domingo, 8 de noviembre de 2009

Edgar Bayley




Llego nadando

cuando alguien me escribe yo le escribo
cuando alguien me piensa yo lo pienso
cuando alguien me olvida yo lo olvido
tengo mi corazón la mano la araucaria
alianza y comunión
es mi destino

navego otra vez
este mar me lleva hacia mis bodas
brillo y oscuridad
llego nadando




Todo lo visto y vivido

todo lo visto y vivido
cabe en muy pocas palabras:
en la luz de una mañana
en un trompo saltarín
en una tarde de sol
en una silla vacía
en cada piedra y la casa

todo lo visto y vivido
fulgura
se va ocultando
tras las hojas
y entre el viento
al borde de la bahía

todo lo visto y vivido
cabe en la sal
y en la mano
de quien saluda
y me lleva
al caracol y la araña
a la verdad de este día
a mi sendero y mudanza



Certidumbre

un ladrido es un problema de garganta
de corazón más bien
es disonante en un coro de callados
concuerda con el estruendo y la violencia
¿para qué más? ¿qué otra certidumbre?

gota a gota cae el sentido
de las voces y ladridos

las cuerdas vocales han durado
en esta sonora certidumbre



Es infinita esta riqueza abandonada

Esta mano no es la mano ni la piel de tu alegría
al fondo de las calles encuentras siempre otro cielo
tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha extinguido
después del rostro hay otro rostro
tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos islas
remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levanta y no es el mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos
de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra tú la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no importa tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas veces
el río llega a los dioses
sube murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío

no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada


Nota:

Edgar Maldonado Bayley, quien a partir de 1945 elegiría el nombre de Edgar Bayley para firmar su obra literaria, nació en Buenos Aires en 1919. Durante la segunda mitad de los años 40 integró con otros poetas y pintores uno de los más importantes movimientos de vanguardia de la Argentina, el "invencionismo" y luego participó en la dirección de poesía Buenos Aires (1950-1960) y Zona de la Poesía Americana (1953-1954) dos revistas decisivas en la historia de la poesía de su país.-

Dramaturgo y director teatral, traductor, autor de inclasificables relatos, Bayley fue ante todo poeta y uno de los teóricos que mas profunda y lúcidamente reflexionaron sobre la poesía en América latina. Escribió ocho libros de poemas (En común, La vigilia y el viaje, Ni razón ni palabra, El dia, Celebraciones, Nuevos poemas, Alguien llama y Algunos poemas más), uno de relatos (Vida y memoria del doctor Pi) dos de ensayos (Realidad interna y función de la poesía y Estado de alerta y estado de inocencia) y tres piezas teatrales (Burla de Primavera, Farsa de Isopete, y el sastre y Dulioto), todos ellos reunidos, junto a otros textos no incluidos en libro o inéditos, en el volúmen Obras, publicado por Grijalbo Mondadori en 1999.-

Desde 1947 hasta su jubilación en1980 trabajó en la Biblioteca de la Caja de Ahorro y Seguro.-

Falleció en Buenos Aires en agosto de 1990.-

5 comentarios:

  1. La foto no corresponde a Bayley. Y de eso estoy segura.

    Vaya a saber de quién es esta imagen tan honrosa y erróanreamente atribuida.

    Anecdóticamente, añado que EB detestaba las fotografías y las que circulan en la red son insuficientes.

    Su nombre de pila no es Edgard, sino Edgar, sin D.

    Sugiero revises su biografía en la entrada de tu blog.
    ¿Dramaturgo? Si ha sido agradeceré el dato bibliográfico

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  2. claro que el de la foto es edrgar!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Esa foto fue tomada en la Feria del Libro de Buenos Aires en 1987. La tomò un fotógrafo del diario Clarín cuyo nombre no figura en el archivo. Es Bayley. Yo estaba sentado a su derecha en esa misma mesa. Jorge Aulicino

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