miércoles, 4 de agosto de 2010

Rodolfo Godino


Para escribir el poema

The poem
is complex and the place made
in our lives
for the poem.

WILLIAM CARLOS WILLIAMS


1
Esta es la ley callada:
por más que escandalice,
la verdad interior
-que traba la lengua y anda por su túnel
resistiendo a sí misma-,
debe ser descubierta.
Eso no daña el prestigio
del corazón multiforme,
que debe insistir
y ser escuchado aun como culpa,
omisión,
error, miedo, memoria
o sed inconfesa del cuerpo:
la historia de una combustión
siempre acorralada.
De lo contrario sólo se alumbran
fenómenos de oficio,
ningún animal completo.
Esas reticencias glaciales
consumen su invalidez, y su sanción
es muerte verdadera.
Aunque suene
trágico, no hablo del infierno
sino de palabra estéril.

2
Sin las cosas no hay poema.
Un hombre bajo hechizo
registrando una revelación personal.
Esa es, aunque no pueda
ser probada, la ley de lo creado
infinitamente repetida:
podrán engarzar el cuerpo
en los viajes de la savia, de la luz,
filtrando violencia y acidia
en las crisis graduales de la carne
no humana del mundo natural.
Amándolas, sin alegorías,
serán parte, maderas, flores,
unidos en los cambios
y en el renacimiento, en los ciclos
de silenciosas convulsiones.
Nunca la vida pequeña
será suficientemente expandida.

3
Con escrúpulos no hay poema.
Cuando la realidad cuestionada
se retire, lo ambiguo crecerá
en el exceso de conciencia,
sin discreción, aceptándose a sí mismo.
Mientras el mundo se disipa
y aun inclinados a lo juicioso,
retengan: lo fantástico se ajusta
por la razón; el gobierno
combinatorio de lo mágico se ejerce
puertas adentro
Lo que merezcan
y lo que alcancen no serán tormentos:
la humillación del oficio siempre guarda
un rédito solemne.
En la pelea
con la palabra inhábil, partes
del corazón y la verdad se pierden;
la imprecisión del espíritu
será imprecisión en la palabra.
Sin artificio no hay poema.






Una lejana conversación
In memoriam Carlos Mastronardi

El arúspice del río Gualeguay
me dijo "no hay objetos en sus poemas,
ninguna alusión al mundo visible".
(Durante años, cada vez
que sus auras dominantes se insinuaban
en la vecindad del poema,
temía por ese peso excesivo. Palabras
como plátanos, convoy o piernas
se sometían, precipitándose
hacia sustituciones y descarnaduras
que no ensombrecieran el fluir
del alma, su destello).
Cierto y no cierto, dije. En el comienzo,
lo que venía incrustado en las palabras
era real.
Pero también eran gemas
de ambiguo fulgor en la garganta.
Quizás por servir a un amo aún difuso
errantes naturalezas las regían:
en parte conductores eficientes,
en parte chispas aventadas,
golpes casuales sobre el fuego.

Nota: nació en San Francisco (Córdoba), en 1936. "El visitante" (Díaz Bagú, Córdoba,1961) .Publicó"Una posibilidad, un reino" (Colombo, Buenos Aires,1964), "La mirada presente" (Tiempo Nuevo, Caracas-Buenos Aires, 1972) ,"Homenajes" (Alfa Argentina, Buenos Aires, 1976) ,"Gran cerco de sombras" (Corregidor, Buenos Aires,1982), "Curso" (Antología 1961-1982, Corregidor, Buenos Aires, 1982), "A la memoria imparcial" (Tiago Biavez, Buenos Aires, 1995), "Centón", (Ediciones del Copista, Córdoba, 1997), "Elegías breves",( Ediciones del Copista, Córdoba, 1999) y en numerosas antologías. En 1994 obtiene el Premio de Poesía "La Nación ", otorgado por un jurado compuesto por Nicolás Cócaro, Jorge Cruz, Roberto Juarroz, Angel Mazzei y Octavio Paz.

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