se aprende.



***



El gas dulce
que derraman las lámparas

nos envuelve la siesta de paredes

los tomates de sangre
crepitan en los cántaros

la máscara de enero
en las mejillas.

De Sentido de la oración (Editorial Abeja Reina, 2010)


Nota:Marcelo Carnero nació en Buenos Aires el 22 de abril de 1978. Publicó Tratado de cuerpo (Ediciones La Carta de Oliver, 2008) Sentido de la oración (Editorial Abeja Reina, 2010).

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Gustavo Álvarez Núñez


Tratado sobre los padres
2007, inédito

“Todos los hijos pagan un precio, y el perdón implica que perdones también el precio que pagaste.”
Philip Roth


II

Todos padecemos, en algún momento, a nuestros padres

Puede ser incomprensión
puede ser despotismo

Todos padecemos a nuestros padres

Padres cargados de amor
padres rebosantes de energía
padres atentos
padres esquivos
padres nostalgiosos
padres lentos

Padres sin padres
padres de hermanos o de primos
padres de vecinos
padres de los padres

Pero todos padecemos, en algún momento, a nuestros padres

Padres oscuros
padres afables
padres rompehuevos
padres distantes
padres al teléfono
padres con cara de billetera
padres castradores
padres ocupados

Todos padecemos, en algún momento, a nuestros padres




IV


La facilidad de lengua de mi padre ante los desconocidos aún hoy me resulta sorprendente

Su debilidad por contar las andanzas de su vida
–la campiña española, barcos en ultramar, deriva porteña–
dichas con la solvencia del que ha vivido todo
y no tiene conflicto alguno en quedar en falta
capturan a extraños y los dejan perplejos
absortos en ese relato taciturno y concentrado

Yo lo miro deletrear las huellas de su vida
y escucho la gravedad de su mirada
la concentración espesa de cada uno de sus silencios
todo un borde que no presagia (¿o sí?)
ninguna de las cicatrices donde fui construyendo
mi ansiedad por ser alguien




V

Todos los padres no resisten a ponerte
al tanto de las desventuras y los desvelos
de tus viejos vecinos
a quienes uno ya no ve
con los que ellos a diario tropiezan en el almacén del barrio
o en una sala de hospital

Todos los padres parecen tener bien documentado
el destino y las derivaciones
de aquellos con quienes uno jugó a la pelota
estuvo enamorado
o a los que vio nacer

Todos los padres no pueden con su genio
de enfrentarte a la miseria de los otros
–sin querer, sin maldad, sin pudor–
llevándote a la estúpida reflexión
de cómo nos verán los padres
de todos esos viejos amigos
a quienes el tiempo
“ya los ha vuelto desconfiados”




XIII

Hablo con mi madre
y lo entiendo todo:

mi padre es una persona
muchas veces insoportable
y se hace muy difícil convivir con él

Al rato hablo con mi padre
y lo entiendo todo:

mi madre es una persona
muchas veces insoportable
y se hace muy difícil convivir con ella


Nota:Gustavo Álvarez Núñez(aka GAN) es poeta, músico, editor y ensayista de cultura pop. Colaboró en medios nacionales e internacionales. Integró varias antologías poéticas y editó dos libros de poemas: Sweet Home, Panamericana (1999) y Pulsiones (2006). Al frente del grupo de rock Spleen formó parte del underground argentino de la segunda mitad de los años 90. Y en este 2010, lanzó un álbum junto con Tomás Barry, Canciones de rabia, frustración y venganza, bajo el alias de BarryGan. Reside en París.

http://www.myspace.com/ganposta
http://www.myspace.com/spleenargentina
http://discos.planetax.org.ar/discos/canciones-de-rabia-frustracion-y-venganza

martes, 2 de noviembre de 2010

Matías Moscardi


Del libro Una, dos comadrejas (Vox, 2010)

I.

enharinado quieto, sobre el plato.
eso que no tiene nombre, no.
podría ser: el nombre de un hueso,
el nombre de un antiespasmódico;
el nombre de algo intacto, como
la cámara digital que encontraron
en el estómago de un tiburón,
muerto en la playa.

precisamente esto enharinado,
esto quieto ahí
quieto ahí:
sobre el plato floreado, esto
y no aquello: un corazón, frito,
de pez o el invierno dos puntos
deformado.

