lunes, 17 de julio de 2017

Brian Alvarez




Intervención sobre una consigna de español para extranjeros

La página dice:
hoy os proponemos nuevas oraciones
para que evaluéis vuestro nivel.
Las oraciones son las siguientes:
1. La novela se ha vuelto más explosiva en estas últimas batallas.
2. Se leerá el discurso, al comienzo del acto, de espaldas a los periodistas de color.
3. El juez se conformó con la breve incitación del letrado.
4. ¿Cuál va a ser la mascota de estos Juegos Olímpicos? (sic)
5. ¿Cuándo fue su cumpleaños? (Ídem.)
6. A la vuelta del fin de semana, encontramos rota y vacía la pecera. (Una pena, pero: íbidem.)
7. Mi padre y el tuyo se encontraron minando el campo de fútbol.
8. La secretaria la informará perfectamente de los trámites de matriculación para el mono radiactivo.

LOS ESTIBADORES

Los estibadores acorralan el camión de harina
abrumados por el polvo y el sol de abril.

El verano es peor.

El más viejo ahora comanda el camión y anota
cruces en el mapa de las descargas:
depósitos, panaderías
y otros lugares comunes.

Los más jóvenes no tienen apodo
y a todo ritmo hombrean, exigidos de más
para ganarse esa condecoración interna.

Los sobrenombres de ahora
no son como los de antes.

La frase se repite.
La frase rebota entre el polvillo
dorado por la luz
contra la lona del acoplado.

Ellos siguen, mientras comen pan mangueado
y chupan otra cerveza por las calorías
tan conscientes como yo
de que más tarde afuera encontrarán
obstáculos que la fuerza no vence.

Mayo

Fui al chino. En la esquina
bailaba un pibe
al borde del termidor abandonado.
Los dedos alzados al sol.
Nunca vi a nadie rezarle al aire
como en las salas de terapia intensiva, pensé
viendo el tetra acostado contra la escarcha.
Como quien pide una moneda convencido
de que no van a dársela.
Mayo es el mes de las derrotas,
el mes más triste de la tierra.
Un Falcon despintado tocó al pasar
el aleluya. Creo
que para ahuyentar la niebla.

Momento de hablar de mí

Estoy atravesando
una crisis de identidad
el patio de la lírica ya no constituye
un aposento acorde a mis anécdotas
traté de ser
boxeador en un supermercado
(pero nadie prestaba atención)
corredor de agencias inmobiliarias
prologuista
fui padre por correspondencia
y planeé ser un poeta mexicano
que guiado
por los mitos nacionales
ha cruzado la frontera para triunfar
y después de meses de trabajo duro
se convierte en la nueva sensación de Guatemala
pero desistí. Tal vez sea
hora de conseguirme algo honesto.





El abuelo busca

La naturaleza en ocasiones resuelve
acomodar el desastre humano.

No vayas a esperar que un rayo caiga
en las oficinas centrales del hambre [corregir esto].
Para cuestiones así,
pico y pala. Mi abuelo me decía:
No sea holgazán. Si te caés al río,
no toda la culpa de tu muerte es del agua.

Hay gaviotas que comen desperdicios
en los basurales de Catán.
Desde la tumba de él puede verse
cómo se pechan en su alta cumbre
esta imagen de lo natural es bella
a una distancia inofensiva.

Uno sabe que llega al cementerio este
porque huele un perfume de cosas que se pudren
como desde una habitación cerrada.

¿Sospechaba mi abuelo que iría a terminar
en un paisaje con gaviotas
cuando removía la basura en el mercado
para encontrar su alimento?
¿Que el lugar es un extraño paraíso?
¿Que las cajas de vino que fue tirando
a lo largo del camino a la cirrosis
acabarían tan cerca de él?




Bio: Nació en 1991. Creció en Gregorio de Laferrère, en el partido de La Matanza (provincia de Buenos Aires). Ahora vive en Boedo. Trabaja como repositor en una cadena de supermercados. Puede hacerse pasar por músico, pero es estudiante de Ciencias de la Comunicación en la UBA. Eso también le sale mal.