domingo, 21 de noviembre de 2010
Marcelo Dughetti
Folkner deja de escribir
Con mi hija
construimos un barco para escapar
al centro de la tierra
Todos los domingos le agregamos detalles
mi madre
encerrada en su urna de hueso
suele desearnos suerte
nos prepara un te de odio
y lo sirve envuelta en su capullo.
Cuando llega la noche
y el lunes muerde con su pan de furia,
miramos con ternura el barco fantástico
la cruz de palo santo
el osito rojo en la cabecera
la dulce mortaja
que cubrirá el futuro.
***
En varios idiomas existen palabras bestiales
que repiten los poetas como si las hubieran vivido.
Existen imágenes que voltean la taba de culo
Yo riego la maceta para que el arbolito crezca
después le corto las ramitas,
que no se extralimite
Soy un marica japonés
kimono
alma
bonsái
Arigato.
***
juegas
los dados de hueso sobre un manto santo
bajan el mástil quemado de una cruz en la tormenta.
¿izaremos la bandera del amor imperturbable?
digo que afilemos un cuchillo de acero contra la piedra.
y si ves que chispas de oro surgen en la sangre del condenado,
ni se te ocurra colgar tu brazo para mañana.
mañana será tarde y el tendrá una tumba abierta.
una madre buscando su cuerpo ciego.
el pálido traidor colgando felíz
de la rama envilecida.
***
en la grupa
de esta yegua maldita
cien cuchilladas en los ojos de pobre cristo
saludable secuencia del acabar y matarnos al galope
y toda esa espuma, toda esa espuma que nos rodea.
las espinas de tu corona amor, tan ceñidas a tu tierna sien
como va el dolor prendido a mis manos en la urgencia de lastimarte,
sangre enloquecida mezclada con el mineral del sudor.
sal, sal ,sal sal, entre tus piernas y mas allá a la altura de tu alma muerta,
sal y otra vez sal amor, sal sin mayores meritos que succionar la esperma vital
y urgir la sed para mas dolor.
estas sobre el mástil mayor empalada hasta la nuez y sufres.
desde tu cruz de carne ves a los romanos jugarse tu corpiño
en un golpe de dados
y estas crucificada al revés
como un demonio.
***
escribía
con la soga al cuello,
Con la soga al cuello
compraba tomates y cebolla,
armaba la ensalada con la soga al cuello.
Con la soga al cuello salaba su carne,
ponía la mesa, exprimía un limón, prendía el televisor, besaba a su hija,
y sonreía
con la soga al cuello.
Todo eso
y más,
sin que nadie viera,
el elemento,
la sustancia,
Cuando la soga
trepo a la viga
todos golpeaban su frente
como si hubiera sido posible salvarlo.
Nota:Nací en Villa María provincia de Córdoba llanura sojera envenenada con glifosato donde se levantan palacios con el excedente de la tierra. Palacios que en la costanera del rio hablan de lo mucho que nos costara volver a ser justos. Vivo en un barrio perimetral con la gusanera abierta al cielo como si dios hubiera dado vuelta el cascote hirviendo al bicherio. Belleza: una hija, una esposa que pueden verme volver de cazar lechuzas inexplicables en los ramajes corvos de un monte que aun aúlla. Tengo cuarenta años que se pueden resumir en infancia cruel, adolescencia tardía, juventud de izquierda y entrando en la edad justa pensamiento peronista de izquierda. Trabajo de maestro en una escuela primaria. Mi brújula ética son las madres de plaza de Mayo. Escribí algunos libros perfumando mi capa de cierto poder de la palabra que se totalmente nulo. Obtuve medallas con las cuales juega mi hija Algunos libros decía: La joroba de bronce(2003),Donde cayo esta muerta 2003, El monte de los arboles sogueros(2007) La bicicleta Roja (2008) Los perros del loco torriglia (“009) Los caballos de Isabel (2009).
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Qué bueno Germán encontrar a Marcelo por aqui. Un abrazo. Laura.
ResponderEliminarEl poeta es de Villa María siempre fue un tipo de bajo perfil y en la provincia se pierden sin ambargo es una buena poesia.
ResponderEliminarJuan