el momento en que comienzan a nacer
unas flores que se desprenden casi
de inmediato, cuando del árbol brota
el fruto. se desprenden como si ciertas
cosas no pudieran coexistir: madres que,
al dar a luz, mueren.

la belleza justifica lo que mata, orfeo.
aquello: radio etiopía, caballos.
esto: una larva sobre la madera.
(una larva, es decir, un fantasma).

mi madre me decía orfeo, estás
al revés de la luz; quería decir
contra la luz, pero decía al revés
de la luz, orfeo, así no puedo ver
si eso que sangra es el hijo nutrido
de tus heridas o la lombriz de sombra
que forma con tus pelos, el vapor.

su madre le contaba la historia
del abejorro y la oruga.
el abejorro estaba enamorado
de la oruga, orfeo. un día, la oruga
murió envuelta en un capullo.
el abejorro permaneció
junto a ese féretro natural
hasta que finalmente,
como de un huevo pelado,
salió una mariposa.

el abejorro,
orfeo, odia
a la mariposa
que mató
a la oruga.

pero el eco no es solamente
un sonido del pasado, madre,
el eco nos dice cómo es el fondo
de aquello que no podemos
alcanzar.

con el corazón emplatado.
cadáveres de cangrejos que crujen
como cáscaras de huevo: el sonido
de lo primero que alguien mata en su vida.
se deshace en la velocidad todo lo quieto
del otro lado del vidrio: pastan vacas negras,
una línea de vacas negras como una oración
quemada sobre el pasto. pastan, esperando
que arriben a tiempo las palabras vacas
para eso que mira y cuando finalmente llegan,
lo que miraba apunta, ahora, con un dedo
a la cabeza.

madre, madrecita pelada, ¿es verdad que todo
lo que besamos nos va cociendo los labios
con hilos finísimos, como una tanza de saliva
que a pesar de su fragilidad nos corta
la circulación? ¿es verdad que lo que
un día cualquiera, a una hora determinada,
es un ser querido, al minuto siguiente
puede transformarse en el portador
de un virus contagioso?

a los niños les gusta matar y transmitir
su espanto a los insectos. la polilla
es el niño más pequeño de la violencia.
niños que asustan con pedazos de un perro
a otros niños y aprovechan lo que queda
de la columna como navaja
para el degüelle.

nosotros también jugábamos a la muerte.
yo peleaba con mi hermano y me dejaba golpear
sobre el piso del garage, en silencio, disimulando
la respiración, mientras un amigo le decía a mi hermano
que me había matado, hasta hacerlo llorar. entonces,
yo me levantaba y lo tranquilizaba diciendo:
el que muere, muere.

en la sala de operaciones, preguntó
si la máquina sobre su cabeza
realmente se movía o si el movimiento
era un efecto de la anestesia. cuando
dejó de rumiar, el veterinario explicó
que mirar por mucho tiempo un objeto
determinado, en cualquier contexto,
puede provocar un leve mareo.

después usaron números para explicarte
que los tumores inofensivos miden
cinco milímetros y que abajo de tu pecho
encontraron dos que, juntos, miden siete.

tu ansiedad es la mía, madrecita.
hoy te imagino como un pequeño pez ángel
colgando, congelado, en un puesto del puerto.
mañana, como harina de pescado. y pasado,
apenas como una luz pelada.

le estás poniendo demasiadas palabras
a esto, orfeo, a esto que es apenas
un corazón frito de pez, apenas un huevo
pelado roto, cangrejo pisado, cáscara machacada
en mortero, larva, rama con forma de alguacil,
con forma de letra Y griega muerta sobre la calle,
muerta sobre un insecto cuyos oídos son como
dedos en una escuela para ciegos. y aún así, orfeo,
sólo estoy pelada. ni madre, ni madrastra.
el nombre de esto se desprendió como se desprende
un pelo que cae al plato y alguien come con asco,
disimuladamente, por no llevarse los dedos
a la boca.


Nota: nació en Mar del Plata, en 1983. Sus libros son: Los círculos del agua (dársena3, 2006) Pluvia (Vox, 2008) y Una, dos comadrejas (Vox 2010).