martes, 4 de marzo de 2014

Mauro Lo Coco





la misma (en Selva Mu, 2004, inédito)

a la vera del devenir, la historia te localiza diciendo “yo soy León”
y así comienzan los días

entonces tu inocencia se reencuentra en lo estable
Aída
en cada visita tuya se anuncia
tras el jarrón, quizás
tras la cortina
tal vez vacilar sea
su consistencia verdadera


que nunca la has visto, y
la confianza de su gracia
sutura la vida con la idea –no hay mujer, tal vez
sólo cualidad–

ella
y su génesis caprichosa es razón, León
de la duplicación y la alegría cuando la intuías presente
y aparecía en cada forma, ella
geografía de un cuerpo desconocido
que no existe y así se gesta

no puede existir




un segundo (en niño cacharro / zindo & gafuri 2010)

si ubico un papel
lo anoto:

comprar agenda
poner ahí un proyecto

pendiente: conseguir testigos




17:58 (en La justicia del Suelo, 2012, Determinado Rumor)

no todo es lo mismo

bajo el dominio de los ojos
los otros
son colores y bordes
si se mueven, seres familiares

podrías acostumbrarte
a este compás
menguante
y despertar
sin memoria mañana
sorprenderte con olores
tibias estridencias a tu paso
algún día no volver

ahora hay que aceptar
cualquier estado
o evento
la tarde que pasa se escapa
en una exhalación

en los ojos llanos de un ternero
se diluye una silueta que podría ser tuya
una imagen que no
termina de componerse

nuevo es variar
la organización de lo que hubo

en tu crepúsculo
ellas agrupan las partes
pero con qué
tu imagen se hace
no se puede saber

si ellas ven
huesos en las válvulas
nubes o pollos
en tu cuerpo arrojado
un animal insólito y exhausto
una cosa una entidad
ahí





los casolatti (en 18 éxitos para el verano / zindo & gafuri 2012)

estaban bien
el padre les dejó propiedades
en castelar y la fábrica de pasta
sin mucha distribución está bien

de última
si ellos no tenían ni idea
en esa época
la rifabas, vendías
parte de la sociedad, con eso
pagabas los papeles de la sucesión

al final
eso hicieron


pero mal




En el umbral (en Mi sabiduría es arruinarla, inédito)

intento una canción mientras las calles
mártires de Nazca resisten
las ganas, soportan
bicicletas, scooters, abrasivas cherokee

los taxis aplastan con fatiga
una voluta que sale de la boca
de tormenta, ahí
se anuda el yuyo viejo
como un desempleado que insiste
mira fijo, acusa a lo que sigue
todavía
del lado de la vida

ay nazca, la patria mercantil no llegará
a besar jamás tu macadam
los ecos plásticos de flores
el brillo trivial que en cuenca se pasea
no contagian tu mueca agreta
maniquíes salvajes huyen de tus galerías
gasta el asfalto el zapato
de pendejos que hablan de dejar
la previa para marzo

las caídas, las raíces
las colillas, las chapitas que se aplastan
las tucas perdidas, ay
nazca cuanta erosión
de birra en la vereda y nunca
de tu parte un gesto
una gracia
un comercio próspero

canto y puedo ver
ahora, en un local
empieza otra vez el proyecto de alguien
barre, son las ruinas de todo
un patrimonio familiar que fue
mercería
locutorio, ciber, bazar                                   
resto
que sube por la pala de Alejandro, se quema
en el baldío de la esquina
esta tarde de diciembre
cuando el sol
y el humo de este faso

empiezan a pegar


BioMauro Lo Coco nació en Villa Santa Rita (Bs. As.) en 1973. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación y docente en las Universidades de Buenos Aires, Lomas de Zamora y Quilmes. Desde 1997 dirige la revista Pesca Fácil. Publicó Ricardo Gravitando (mediante un subsidio otorgado por la Fundación Antorchas; Ed. Del Dock, 2003), niño cacharro (zindo&gafuri 2010), La justicia del suelo (Determinado Rumor, 2012) y 18 éxitos para el Verano (zindo&gafuri, 2012). También es autor de diversos libros y artículos sobre didáctica de la escritura. Obtuvo distinciones como la beca-taller 2000 y el Subsidio a la creación artística 2003 (ambos otorgados por Fundación Antorchas) y fue publicado en diversas antologías del género.

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