domingo, 8 de septiembre de 2013

Valeria Pariso


  • 1-
    De todas las soledades tengo una que no quiere bajo ningún pretexto estar a solas conmigo.
    (Del libro Cero sobre el nivel del mar, Ediciones AqL)
    2- Puede parecer que ella está evitando la vereda del sol o que escoge vidrieras limpias donde mirarse pero no lo cierto es que va sorteando baldosas con el corazón en la boca no sea cosa que ese amor otra vez la encuentre y la desordene.
    (Del libro Cero sobre el nivel del mar)
    3-
    Giraban en el living de tu casa las hojas de los fresnos, el aire olía a morfina, era otoño, recuerdo, y el viento enloquecía al ras el piso. Qué cosa rara esa tarde, nuestra quietud callada en los sillones, el polvo anticipado, y vos, hermana, muriéndote con las ventanas abiertas.
    (Del libro Paula levanta la persiana, Ediciones AqL)
    4- En el galpón que está enfrente de su casa hay un depósito de papas. Los hombres cargan sobre sus espaldas bolsas de arpillera de cuarenta kilos. En las siestas de calor, salen a la vereda, se quitan las remeras, y se tiran agua fresca con una manguera azul. De noviembre a marzo, a esa hora, Paula levanta la persiana.
    (Del libro Paula levanta la persiana, Ediciones AqL)
    5-
    ¿Fuiste hoja alguna vez? ¿Apuntaste la lupa sobre las nervaduras de tu mano? ¿Y de otra mano? ¿Qué sabés del suplicio de quemarse para siempre con un rayito de sol?
    (Del libro Paula levanta la persiana, Ediciones AqL)

    Bio: Nace en la Provincia de Buenos Aires en 1970. Es abogada.En 2012 publicó el libro de poesía “Cero sobre el nivel del mar”, Ediciones AqL.Anteriormente, participó de las siguientes antologías colectivas: "II Colección de Autores contemporáneos - II Certámen de poesías, cuentos y cartas de amor", "Poesía encontrada" (2007), "Vuelo Íntimo" (2008) y "Lunario" (2008).En 2013 publica el libro “Paula levanta la persiana”.

5 comentarios:

  1. Buenísimo, gracias por acercármela.
    Marianela

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  2. Giraban en el living de tu casa
    las hojas de los fresnos,
    el aire olía a morfina,
    era otoño, recuerdo,
    y el viento enloquecía al ras el piso.
    Qué cosa rara esa tarde,
    nuestra quietud callada en los sillones,
    el polvo anticipado,
    y vos, hermana, muriéndote
    con las ventanas abiertas.

    (((muy bueno, un martillazo...)))

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