lunes, 18 de julio de 2011

Franco Gargiulo


PASAJE

esa noche naturalmente stanley hook se murió
antes les dio terribles puñetazos a las paredes de su cuarto en representación de sí mismo

(Juan Gelman)

Una rodilla me está pegando con la otra
(Enrique Jardiel Poncela)


No da el brazo a torcer. Gira. Presta
la nuca y el rabo para el cric
de la tira de vértebras contra la rodilla
del otro.

La posición erguida terminó,
con la moral, con la palabra,
con los cien metros llanos hasta el crimen,
aquella competencia sin empate posible.

De esa muerte nacen el monstruo y la intriga.

Nadie sabe cómo puede tener
tanta furia si
el eje quebrado de la espalda era
nada más ni nada menos
que la memoria,
cómo el horror
sobrevive al olvido.



MEDITACIÓN

Me pregunté cómo esperarte, amor.
Y la respuesta no vino.

Te esperé. Y, y el amor apareció,
sopló una montaña de labios
nacida del vidrio ardiente,
cosechó campos que sembró la noche con horrores,
llenó de peligro la desesperación entonces:

en tanta incomprensión del goce,
se veía el riesgo a través de la mirilla del silencio,
¿hasta cuándo duraría?
¿cómo repartiríamos los restos?



DE “HA MUERTO UN NIÑO”

Papá, ¿dónde estuviste cuando te necesitaba?
Papá, ¿dónde estás cuando no te necesito?
¿Qué te espera? ¿Nos volveremos a ver?
¿Estás donde te dejé
o me busco donde me abandonaste?
¿Me escuchás?
¿Me podés escuchar, papá?



CONSECUENCIAS

quien se aprovecha de la fragilidad
puede terminar
con los pies cortados

como quien ya no puede
dibujar un corazón entero
sin levantar el lápiz



Nota:Franco Gargiulo (1989), Río Cuarto, Córdoba. Vivió la mayor parte de su vida en Villa Mercedes, San Luis, y volvió a su ciudad natal a estudiar Filosofía porque las demás carreras son más difíciles de aguantar. Para no ser devorado por la academia y su ritmo, lee y escribe en sus blogs (http://buzomelomano.blogspot.com), en la revista Destiempos Modernos (http://destiemposmodernos.blogspot.com) y organiza exposiciones de arte en esa localidad junto al grupo de amigos con los que lleva adelante la revista.

2 comentarios:

  1. Germán, muchas gracias por el lugar!
    Un abrazo

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  2. PD: me dejó algo traumado la insistencia en los otros "argentinos exitosos" que suenan a la par del peón que vende sus cosas en Los ojos del cordero. El contraste queda marcado con una claridad que casi termina siendo morbosa. Es buenísimo!
    Y las ganas de quedarse del abuelo Arens me recordó a una canción de Nacho Vegas en la que iban caminando, y un personaje "al pasar frente a una funeraria nos decía: agachaos, no vaya a ser que os tomen las medidas".

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