lunes, 20 de septiembre de 2010
Martín Armada
de Ahab (inédito)
El viejo mundo es el mundo de los sueños,
no de las esperanzas, no de las fantasías,
el mundo de películas
que se proyectan cuando se duerme.
Los inmigrantes,
los escapados de la vergüenza,
el aburrimiento o el hambre,
después de suponerse lo mismo se dividen
y combaten.
Es en los sueños donde cae regular el odio,
donde suena la chapa del lavaplatos
que funciona, al mismo tiempo,
como el tinglado de la conciencia.
Yo en mis proyecciones
encuentro a los padres de mis amigos
sonriendo como mi padre enfrente del fuego
que desgrasa la carne matada en el verano.
Ellos creen en mí,
yo creo en ellos,
yo miro sus panzas sin agua,
ellos miran un mapa sin alteraciones en el carbón encendido,
una soga que tira, una cruz que marca
la fosa común de las cosas comunes.
***
Mike Murphy es mi mejor amigo,
trabaja en Slattery´s y es el mejor barman
cerca del gran canal.
Cuando no tuve dinero,
Mike Murphy me prestó dinero,
Cuando tuve dinero,
Mike Murphy cobró su deuda.
En las calles del canal
Mike Murphy y yo miramos los patos
y los dos pensamos que no tienen gracia
que mucho mejor los caballos
que a los caballos le siguen los perros
que a los gatos no habría que llamarlos de
ninguna manera,
que un pájaro no puede tener nombre.
***
Azotaba la costa viento y piedra
cuando tirado por una soga en el sueño
baje al mar a buscar el bote de mi padre
y de mi madre el olor en botellas que dicen: "colonia".
la historia privada de padre y madre
no va a secarse al sol y la verdad es que
por esta ventana lo que se ve es este árbol
y las obras detenidas, canteros
frente a los que hice promesas
y frente a los que ahora paso
jugando con las llaves,
mirando el piso.
Azotaba la costa
viento y piedra.
***
I.
porque pagaron con cobre
mis estudios sentimentales honro
a mi padre y a mi madre,
la casa con perro de mi padre,
la casa de mi madre
desde la que se ve una iglesia.
II.
para padre y madre el espíritu
se levanta sobre lo concreto
y si es como un vapor
es el que sube de las cosas,
padre y madre en el olor del pan que se quema
ven prenderse fuego un campo de trigo.
***
El cuervo viene de las piedras y las piedras
son la sombra del cuervo.
La isla, como ballena blanca,
es una pila de tierra en el mar picado,
soñada por pescadores atados a una fe simple.
Nada alcanza para explicar por qué
hablamos sin más función que vertebrar el día,
ni cuando nació este odio entre nosotros.
A las piedras vuelve el cuervo,
vuelven debajo del cuervo las piedras,
la sombra vuelve al corazón duro del carbón.
Nota: Martín Armada nació en Buenos Aires en 1979. Publicó El estero (Ediciones Gog & Magog, 2006)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Gracias a Martín tomé un irrompible cariño hacia la literatura. Todavía no puedo puedo explicar todo lo que me generaron sus clases, un genio.
ResponderEliminarHey there, I don't know if you know who I am, but that doesn't care now. What I want to say about this is that this is cra*, and I'm so sorry for saying this, but this poetry is so bad, you may want to erase this, good bye! Kiss
ResponderEliminar