sábado, 31 de julio de 2010

Jimena Arnolfi



Planisferio N°5 con división geográfica de la angustia

Somos un bazar del litoral
siempre cerrado a la hora de la siesta
y vos, que no sos ni turista
ni de ningún lado
llegás a casa con tu bolsita a cuestas
pateando veredas rotas
e identificando los árboles de la ciudad
ese es un lapacho rosado
decís cuando llegás a mi casa
y ves la sombra a punto de sangrar.

Otra vez con el corazón como lata atada
al parachoques trasero
de un auto que pierde humo
porque vos no ves la cara que ponés
cuando hablás de antes de ayer
como estirando el cuello
para llegar a esa salina
que está a dos metros de altura
esa salina o desierto
que es la zona de la angustia
la que en los mapas
está dibujada con óvalos color té con leche





El globo desinflado después de la fiesta

Vos creíste que estabas solo cuando llorabas escondido
para no despertar a tu familia
también creíste que tu mamá
no te había visto masturbándote en el baño.

Sentir la vida sucia
la mugre abajo de las uñas
la vergüenza guardada
en el último mal sueño
en la canción que tarareás si te acordás.

Podés perder la piel
la dignidad y las llaves en cuestión de segundos
podés olvidar cada acento
cada timbre de tus voces
podés vagar para siempre
como bostezo contagiado de boca en boca.

Todo lo que viene de la mirada está envenenado
lo explicó un borracho una vez
sería hermoso coger
con alguien que nunca escuchaste
con alguien que nunca viste.





Síndrome del cantautor

Es importante que sepas eso
sólo puedo arruinarte la vida.

Siempre veo arañas por todos lados
bichos que están trepando
bichos que están comiendo a otros bichos
bichos que después dan la vuelta carnero
y se empiezan a morir en cámara lenta.

A veces me parece que pierdo la noción
pero sos lo mejor que no me pasó en la vida.

Ayer estaba triste
y me explicaron que el problema
es que tengo el síndrome del cantautor:
el pibito con la guitarra
el pibito con los poemas
el pibito que se emborracha
y que viva, que viva la revolución.

Empiezo a leer tus poemas
cuando no estás
como quien desarma un juguete
para ver qué tiene adentro.

Otra vez soy un Renault 4
segunda mano
caño de escape a la miseria.
Mi conducta a veces te parece extraña
como esa vez que te dije
que no me gustaba que me mires la cara
si me quedaba dormida.


La verdad es que nunca te expliqué
pero esa noche soñé que te iba a matar.

Fin!



Nota:Jimena Arnolfi
(1986, Buenos Aires/ Entre Ríos)
Tiene un blog: www.enquimera.blogspot.com

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